“No me quedaba
más recurso que el diario. Y no me arrepiento. A pesar de estar desacreditado
también, el diario es el instrumento de expresión más honesto, porque es el
único que desde el principio se sabe que no es sincero. No pretende adivinar,
como el verso, ni colabora en la locura, como la novela, ni aspira a suplantar
la verdad, como el teatro, ni se maquilla el rostro, como las memorias, ni posa
de pedante, como el ensayo. Participa, sin embargo, de los ingredientes de
todos esos estilos, los buenos y los malos, aunque bien dosificados. Entre
todos ellos, el diario es la manera más inofensiva de mentir”.
(Jesús Zárate.
La cárcel)
Plenamente de acuerdo.
ResponderEliminarGracias por rescatar una novela como esta, del colombiano Zárate, que me tocó bastante en mi juventud. Lástima su prematura muerte.
AMF