LA EDAD DEL PARAÍSO
Julio César Galán
Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col.
Escena Extremeña, 2016, 109 págs.
Nacido
en Cáceres en 1978, Julio César Galán, doctor en Ciencias de la Educación, ha
sido lector de español en la Universidad de Argel, profesor en la Universidad
de las Islas Baleares y, en la actualidad, en la Universidad de Extremadura. Bajo
heterónimos como Luis Yarza, Pablo Gaudet, Óscar de la Torre o Jimena Alba ha
publicado libros como Gajo de sol
(Abezetario, 2009), ¿Baile de cerezas o
polen germinado? (Ediciones Idea, 2010), La llanura (premio de poesía “Vicente García de la Huerta”, 2016), Introducción a la locura de las mariposas
(Tigres de papel, 2015) y Limados. La
ruptura textual en la última poesía española (Amargord, 2016).
Julio
César Galán ha firmado con su nombre poemarios como Tres veces luz (La Garúa,
2007), Márgenes (Pre Textos, 2014), Inclinación al envés (ERE / Pre-Textos,
2014) y El primer día (Isla de
Siltolá, 2016).
La edad del paraíso es un texto teatral
intensamente experimental que desborda el cauce del propio género mediante todo
tipo de “infracciones”: notas al margen, citas de heterónimos, intervenciónes del
autor (Gil de Biedma es entrevistado por dos periodistas, Julio y César), escenas sin diálogo, reducción de los personajes a símbolos impronunciables… para construir un texto
concebido como “proceso, variación y modulación incesante de sus actos lectores
(espectadores), como mise en abyme,
como matrioska, en donde se juntan lo mismo y lo distinto, lo autobiográfico y
lo ficcional, lo establecido y lo posible; que refleje una serie de versiones,
revisiones, rupturas, parodias, intertextualidades, metatextualidades y
paratextualidades escénicas” [Nota del autor].
Reproducimos
una escena en que Jaime Gil de Biedma, enfermo de SIDA y acompañado de Carlos
Barral, acude al hospital para una prueba médica más.
NUDO V
LA BLANCURA
(Sótano. Luz suave,
amarillenta, ajena al día. Blanco de azulejos temblorosos, de nieve pobre. En
mitad el escenario una gran ventanilla que mira al público. Del fondo surgen
Jaime y Carlos, que poco a poco se acercan a la cristalera. Esperan).
Jaime: En estos sitios nunca hay nadie.
Carlos: Trabajan demasiado, seguro que están
tratando de resolver el enigma de Dios.
Jaime: ¿Es posible que en un hospital se hagan
las consultas y revisiones a su hora?
Carlos: Hemos entrado en una temporalidad
diferente, aquí todo se hace más (habla
pausadamente) len-to-y-pe-sa-do. Estamos dentro de los relojes
reblandecidos. Ahí viene una bata.
Bata: Buenos días.
Jaime: Buenos días, tengo cita a las diez para
una prueba…
Bata: (Mira
unos papeles, saca maquinalmente unos impresos). Apunte aquí su nombre[1],
apellidos DNI y si está de acuerdo con lo que dice, firme.
Jaime: De acuerdo (comienza a leer).
Bata: Ahora mismo vuelvo para recogérselo.
Carlos: Qué alegría de mujer, tiene cara de
acelga recocida.
Jaime:
(Firma). Me he convertido en el número: 72.250.
Carlos: Has leído bien lo que dice.
Jaime: En resumen: Que hay posibilidad de
morir.
Carlos: Le dijiste a Josep…
Jaime: Aún no, esta noche se lo diré. (Pausa). Tengo miedo. Empezará a llorar,
yo lloraré… Estoy viviendo mi propia temporada en el infierno, pero sin
posibilidad de regreso. (Silencio).
¡Cuándo empezarán a enseñarnos a afrontar este tipo de situaciones!
Carlos: De algún modo todos creemos que somos
inmortales, aunque en nuestro caso algo de nosotros quedará. (Pausa). La ciencia avanza deprisa:
pronto encontrarán la vacuna contra esta enfermedad…
Jaime: He llega a pensar en la muerte, pero
nunca la había sentido. Es una sensación extraña. Todo se muestra en presente,
estás fuera de todo.
Carlos: De algún modo ya has conseguido vivir
en un poema.
Jaime: ¿Qué?
Carlos: Convertirte en un…
Bata 2: Jaime Gil de Biedma.
Jaime: Sí, soy yo… (Para sí mismo). Tómate esto con una gran pausa.
(Jaime se acerca a la enfermera. Entra en
otra sala, se pierden entre agujas y un frío olor químico. La figura de Carlos
queda como una interrogación).
[1] Un espectador: La máscara
se llamó persona. Experimento al
personaje. La simetría de la enfermedad que son todas enfermedades. Cuanto más
te acerques al nombre, a la máscara, más te acercarás al escenario.
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