Declaradamente
homosexual y misógino, Jacinto Benavente es protagonista de numerosas
anécdotas, la mayoría, tal vez, apócrifas. La que sigue la recoge Rafael Reig
(Cangas de Onís, 1963) en su Manual de Literatura para caníbales (Barcelona,
Debate, 2006).
“Lo había
fundado [el Lyceum Club Femenino] un grupo de mujeres: Victoria Kent, Zenobia
Camprubí, Carmen Baroja y así hasta cincuenta. Querían ni más ni menos que “adelantar
el reloj de España”, como decía María Teresa León con la humildad que la caracterizaba.
Para la inauguración, habían invitado a Jacinto Benavente a dar una charla.
-¿Es un
club de mujeres? –preguntó el dramaturgo.
-El más
moderno de Europa –le aseguró Concha Méndez.
-No, mire,
lo siento mucho. Disculpe, pero no tengo nada preparado y a mí no me gusta
hablar a tontas y a locas. Je, je...”
Hay otra leyenda que dice que un señor se le acercó a benavente y le dijo:
ResponderEliminar- Don Jacinto, mi hijo quiere ser como usted.
- ¿Escritor?
- No, maricón.
Claro que es una leyenda urbana.