El pasado
viernes, 6 de marzo, Juan Antonio Piqueras (Requena, 1960) habló a los alumnos
de bachiller del IES Donoso Cortés y del Colegio Claret de su obra poética, alternando la recitación de los
textos con reflexiones sobre su trayectoria biográfica (tan cervantina, años en
Roma, en la Grecia de Lepanto, en Argel…, como profesor del Instituto
Cervantes) y sobre el sentido de su poesía. De este modo, abordó, al hilo de
las numerosísimas preguntas de los alumnos, temas como las influencias básicas
de su labor creadora y de los lugares en que ha vivido, la razón de su
predilección por la poesía frente a otros géneros, la forma en que irrumpe el
poema, la importancia de los premios, la acogida lectora de los libros de
poesía (y el dinero que puede ganarse escribiéndolos)… Reproducimos uno de los poemas de Atenas
(premio Loewe de poesía de 2012) que, según confesó, “irrumpió” en el mismo lugar
que le da título.
Museo de la Acrópolis
Una mano de
mármol, pero sólo los dedos,
sobre un hombro
de mármol sin cabeza.
Un brazo
erosionado que nadie tiende a nadie.
Un caballo sin
patas.
Un jinete que es
sólo sus muslos.
Diónisos a
pedazos, recompuesto.
Un toro sin
cuernos que está siendo devorado
por un león que
no está,
sólo sus garras.
Admiramos lo
desaparecido.
Tal vez nuestra
cultura nace de estas ausencias,
de lo vacío, de
lo que no hay.
También nosotros
somos lo que queda
de nosotros,
lo que nos
falta, el hueco que nos cuida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario