lunes, 4 de mayo de 2015

Cuentos del día a día


CUENTOS DEL DÍA A DÍA

Tomás Martín Tamayo
Sevilla, Ed. Punto Rojo, 2015, 371 págs.

   Nacido en Campillo de Llerena en 1947, Tomás Martín Tamayo es un reconocido articulista que ha publicado sus columnas en periódicos regionales (Hoy, Diario.es / Extremadura) y nacionales (El Mundo, ABC, Público), una selección de los cuales apareció en 2002 (222 artículos de Hoy). Además de un libros de poemas (Abstracción de la culpa) y una novela (El enigma de Poncio Pilatos), su trayectoria literaria, reconocida con numerosos premios, ha transitado de modo preferente por el relato, lo que le ha llevado a participar en numerosas antologías del género (Narrativa Extremeña actual, Alquimia, 100 narradores hispanoamericanos, Estrechando círculos, La narración corta en Extremadura, Ficciones, Instintos naturales), y a publicar hasta el momento cuatro compilaciones de cuentos: Cuentos de madrugada (1979), Cuentos al alba (1984), Cuentos de la maldita resignación (1997) y Cuentos eróticos (2006), que ofrecen relatos de muy distinto perfil: narraciones de intención crítica, monólogos de un intenso lirismo, instantáneas de la realidad apenas estilizadas, construcciones alegóricas o escenas próximas al esperpentismo, breves narraciones abocadas a una sorpresa final, con una marcada inclinación hacia la expresión directa y concisa, incluso lacónica, con la que erige pequeños mundos narrativos de perfiles ceñidos.
   Ahora ve la luz en la editorial sevillana Punto rojo Cuentos del día a día, que incluye relatos de los libros citados a lo que se suman diez nuevos cuentos y varios microrrelatos (se presenta como una Primera antología). Mientras leía (o releía) los textos en un ejemplar que el autor ha tenido la deferencia de enviarme dedicado, recordé cómo hace varios años recibí el correo de una antigua alumna en que me decía: “Siempre serás una referencia  y un buen recuerdo. Por cierto, he intentado varias veces poner en pie el cuento que nos leíste del dedo de la mala leche, ¿recuerdas?, es de fácil aplicación en muchas ocasiones". El relato que la chica recordaba procede de Cuentos de madrugada y se titula “Acumulación láctea purulenta”. En él, el narrador describe con todo detalle la dolora y fortísima inflamación que sufre en uno de sus dedos sin que pueda adivinar la causa. Tras recurrir a los remedios caseros y visitar al médico, decide consultar su caso con un curandero. He aquí el desenlace de este relato, a la vez grave y divertido.

   “No le hizo gracia mi salida y puso cara de brujo.
         -Déjese de tonterías y escuche. Esto es lo que le he dicho. Es decir, mucha mala leche junta, aunque ha tenido la suerte, la inmensa fortuna de que se le acumule en un inofensivo dedo. En el corazón o en la cabeza, la cosa no hubiera tenido remedio.
         -¿Se me pasará?
         -Hombre, pasar, pasar… ¡Es que ahí hay mucha mala leche! El tiempo, la muerte… Siempre queda algo, pero ya le digo, toda esa mala leche en el corazón sería un desastre. Puede sentirse dichoso.
         -¿Qué le debo?
         -Trescientos euros.
   Me dieron ganas de coger un bastón que había cerca, pero me acordé de mi acumulación láctea ponzoñosa y de sus consecuencias si se me pasaba al corazón. Decidí pagar.
   Cuando salí de allí, después de haber oído que el único remedio era el tiempo, hasta me sentí feliz. Incluso pensé que haber pagado sin rechistar era un síntoma de mejoría. Me encontraba decididamente bien. Llevar toda mi mala leche en un solo dedo no deja de ser una fortuna. Hay otros…” [pp. 95-96]

2 comentarios:

  1. Venga ya. El relato es de Cuentos de madrugada, sí, lo recuerdo bien. Pero el autor, en 1979, malamente pudo haber escrito "Trescientos euros."

    ¿Hay premio por estar atento?

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  2. Naturalmente, los relatos han sido revisados pro el autor para la presente edición.

    No hay premio. Otra vez será.

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