ESPERANDO
LAS NOTICIAS DEL AGUA
Valencia,
Ed. Pre-Textos, Col La cruz del sur, 2018, 59 págs.
Basilio Sánchez (Cáceres 1958) ha publicado los libros
de poemas: A este lado del alba (accésit
del premio Adonáis, 1984), Los bosques
interiores (1993; 2ª ed. Amarú,
2002), La mirada apacible
(Pre-Textos, 1996), Al final de la tarde
(Calambur, 1998), El cielo de las cosas
(Editora Regional de Extremadura, 2000), Para
guardar el sueño (Visor, 2003), Entre una sombra y otra (Visor, 2006) y Las estaciones lentas
(Visor, 2008) y Cristalizaciones (Hiperión, 2013). Ha publicado asimismo dos
libros en prosa, El cuenco de la mano (Littera Libros, 2007) y La creación del sentido (Pre-Textos,
2015). Siete libros suyos (desde Los
bosques interiores a Las estaciones
lentas) fueron recogidos en Los bosques de la mirada (Poesía reunida
1984-2009) (Calambur, 2010).
Sus poemas han sido reconocidos con los accésits del Premio Adonáis y del Premio de Poesía Jaime Gil de Biedma y
ha logrado el Premio Internacional de Poesía Fundación Unicaja, el Premio
Internacional de Poesía TIFLOS y Premio Extremadura a la Creación de 2007.
Ahora, la editorial valenciana Pre-Textos publica Esperando las noticias del agua que, en una nota final, el escritor
define como “un
poema único compuesto por cuarenta y
ocho fragmentos que, de una forma alegórica y utilizando como hilo
narrativo el amor entre dos jóvenes, reflexiona sobre la entereza y la
perseverancia como únicas maneras de sobrevivir al extravío ético de nuestras
sociedades actuales”.
Reproducimos una de las composiciones que reúne
dos ingredientes básicos de la lírica del autor cacereño, la contemplación y la
reflexión, los mismos que contiene este “paseo” por un entorno invernal
(grullas, humedales) en que aflora una melancólica meditación sobre la “música
del mundo” y sobre los escombros de un paraíso perdido y en donde los elementos
paisajísticos admiten una interpretación simbólica (como la casa en ruinas o
esos lugares que se rehúyen: las tabernas, el camposanto).
XV
SIGUE
sin detenerte en las tabernas,
por el camino viejo
que lleva al camposanto
y sortea sus muros.
Contempla al otro lado el
bullicioso
regreso de las grullas
sobre los humedales
y escucha por ti mismo
la música del mundo,
quebradiza en su estructura
secreta,
presentida
desde el primer vacío en las
fogatas
silenciosas del aire.
Reconstruye mi casa sobre el
humo
de los desprendimientos
y sobre los escombros
de lo que alguna vez llamamos
paraíso,
y allí,
sobre una piedra,
espérame.
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