domingo, 31 de enero de 2010
sábado, 30 de enero de 2010
Exactamente mi vida
EXACTAMENTE MI VIDA
(Antología poética, 1990-2007)
Fernando Pinto do Amaral
Mérida Editora Regional, 2010, 147 págs.
Ed. bilingüe; trad. y prólogo de Antonio Sáez
Nacido en Lisboa en 1960, Fernando Pinto do Amaral es autor de seis libros de poemas que ahora Antonio Sáez recoge en esta antología bilingüe de la Editora Regional. En su prólogo, Antonio afirma: “Memoria personal, intimismo y melancolía. Una melancolía plenamente contemporánea y no arcádica, que se sirve de los tópicos de la experiencia y de las referencias culturales para, sin engolamientos, construir su espacio poético, un lugar abierto a diferentes tradiciones y voces [...] que se dan cita para ofrecer una reflexión lenta y continuada, que dura ya casi dos décadas, sobre el tiempo y sus pérdidas irreparables” [p. 10]
Reproducimos uno de estos poemas, en el que uno de los “ecos” que creo percibir es el de los versos de Alberto Caeiro:
ECO
É mais fácil partir quando o silêncio
traspõe a tua voz.
Mais simples celebrar a tão efémera
certeza de estares vivo.
A música do ar esvai-se nas sombras,
tu sabes que é assim,
que os dias correm céleres, não tentes
perseguir o seu rasto – repara
como em abril as avez são felices.
Sé como elas: não perguntes nada,
deixa que o sol responda á flor da tarde
e esquece-te do mundo.
ECO
Es más fácil partir cuando el silencio
traspone tu voz.
Más sencillo celebrar la efímera
certeza de estar vivo.
La música del aire se desvanece en sombras,
tú sabes que es así,
que los días corren veloces, no intentes
seguir su rastro: fíjate
cómo son felices las aves en abril.
Sé como ellas: no preguntes nada,
deja que el sol responda a flor de tarde
y olvídate del mundo.
[de Acédia, 1990]
viernes, 29 de enero de 2010
Rimas romas
Lo cuenta Medardo Fraile en sus memorias (El cuento de siempre acabar. Valencia, Pre-Textos, 2009). Por los años cincuenta del siglo pasado, en un Madrid infestado de versificadores, un epigramista, Juan Pérez Creus, aconsejaba a un buen médico,Francisco Loredo, que no dispersara su talento.
“Pon, Paco, a las musas coto.
Abandona la poesía
y dedícate a la oto
rinolaringología”
Poesía de la experiencia
DESDE UNA BARCA DE PAPEL
Reginal Gibbons
Villanueva de la Serena, Littera Libros, 2009, 97 págs.
Ed. bilingüe; trad. de Jordi Doce
Catedrático de inglés y estudios clásicos en la universidad de Northwestern (Chicago), Reginald Gibbons (Houston, 1947) es un poeta no traducido hasta ahora al español, autor de ediciones bilingües de Luis Cernuda y Jorge Guillén. Ahora la editorial villanovense Litera Libros, cuya colección de poesía está al cuidado de José María Cumbreño, publica Desde una barca de papel (Poemas, 1981-2008), con traducción y prefacio de Jordi Doce. En él, el prologuista afirma: “La poesía de Reginald Gibbons se cuenta entre las propuestas más rigurosas y civilmente comprometidas de la poesía norteamericana contemporánea. Una poesía que contempla el paisaje a la vez opulento y ruinoso el tardocapitalismo y examina no solo el sentido de las viejas palabras (Libertad, igualdad, fraternidad) sino también qué margen de maniobra le queda a quien no renuncia, ahora menos que nunca, a construirse como ciudadano” [Prefacio, p. 9]
jueves, 28 de enero de 2010
Octavio Escobar en el aula "Guadiana"
Octavio Escobar habló de su obra el pasado miércoles en el IES San José de Villanueva de la Serena. Parte de su intervención versó sobre un relato suyo titulado “Un día después del domingo”, que los alumnos habían leído con antelación (réplica, por cierto, a un cuento de García Márquez, “Un día después del sábado”). En un diálogo con los jóvenes, Octavio insistió en la importancia capital de la colaboración del lector en la “construcción” del sentido de un texto literario.
lunes, 25 de enero de 2010
Rimas romas
En un apartado titulado “Tontología” de la revista Carmen que Gerardo Diego dirigía durante los años veinte, el poeta santanderino incluyó una desafortunada cuarteta de uno de los más grandes poetas del siglo XX, don Antonio Machado (“Ni vale nada el fruto / cogido sin sazón, / ni aunque te elogie un bruto / ha de tener razón”). Pero años más tarde Gerardo Diego, uno de los poetas más sobrevalorados del 27, se decidió a emular a Machado, con unos versos dignos de ser grabados en mármol (o, como mínimo, en arcilla):
“Si Dios nos hizo de barro
Dios bendiga mi cacharro”
(“Oda al alfarero”)
Kafka. Revista de Humanidades
[Plaza de los fusilados, de Javier Gaete. Fragmento]
Acaba de aparecer el nº 7 de Kafka. Revista de Humanidades, con colaboraciones (artículos, entrevista, poemas...) del mayor interés y una extraordiaria ilustración de portada.
Acaba de aparecer el nº 7 de Kafka. Revista de Humanidades, con colaboraciones (artículos, entrevista, poemas...) del mayor interés y una extraordiaria ilustración de portada.
viernes, 22 de enero de 2010
Octavio Escobar en España
OCTAVIO ESCOBAR EN EL AULA GUADIANA
VILLANUEVA DE LA SERENA
CASA DE CULTURA
MARTES, 26 de enero a las 8,30 h.
El escritor colombiano Octavio Escobar Giraldo, autor de la novela Saide (Periférica) con la que ganó el Premio Crónica Negra Colombiana y que fue aclamada por la crítica española, visita el próximo lunes 25 de enero la Biblioteca la Bòbila de L’Hospitalet para tener un encuentro con los lectores. La Bòbila es una biblioteca que cuenta con el más importante fondo de novela negra de la Península Ibérica y que realiza periódicamente actividades relacionadas con el género.
Octavio Escobar Giraldo nació en Manizales, Colombia, en 1962 y actualmente es profesor de Literatura en la Universidad de Caldas. Se dio a conocer en España en 2007 con Saide publicada por Editorial Periférica, que recuperaba una novela de 1995 enmarcada en la cotidianeidad de la Colombia de violencia y narcos de los años noventa, recientemente traducida al alemán y al italiano, y en los próximos días presentará una nueva novela en España, publicada por Periférica, titulada Destinos intermedios.
Escobar Giraldo, el más versátil de los autores colombianos de la nueva generación ha publicado además El último diario de Tony Flowers (1995), El álbum de Mónica Pont (ganadora de la VIII Bienal Nacional de Novela José Eustasio Rivera) y 1851. Folletín de Cabo Roto (2007), y libros de cuentos como De música ligera (1998), con el que ganó el Premio Nacional del Ministerio de Cultura, y Hotel en Shangri-Lá (2002).
De otra parte, siguiendo su gira por España, damos cuenta de que el día 26 de enero a las 19 horas, se presentará en la Casa de la Cultura de Villanueva de la Serena (Badajoz), y el día 27 lo hará en sendos colegios de esta localidad y de Don Benito. Los días 28 y 29 de enero, tendrá actividades con los medios de comunicación de la capital española, para, finalmente, retornar a Cataluña donde a principios de febrero tendrá una actividad académica con estudiantes de la Universidad de Barcelona en el Colegio Mayor Penyafort en el marco del programa "Ho tenim negre".
Ver una entrevista a Octavio Escobar Giraldo
http://www.youtube.com/watch?v=MSWSbcNBoks
Narcocorridos en Ciudad Juárez
Yuri Herrera
Cáceres, Ed. Periférica, col. "Largo recorrido", 2010
“Ay, me duele este corrido
que cuenta de mi jefazo”
Tras conseguir el I premio “Otras voces, otros ámbitos” en 2009, la editorial cacereña Periférica reedita ahora Los trabajos del reino en su colección “Largo recorrido” (en que ve la luz, asismismo, Señales que precederán al fin del mundo, su segunda novela). Recuperamos, por ello, la reseña publicada en “Trazos”, el suplemento cultural del diario Hoy, cuando la novela apareció en 2008.
“Ay, me duele este corrido
que cuenta de mi jefazo”
Tras conseguir el I premio “Otras voces, otros ámbitos” en 2009, la editorial cacereña Periférica reedita ahora Los trabajos del reino en su colección “Largo recorrido” (en que ve la luz, asismismo, Señales que precederán al fin del mundo, su segunda novela). Recuperamos, por ello, la reseña publicada en “Trazos”, el suplemento cultural del diario Hoy, cuando la novela apareció en 2008.
Nacido en Actopan (México) en 1970, Yuri Herrera, profesor de Literaturas Hispánicas en Berkeley (California), ha publicado hasta hora el momento una sola novela, Trabajos del reino, premio Binacional de Novela Border of Words en 2003, que ahora da a conocer al público español la editorial cacereña Periférica.
Aunque el autor prescinde intencionadamente de anclajes en el espacio y en el tiempo (apenas un lugar fronterizo, punto de reunión de poderosos al margen de la ley en que pueden oírse “yes como shes, palabras sin eses, y unos que subían y bajaban el tono como si viajaran en cada oración, a las claras se notaba que no eran de tierra pareja”), la trama de esta novela se sitúa en uno de los lugares más peligrosos del mundo, la frontera entre México y Estados unidos, y, más específicamente, en Ciudad Juárez y El Paso.
Por esta ciudad mexicana (es decir, del lado de los buenos) deambula un desheredado más, Lobo, cuyo único patrimonio es un acordeón, una buena voz y una rara habilidad para poner letra y música al mundo de que es testigo. Cuando el Rey, uno de los marcotraficantes más poderosos de la ciudad, lo descubra y lo tome bajo su protección, el muchacho accederá a un ámbito desconocido, lo más parecido a una corte medieval formada por todos aquellos que deben al Rey su destino a cambio de venderle su alma, por ello ninguno será conocido por su nombre: la Bruja y la Niña (siempre coherente consigo mismo, el Rey le robó a otro hombre a su mujer y su hija), el Gerente, el Doctor (pues los heridos del cártel no pueden ser atendidos en un hospital), el Periodista que controla la información que sale de palacio y el Padre que sirve en la corte “a cambio de que el Rey financiara iglesias para enganchar pobres al cielo”. En este entorno, Lobo será el Artista, un compositor de corridos rápidamente promocionado por el jefe, y su misión, como un juglar medieval, consistirá en cantar los “trabajos del reino”. Para Lobo, el lugar es, como le dice la Niña, lo más parecido a la concreción de sus sueños: “Estar aquí es cura, cantor, es bacán, es chilo, es guay, es copado, es padre, cantor, aquí vienen de todas partes y a todos les gusta”, pero pronto podrá ser testigo de las intrigas palaciegas, de la amenaza exterior y del declive progresivo de un pequeño imperio cuya iniquidad es incapaz de apreciar: “él había soportado la humillación de los bien nacidos; hasta que llegó el Rey. ¿Y qué si cruzaba al otro lado el veneno que pedían? Bien se lo tuvieran. Bien se lo tomaran. ¿Qué habían hecho aquellos por los buenos”.
Trabajos del reino es una novela en tercera persona “focalizada”; esto es, comunicada por un narrador que “mira por los ojos” del protagonista, que ofrece solo lo que él puede ver y que, por tanto, exige una colaboración constante del lector, pues este ha de completar los fragmentos que el protagonista no vio, reinterpretar lo que malinterpretó, descubrir los engaños, etc., y todo ello en un registro coloquial lleno de encanto incluso en la expresión de la más brutal violencia: “A mí me reenchila que quieran verme la cara, por eso, a un mula que la otra semana vino a hacerme cuentas baratas le moché los pulgares con unas pinzas, no había necesidad de quebrarlo, pero de menos que se le dificultara empujar los billetes por andar de cabrón, qué no”.
Aunque el autor prescinde intencionadamente de anclajes en el espacio y en el tiempo (apenas un lugar fronterizo, punto de reunión de poderosos al margen de la ley en que pueden oírse “yes como shes, palabras sin eses, y unos que subían y bajaban el tono como si viajaran en cada oración, a las claras se notaba que no eran de tierra pareja”), la trama de esta novela se sitúa en uno de los lugares más peligrosos del mundo, la frontera entre México y Estados unidos, y, más específicamente, en Ciudad Juárez y El Paso.
Por esta ciudad mexicana (es decir, del lado de los buenos) deambula un desheredado más, Lobo, cuyo único patrimonio es un acordeón, una buena voz y una rara habilidad para poner letra y música al mundo de que es testigo. Cuando el Rey, uno de los marcotraficantes más poderosos de la ciudad, lo descubra y lo tome bajo su protección, el muchacho accederá a un ámbito desconocido, lo más parecido a una corte medieval formada por todos aquellos que deben al Rey su destino a cambio de venderle su alma, por ello ninguno será conocido por su nombre: la Bruja y la Niña (siempre coherente consigo mismo, el Rey le robó a otro hombre a su mujer y su hija), el Gerente, el Doctor (pues los heridos del cártel no pueden ser atendidos en un hospital), el Periodista que controla la información que sale de palacio y el Padre que sirve en la corte “a cambio de que el Rey financiara iglesias para enganchar pobres al cielo”. En este entorno, Lobo será el Artista, un compositor de corridos rápidamente promocionado por el jefe, y su misión, como un juglar medieval, consistirá en cantar los “trabajos del reino”. Para Lobo, el lugar es, como le dice la Niña, lo más parecido a la concreción de sus sueños: “Estar aquí es cura, cantor, es bacán, es chilo, es guay, es copado, es padre, cantor, aquí vienen de todas partes y a todos les gusta”, pero pronto podrá ser testigo de las intrigas palaciegas, de la amenaza exterior y del declive progresivo de un pequeño imperio cuya iniquidad es incapaz de apreciar: “él había soportado la humillación de los bien nacidos; hasta que llegó el Rey. ¿Y qué si cruzaba al otro lado el veneno que pedían? Bien se lo tuvieran. Bien se lo tomaran. ¿Qué habían hecho aquellos por los buenos”.
Trabajos del reino es una novela en tercera persona “focalizada”; esto es, comunicada por un narrador que “mira por los ojos” del protagonista, que ofrece solo lo que él puede ver y que, por tanto, exige una colaboración constante del lector, pues este ha de completar los fragmentos que el protagonista no vio, reinterpretar lo que malinterpretó, descubrir los engaños, etc., y todo ello en un registro coloquial lleno de encanto incluso en la expresión de la más brutal violencia: “A mí me reenchila que quieran verme la cara, por eso, a un mula que la otra semana vino a hacerme cuentas baratas le moché los pulgares con unas pinzas, no había necesidad de quebrarlo, pero de menos que se le dificultara empujar los billetes por andar de cabrón, qué no”.
Cuentos ilustrados
EL ARTE DE CONSTRUIR RECUERDOS
Guillermo Mac Lean [textos]
Álvaro Domínguez Gámez [ilustraciones]
Badajoz, Diputación Provincial, 2009, 86 p.
Primer premio de la XII Edición de los premios Cuentos ilustrados.
El primer premio de la decimosegunda edición de los premios “Cuentos ilustrados” ha recaído en El arte de construir recuerdos que incluye tres cuentos (“La visita”, “La siesta en que Marsilio vio al Ford-A andando solo” y “Roccheto Grazzano… ¡la araña ojona!”) del argentino, pero residente en Monterrey (México) Guillermo Mac Lean. Las ilustraciones son de Álvaro Domínguez Gámez (Logroño, 1982).
Con numerosas conexiones biográficas, los cuentos de Mac Lean hablan del exilio y del regreso años más tarde a una Argentina devastada por la crisis económica y las heridas, aún abiertas, de la represión militar, y lo hace en un registro oral plagado de coloquialismos.
“Pensaba en el sufrimiento del pueblo argentino; el de mis amigos tamberos; de los que deambulan por la vida sin ver la luz; de los que se quieren rajar; de los que no están prendidos en los negociados; de los que estudian sin saber qué van a hacer cuando se reciban; de los que vuelven a sentirse “en casa” y al cabo de un tiempo se ocultan en los rincones a llorar su error; de los pibes que no quieren saber nada y se anestesian con pelotudeces, de los artistas plásticos, escultores y creadores que tienen doble laburo porque no pueden sobrevivir, de los que no quieren humillarse como Tarantino con 20 sponsors sobre el diseño; del mozo de la Estrella que labura un turno y medio porque si no lo echan…”
VIII PREMIO DE POESÍA EXPERIMENTAL
VIII PREMIO DE POESIA EXPERIMENTAL
Cristian Porres Sánchez et al.
Badajoz, Diputación Provincial, 2009
Acaba de aparecer el catálogo de la exposición de las obras seleccionadas en el VIII premio de Poesía Experimental celebrada en Badajoz durante el mes de noviembre de 2009. Consiguió el primer premio Cristian Porres Sánchez con un poema titulado “Demostración empírica de la existencia de Dios”. El accésit recayó en una obra de Pura Martínez Llanera titulada “Árbol de la ciencia”.
jueves, 21 de enero de 2010
La atención a la diversidad
Actitudes del profesorado y necesidades educativas especiales
Rosa María Rodríguez Tejada
Badajoz, Diputación Provincial, col, Pedagogía, 2009, 350 pp.
Frente a tantos estudios de pedagogía escritos con una prosa insufrible y realizados por “expertos” que no han pisado un aula en su vida (los mismos que estuvieron a punto de convencerme de que no sé hacer lo único que sé hacer), La atención a la diversidad en la ESO es una monografía de notabilísimo interés realizada por una profesional que ha realizado su trabajo en los centros que el MEC califica, con su estúpida propensión a los eufemismos, como “Centros de Difícil Desempeño”. El resultado es útil para todos los profesores de secundaria, pero en especial para aquellos que atienden a alumnos con problemas de aprendizaje de distinto grado. “La investigación que aquí presentamos nos ha permitido conocer cómo viven ellos, profesores y alumnos, la realidad cotidiana de los institutos, lo que sin duda tiene mucho que ver con su calidad de vida”.
Con frecuencia, su análisis pone el dedo en la llaga:
“Como dice Hargreaves (1996) los profesores se encuentran sobrecargados, experimentan una intolerable sensación de culpabilidad, su trabajo se intensifica y la falta de tiempo ejerce sobre ellos una presión despiadada. Se piensa que la solución de todos los males que la sociedad genera (guerras, drogas, tráfico, salud, alimentación, consumo, valores…) tendría que resolverlos la escuela […] Todo se echa en los hombros de los profesores. Los docentes de la ESO son, además de profesores, consejeros de padres y estudiantes, cuidadores de los alumnos, enfermeros, oficinistas y, si las circunstancias lo requieren, operarios del Centro Escolar (porteros, electricistas, carpinteros, limpiadores…). Están al servicio de los escolares, de los padres y de la Administración, Y son, además “cabeza de turco” de la opinión pública. Son lo que Halsey (1980) llama la “papelera de la sociedad”: receptáculos políticos en los que se deposita sin ceremonia lo no resuelto por la sociedad y los problemas insolubles” (pp. 121-122)
lunes, 18 de enero de 2010
sábado, 16 de enero de 2010
miércoles, 13 de enero de 2010
Para explicar la nieve
PARA EXPLICAR LA NIEVE
Santos Domínguez Ramos
Sevilla, Angaro, 2009, 70 págs.
Hace unos meses Santos Domínguez Ramos consiguió el premio “Angaro” de 2009 (en 1995 Jesús García Calderón fue accesit de este mismo galardón con La moneda secreta), con un poemario marcado por la idea de la muerte, identificada en el primer poema con “un jueves que me mira / desde el reino incontable de los hielos”. El poeta se sabe abocado a una muerte cierta, procede de una nada y avanza hacia otra (“es memoria de nieve, preludio de cenizas”), en un mundo glacial donde, como una clepsidra “destila el hielo / la lenta transparencia de sus gotas”.
Para recordarnos esta certeza, el poeta recuerda a Vallejo y los jueves con aguacero o cómo “desbocados de espanto / relinchan esas noches los caballos” (como sucede la noche en que es asesinado el rey Duncan en Macbeth) o la muerte de Cristo, como hace en este espléndido poema (“Inclinación del rito”) que se abre con una cita de Rilke (“No tengo sino arroyos de lágrimas y leche”):
Santos Domínguez Ramos
Sevilla, Angaro, 2009, 70 págs.
Hace unos meses Santos Domínguez Ramos consiguió el premio “Angaro” de 2009 (en 1995 Jesús García Calderón fue accesit de este mismo galardón con La moneda secreta), con un poemario marcado por la idea de la muerte, identificada en el primer poema con “un jueves que me mira / desde el reino incontable de los hielos”. El poeta se sabe abocado a una muerte cierta, procede de una nada y avanza hacia otra (“es memoria de nieve, preludio de cenizas”), en un mundo glacial donde, como una clepsidra “destila el hielo / la lenta transparencia de sus gotas”.
Para recordarnos esta certeza, el poeta recuerda a Vallejo y los jueves con aguacero o cómo “desbocados de espanto / relinchan esas noches los caballos” (como sucede la noche en que es asesinado el rey Duncan en Macbeth) o la muerte de Cristo, como hace en este espléndido poema (“Inclinación del rito”) que se abre con una cita de Rilke (“No tengo sino arroyos de lágrimas y leche”):
Todo era femenino: la luna en parasceve,
la luz blanca del día,
la liturgia de abril, azul tras las almenas,
la nube deslumbrante, la madre dolorosa.
Todo era femenino en el perfil del rito.
No mira los claveles ni huele la azucena.
Ya la prisa o la pena inclinan su figura
a la puñalería verde de las palmeras.
Con el significado etimológico de “preparación”, “parasceve” designa al viernes, día en que los judíos preparaban la comida para el sábbat, en tanto para el Cristianismo acabó designado el Viernes Santo, víspera de la Pascua que Jesús se disponía a celebrar con sus discípulos. Tal vez para un creyente no haya imágenes más desoladoras que las que transcurren entre que Jesús expira un viernes a las tres de la tarde (el descendimiento, el entierro... todo ha acabado) y el momento de su resurrección (que nadie espera). En ese tramo se sitúa el poema, evocando la muerte de Jesús reflejada en el dolor de la Virgen, pero todo ello convertido ya en rito; esto es, en una ceremonia repetida en la que la Dolorosa, ligeramente inclinada hacia delante (para transmitir la impresión de que camina), avanza sobre un paso procesional sumida en su dolor, ajena a su entorno de claveles y azucenas. Pero ¿por qué comparecen en el poema las almenas, la nube deslumbrante y las palmeras? Pues... porque estaban allí (y aún pueden verse en otro libro del autor: Cáceres, palabras de luz, Cáceres, Ayuntamiento, 2008).
martes, 12 de enero de 2010
lunes, 11 de enero de 2010
Antecedentes y coincidencias
viernes, 8 de enero de 2010
Antecedentes
ANTECEDENTES
Julián Rodríguez
Barcelona, Mondadori, 2010, 105 págs.
Antecedentes, recoge, como señala el autor en un prólogo, composiciones en prosa y verso iniciadas en el verano de 1997. Tres años más tarde el autor separó, por razones editoriales, unas de otras y publicó dos libros: Nevada (Sevilla, Renacimiento, 2000), que recogía los poemas, y Mujeres, manzanas (Mérida, Editora Regional, 2000), que reunía veintidós piezas narrativas presentadas como “parte de un proyecto narrativo de mayor envergadura”. Ahora, Julián Rodríguez ha vuelto sobre su primera intención e incluye algunos de los poemas y relatos de aquellas dos obras.
Resulta interesante recordar que cuando aparecieron, José Luis García Martín subrayó en una reseña el parentesco entre ambas:
“En Indicios terrestres, el escueto y estremecedor diario de Marina Tsvietáieva, se basa el relato “Palabras” [de Mujeres, manzanas]: “Vivían en la calle de Boris y Gleb, frente a dos árboles, en una buhardilla. Como era el tiempo de la Revolución no había pan, ni harina, sólo patatas. Con las vigas de la buhardilla encendía la estufa. Cambiaba viejos libros por fósforos”. El poema “Deseos”, de Nevada, comienza de la siguiente manera:
“La mujer,
que vive en la calle Boris y Gleb,
encendió la estufa a la una y cuarto
y calentó sus manos
junto al hierro oxidado.
Afuera nieva.
Si abre la ventana ve dos árboles,
los árboles que vigilan el hambre
de cada paseante”.
miércoles, 6 de enero de 2010
domingo, 3 de enero de 2010
Sepulcro en Tarquinia
Antonio Colinas y Javier Alvaíns
Mérida, Editora Regional, 2009, 47 págs.
La Editora Regional de Extremadura acaba de publicar esta espléndida edición de “Sepulcro en Tarquinia”, “un poema escrito en Italia por Antonio Colinas, caligrafiado e iluminado por Javier Alcaíns, Cáceres, 2002”. En su blog, Miguel Ángel Lama da cuenta de la procedencia del texto y de la condición del ilustrador cacereño. Nos limitamos a recoger en el blog una muestra de esta verdadera joya bibliográfica, la ilustración de la página 14, en la que aparecen estos versos:
“si me vieras junto a esta mesa oscura
con la manta y los vidrios de colores,
con el fuego apagado, sin más fuego
que este de aquí del pecho, de aquel otro
de tus días pasando apresurada
hacia el lago y la noche y los jardines,
si me vieras,
si supieras”