En su trayectoria narrativa, Fernando Marías (Bilbao, 1958) ha recibido premios notablemente prestigiosos (el primero fue el “Ciudad de Barbastro” por La luz prodigiosa, llevada más tarde al cine): el “Nadal” de 2001 por El hijo de los coroneles, el “Dulce Chacón” de 2005 por Invasor, el “Ateneo de Sevilla” de 2005 por El mundo se acaba todos los días, el “Nacional de Literatura Infantil y Juvenil” de 2006 por Cielo abajo, una narración que encanta a los adolescentes y que a mí me pareció siempre una novela “para todos los lectores”, el “Gran Angular de Literatura Juvenil” de 2008 por Zara y el librero de Bagdag... Pues bien, ahora acaba de lograr el “Premio Primavera de Novela” con Todo el amor y casi toda la muerte, otorgado por un jurado presidido por Ana María Matute (dotado, insisten los medios en estos tiempos de crisis, con doscientos mil euros).
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