martes, 27 de diciembre de 2011

Relatos de un trashumante


RELATOS DE UN TRASHUMANTE

Manuel Vicente González
Badajoz, Los Libros del Oeste, 2011, 137 págs.

Manuel Vicente González (Puente Castro, León, 1953) es un escritor y editor asentado en Extremadura que ha publicado libros de relatos (Flaco Landuchi, 1999), novelas (Fuera de juego, 1988, prologada por Jorge Valdano; El secreto de Roberto, 1990; El ojo de la luna, 1997; La otra vida de Julia, 2000, y Regreso a Vadinia, 2010) y dos libros de viajes, Las voces apagadas, (2003) y Carretera y manta. Un viaje entre Badajoz y Alentejo (2004), con fotografías de Antonio Covarsí.
De los dos últimos títulos citados, Las voces apagadas trazaba un viaje de regreso a León repleto de recuerdos de la niñez para constatar la intensidad de los cambios que habían transformado el paisaje de la infancia. Carretera y manta contenía un recorrido por el oeste de Extremadura y el Alentejo con salida y vuelta a la ciudad de Badajoz. Pues bien, los “relatos de un trashumante” sitúan su trama en las dos ciudades, León y Badajoz, precisamente los espacios de origen y destino de la cañada leonesa occidental, circunstancia que da sentido al título de la compilación y ocasiona que “a menudo, los personajes del relato parecen no encontrar el acomodo apropiado y dudan si es el Torío o el Guadiana el río en el que acaban de entrar en escena”.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Formas aladas


FORMAS ALADAS

J. A. Iglesias
Badajoz, Del Oeste Ediciones, 135 págs.
Prólogo de José Ignacio García Noriega


Formas aladas es el primer volumen publicado por J. A. Iglesias (1955), un escritor inédito que, como se asegura en la sucinta solapa de portada “vive en la montaña central leonesa, dedicado a la literatura y el esquí”. El libro recoge composiciones de varios poemarios elaborados durante casi tres décadas: Húrtale a mis sueños lo que no alcance a darte (1986-1990), De un viento que viene de Avalon (1991-1998), Orígenes (1999-2005) y Fuego y llama (2006-2008). Afirma García Noriega en el prólogo que el poeta “prefiere decir a soñar aunque ‘soñar es pasar a limpio lo vivido’ y el silencio tal vez sea la máxima expresión de la poesía: ‘Es mi silencio / apacentando lejanías’”. Reproducimos (sin los sangrados, que el blog borra) uno de los escuetos y ceñidos poemas del último libro.

FELINIA

Revuelo de gatos
irrumpe en la noche,
sobresalta el silencio.

Maullidos melosos,
rugidos guerreros,
cubren la helada

...proclaman
los misterios del celo.

Corre Febrero.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Palabras menores


PALABRAS MENORES
(Cortometrajes)

Juan Ramón Santos
Mérida, De la Luna Libros, 2011, 89 págs.


Nacido en Plasencia en 1975, Juan Ramón Santos se dio a conocer con una compilación de textos narrativos breves titulada Cortometrajes (Mérida, Editora Regional, 2004), al que siguieron El círculo de Viena (Gijón, Llibros de Pexe, 2005) y Cuaderno escolar (Mérida, Editora Regional, 2009), además de colaboraciones en libros colectivos como Relatos relámpago (2007) y Por favor, sea breve (2009). En 2010 la editorial pacense Del Oeste Ediciones publicó su única, y extraordinaria, novela, Biblia apócrifa de Aracia.
Ahora la editorial emeritense De la Luna Libros saca Palabras menores, un conjunto de cincuenta micro-relatos que contienen pequeñas historias “con las que me dedicaba a apurar la gramática, a afilar el léxico, a cincelar la prosa [...] con el cuidado de un orfebre”. El sentido del título procede de una anécdota, real o inventada, tanto da, que el autor resume en contraportada: cuando un conocido le preguntó qué escribía y él contestó “Una novela, Ah, eso son palabras mayores, me dijo, y entonces pensé que, de ser así, sensu contrario, aquellas miniaturas, aquellas brevedades [...] no podían ser sino palabras menores, entrañables, benditas, Palabras menores”.
Aunque la compilación incluye varios cuentos, la mayor parte de las composiciones se ajusta al perfil del micro-relato, un subgénero narrativo tradicionalmente postergado por los editores en relación con las formas narrativas mayores. Relacionado con otras estructuras afines (el poema en prosa, la fábula, el aforismo, la sentencia...) son textos en que todo (duración, distribución, efectos...) debe estar minuciosamente sopesado y suelen responder a una idea de sorpresa, de iluminación, que tiene mucho de instantánea, con la se busca un impacto único.
Sin espacio para la complejidad argumental, ni para el diálogo, ni para la caracterización de personajes, el micro-relato se ciñe a una estricta ley de economía artística que deja en la superficie de la narración únicamente los elementos básicos. Entre los asuntos preferidos por Juan Ramón Santos sobresale la propia creación literaria. Así sucede en “Biblioteca” en donde el protagonista no acaba de decidirse por un criterio a la hora de ordenar sus libros, “El roce hace el cariño” en donde el doctor Zhivago y Ana Karenina tienen descendencia libresca, una variación sobre un cuento árabe (“El jardinero y la muerte”) o un par de composiciones que relatan los problemas de un poeta luso de Tras-Os-Montes que deambula por Lisboa acompañado de sus heterónimos.
Son frecuentes, asimismo, las composiciones elaboradas en torno a un tópico lingüístico (“Estás hecho un chaval”, “El genio hay que metérselo en el bolsillo”, “El tamaño no importa”, “¿Y decían que era el tonto de la clase?”) desarrolladas en una dirección insólita que suele rematar con una sorpresa final.
La impresión general viene a confirmar que en una trayectoria narrativa el micro-relato es un subgénero propicio para la experimentación y para la incursión en nuevos territorios temáticos, de modo que la diversidad triunfa siempre sobre la uniformidad. La condensación extrema de una trayectoria vital, el desarrollo narrativo de una imagen literaria (como sucede en “Hogar” en el que, mediante una metominia, se logra recrear unas trayectorias biográficas “ausentes” describiendo únicamente la vivienda), la parodia de narraciones clásicas (“Polinización”), la explotación del ingenio... son algunos de los procedimientos que el escritor pone en juego en la elaboración de unos textos marcados por el tono lúdico, por la precisión léxica y la aversión a la frase hecha, el interés por los juegos lingüísticos (“¿Sabría a qué sabía la sandía”?), el uso de la paradoja, las referencias intertextuales, la ironía y el humor.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Arrojar piedras

ARROJAR PIEDRAS

Javier Pérez Walias
Sevilla, La Isla de Siltolá, 2011, 86 págs.

Nacido en Plasencia en 1960, Javier Pérez Walias es autor de un buen número de poemarios aparecidos en Málaga: Ceremonias del barro (1988), Impresiones y vértigos de invierno (1989), A este lado oscuro del cauce (1992), Cazador de lunas (1998) y Versos para Olimpia (2003). En 2004 la Editora Regional de Extremadura publicó una Antología poética (1988-2003). En la editorial madrileña Calambur vio la luz Los días imposibles (2005), y en 2009 apareció Largueza del instante que había logrado la XVII Bienal de Poesía “Provincia de León”, 2008. Ahora la editorial sevillana La Isla de Siltolá publica su ultimo poemario, Arrojar piedras, dividido en seis bloques: “Arrojar piedras no es un gesto banal”, Hay preguntas que nos acechan”, Las palabras son para arrojarlas”, “Una línea púrpura sobre un mar de piedras”, “Desescombrar” y “Apuntalar la vida es la tarea”. Al segundo de ellos pertenece el texto que reproducimos en que se identifica la tarea del poeta con la del pescador.

CUCHARILLA DE PLATA

Para Isnesmari y Paco

Cada vez que escuchemos
el grito del crujir de los zapatos sobre el tambor de la tierra,
cuando escuchemos el corazón
del agua
agitarse
por una sima
de palomas ciegas
en muchedumbre


¿hacía que remanso del río de la infancia, hacia qué temblor
de sombras,
hemos de lanzar,
padre,
el aparejo de luz (la mariposa de plata)
para que pique


el silencio de la tarde


y su remolino de peces?

jueves, 8 de diciembre de 2011

Tréboles

Tres letras
Tiene cresta y no es gallo
Nunca va a la playa sola


Cinco letras
Vertedera del arado
Receptor de audio


Cinco letras
Al servicio de la reina
Fabricante de cera

viernes, 2 de diciembre de 2011

Palabras menores


PALABRAS MENORES
(Cortometrajes)

Juan Ramón Santos
Mérida, De la Luna Libros, 2011, 89 págs.

Nacido en Plasencia en 1975, Juan Ramón Santos ha publicado varios libros de relatos: Cortometrajes (ERE, 2004), El Círculo de Viena (Llibros del Pexe, 2005) y Cuaderno escolar (ERE, 2009). En 2010 la editorial pacense Del Oeste Ediciones publicó su hasta ahora única, y extraordinaria, novela, Biblia apócrifa de Aracia.
Ahora la editorial emeritense De la Luna Libros saca Palabras menores, un conjunto de cincuenta micro-relatos que frente a la novela constituyen pequeñas historias “con las que me dedicaba a apurar la gramática, a afilar el léxico, a cincelar la prosa” y que Álvaro Valverde ha reseñado en su blog.
Reproducimos uno de estos pequeños y sagaces textos titulado “Invasión”.

“El poeta llegó de Tras-os-Montes dispuesto a conquistar Lisboa, a tomar con su propio tropel de heterónimos el relevo plural de Fernando Pessoa, pero ni siquiera alcanzó el Castelo de São Jorge. Fue interceptado en la Rua da Conceição, nada más subirse al tranvía nº 28, cuando, empeñado en pagar un solo billete para toda aquella gente, acabó discutiendo a gritos con el conductor”.