El pasado domingo, día ocho de septiembre, se
celebró en la Plaza de España de Don Benito el acto conmemorativo del Día de
Extremadura con la asistencia al mismo de las autoridades de la Corporación
Municipal. Tras la intervención de Luis María Gómez Canseco, Catedrático de
Literatura de la Universidad de Huelva, se procedió al izado de banderas al
tiempo que la Banda Municipal de Música de Don Benito interpretaba los
correspondientes himnos: las atleta Raquel Gómez Martín izó la bandera de
España; Francisco Javier Fernández Martín y Amalia Sánchez-Miranda Cabanillas,
del Club Acuarun, la de Don Benito, y Marisa Sánchez Barbero, presidenta de
AMAL (Amigos y Amigas del Pueblo Saharaui), la de Extremadura. El himo de la
región fue interpretado por Jesús de la Elía.
jueves, 12 de septiembre de 2019
martes, 10 de septiembre de 2019
lunes, 9 de septiembre de 2019
Marquetalia, tus hijos te decimos
MARQUETALIA, TUS HIJOS TE DECIMOS
Antonio María Flórez
Don Benito, ACEM, Col La cigüeña de cristal 2019, 62 págs.
Preliminar del autor
Hijo de madre
extremeña y padre colombiano, Antonio María Flórez (Don Benito, 1969) pasa su
infancia en Marquetalia (Colombia), pero recibe su formación académica de grado
medio en los centros docentes de Don Benito. Circunstancias biográficas
posteriores le han llevado a alternar estancias en Colombia y España, lo que lo
ha convertido en privilegiado testigo del panorama cultural de los dos países.
Además de varios ensayos (como Dalí.
El arte de escandalizar, 2004 o Transmutaciones. Literatura colombiana
actual, 2009) y numerosas colaboraciones en obras colectivas (antologías de
cuento y de poesía, revistas…) ha publicado hasta el momento los siguientes
libros de poesía, galardonados con premios de reconocido prestigio: El
círculo cuadrado (1987), En cámara lenta, junto con el
escritor Flobert Zapata (1989), Epigolatría (1993), ZOO
(poemillas de amor antiecológicos) (1993), El bar de las
cuatro rosas (1995) y Antes del regreso (1997).
A este libro le siguieron títulos como El arte de
torear (2002), Desplazados del paraíso (premio
nacional de poesía “Ciudad de Bogotá” de 2003, publicado ese año en Colombia y
luego en España en 2006), Marquetalia (Un pueblo que rabia) (2003), Corazón
de piedra (2011), Tauromaquia (Antología Trema)(2011), Bajo
tus pies la ciudad (2012), Sabe
que su mirada (2014), La muerte de Manolete. Crónica en
escena (Don Benito, 2014), En las fronteras del miedo (2013,
finalista del premio nacional de poesía del Ministerio de Cultura de 2015)
y Sueños eróticos de un adolescente empedernido (2016).
Como narrador, ha publicado sus relatos en
antologías como Cuento caldense actual (1992), Estrechando
círculos (1999), La narración corta en Extremadura (2000)
y Ficciones (2001). En 2018, la editorial De la Luna libros
publicó un volumen de relatos, Desde entonces vivo para el dolor
Ahora la Asociación Colombo-Española de
Manizales publica en la colección La Cigüeña de Cristal Marquetalia,
tus hijos te decimos, un breve poemario con composiciones que tienen
como referente la ciudad de Marquetalia, en el departamento de Caldas, tan
unida a la vida del poeta, “famosa por sus leyendas indígenas, por su gesta
fundacional, por su oro, su café; pero también por sus avatares políticos, sus
desplazamientos y sus tragedias; es la síntesis pertinaz y simbólica de la
historia nacional” [Nota de contraportada].
Reproducimos uno de los poemas.
¿Este es mi pueblo?
¿Este es mi pueblo?
¿Esta es mi patria?
No. Me resisto a aceptar
que esta porfía de odio,
de pendencias y rencores,
sean mi pueblo y mi patria.
No. La vida es otra cosa:
eran aquellas nubes
que vagaban perezosas
por el cielo diáfano y azul
de mi lejana infancia,
eran los pájaros y trinos
que adornaban el verde
esmeraldado
de los campos florecidos de
mayo,
eran las calles polvorientas
pobladas de hermosas muchachas,
de ancianos recordantes
y niños
soñadores.
No. La vida es otra cosa:
es levantarse al alba
y descubrir el vigor
de los días que nacen,
es caminar la mañana sin prisa
y ver cómo la luz del sol
se desliza radiante por el agua
calma,
es llegar al ocaso
con la sonrisa amplia,
un beso en
los labios
y miles de
abrazos en el alma;
es llegar a la noche
con los sueños intactos,
la palabra plena
y el corazón gozoso,
cantando orgulloso
el claro nombre en paz
de mi
pueblo y mi patria.