lunes, 24 de abril de 2017

Ada Salas en El Pirata


ADA SALAS

Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col. El Pirata, 2017, 61 págs.
Ilustraciones de Fermín Solís

   Junto con el primer volumen dedicado a José de Espronceda, ve la luz esta pequeña antología de poemas de Ada Salas (se anuncian en contraportada los dedicados a Carolina Coronado y a Álvaro Valverde), en una colección, realizada en colaboración con el Grupo de Investigación de Literatura Infantil y Juvenil de la Universidad de Extremadura, que se propone difundir la poesía extremeña, clásica y contemporánea, entre niños y jóvenes. “‘El Pirata’ dará a conocer selecciones de poemas de los mejores autores de Extremadura de siempre, ilustrados por algunos de sus más destacados artistas gráficos, y destinadas, en ediciones manejables, divertidas y rigurosas, a los escolares de la Comunidad – aunque su público pueda ser, en realidad, de cualquier edad-.”. Y, en efecto, esta primera doble entrega reúne a un clásico y a una autora joven y en pleno proceso creador. Nacida en Cáceres en 1965, Ada Salas publicó su primer libro, Arte y memoria del inocente, en 1988 (Universidad de Extremadura, premio “Juan Manuel Rozas”). Desde entonces, y además de un libro sobre la propia escritura (Alguien aquí, Hiperión, 2005) y el ensayo El margen, el error, la tachadura (premio de ensayo “Fernando Pérez”, 2011), ha publicado los poemarios Variaciones en blanco (premio “Hiperión” de 1994), La sed (Hiperión, 1997), Lugar de la derrota (Hiperión, 2003), Esto no es el silencio (premio “Ciudad de Córdoba”, 2008), No duerme el animal (una recopilación de casi toda su obra poética aparecida en Hiperión en 2009), Ashes to Ashes (Ediroa Regional, 20011, en colaboración con el pintor Jesús Palencia) y Diez mandamientos (La Oficina Ediciones, 2016). Ahora, la Editora Regional de Extremadura publica esta breve antología que recoge composiciones de los libros Arte y memoria del inocente, Variaciones en blanco, La sed, Lugar de la derrota, Esto no es el silencio y Limbo y otros poemas. Reproducimos una de los textos seleccionados en que irrumpe de improviso el destello feliz de la niñez y su entorno.

Quién podría creer esta roca
elevada
sobre la luz del mundo
esta
devastación de la belleza.
Y vuelve
realidad: la comida
en el campo
el pez en la costera de tu padre
el río
como un cuerpo secreto

los nombres
que olvidaste
de la felicidad

y han venido de pronto
aquí sobre esta cumbre
saltando entre las piedras

y ha resbalado el pie

y un poco de sangre en la rodilla.

(Villuercas, II)

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