NIEBLA EN ARIZONA
Chiqui Paniagua
Mérida, Editora Regional de Extremadura, col. Escena
Extremeña, 2017, 181 págs.
Ed. Bilingüe.
Traducción al portugués de Fernando Rodrigues.
Nacido en
Azuaga, Chiqui Paniagua estudia Producción de Audiovisuales y Espectáculos en
Sevilla y, posteriormente, Interpretación, Dramaturgia y Dirección Teatral en
la Escuela de Artes Escénicas de Granada. Es autor de cortometrajes como Milagro y Sin cita, y, como director y dramaturgo, de montajes como Mi primera comunión, La conjura de los idiotas y Las hijas de Troya. Desde 2005 es
director del Festival de Cortometrajes “El Milagro” de Azuaga y en 2007 creó la
compañía teatral Morgana Teatro que ha llevado a escena numerosos montajes.
Niebla en Arizona es una “comedia
teatral” que logró el VII Premio de textos teatrales de autor extremeño-FATEX
en 2005 convocado por la Federación de la Asociación Extremeña de Teatro de
Extremadura. Ahora, la Editora Regional de Extremadura publica la obra en una edición bilingüe español-portugués
con una traducción de Fernando Rodrigues.
Localizada en un único espacio escénico, la sencilla trama reúne a dos mujeres
ingresadas (o abandonadas) en un asilo por sus seres queridos en donde se verán
avocadas al olvido, la soledad y la incomunicación, una terrible situación
personal contra la que se rebelarán mediante el ejercicio del autoengaño, la
fabulación, el sentido del humor y el empeño dramático por recordar su pasado.
Reproducimos una escena del segundo acto.
ESCENA 3 [ACTO SEGUNDO]
El
enfermero entra en la terraza de Carmen.
ENFERMERO:
Buenos días, Carmen. ¿Qué película vamos a ver hoy?
CARMEN:
Contigo, ninguna.
ENFERMERO:
Le he traído algunos clásicos.
Deja
tres DVDs encima de la mesa.
CARMEN:
Llévese esa porquería.
ENFERMERO:
En todas aparece el desierto.
Carmen
mira los títulos de las películas. El
enfermero se acerca a la jaula de Juan Gabriel.
ENFERMERO:
Juan Gabriel está todavía muy delgado para hacer un
caldito. (Mete el dedo en la jaula del
canario. Rápidamente quita la mano y deja la jaula balanceándose). Joder,
me ha picado.
CARMEN:
(Sonriente
e irónica). Como te vuelvas a acercar a él, te corto los
huevos. (Carmen coge el vaso con las
pastillas y se las toma). ¡Largo de aquí! (Cuando sale el enfermero, se saca las pastillas de la boca y las
guarda en una servilleta).
Luchi,
que se ha quedado petrificada, se sienta en la hamaca. Entra el enfermero en la
habitación
ENFERMERO:
Buenos días.
LUCHI:
¿Pero qué
hace entrando en mi habitación así como así?
ENFERMERO:
Es la hora de la medicación.
LUCHI:
¿Qué medicación?
ENFERMERO:
Señora, tómese la medicación.
LUCHI:
Yo no necesito pastilla alguna.
ENFERMERO:
No se altere y tómese las pastillas.
LUCHI:
No pienso tomarme nada: estoy perfectamente. La
semana pasada me hicieron un chequeo y el médico dijo que estaba todo bien.
¿Qué os pasa a todos? ¿Queréis volverme loca? Carmen, ¿qué está pasando aquí?
ENFERMERO:
No quiero volver a sedarla.
LUCHI:
Sedarme no. Me tomo las pastillas… (Se toma las pastillas). Oiga, esto es
una intromisión en la intimidad. Entra aquí y me obliga a drogarme.
El
enfermero recoge sus cosas y se va. Luchi, sin saber qué está ocurriendo, se
acerca rápido al muro.
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