viernes, 16 de diciembre de 2022

No oigo tu palpitar

NO OIGO TU PALPITAR

Miguel Ángel Sánchez Rafael

Madrid, Ed. Villa de Indianos, 2022, 173 págs. 

   Miguel Ángel Sánchez Rafael nació en Llerena (Badajoz) en 1967. Diplomado en Enfermería por la Universidad de Extremadura, forma parte de la Unidad de Hospitalización de Salud Mental de su localidad. Actor y director en el grupo teatral Susurro Teatro, ha publica-do narraciones cortas y algunos artículos de opinión en diversas revistas y periódicos. Varios de sus textos aparecen recogidos en Once cuentos de cuaderno y un enxiemplo popular, publicado en 2007. En 2020 salió a la luz Lady Galatea, que aúna metaliteratura y realismo psicológico. Ahora ve la luz su segunda novela publicada por la editorial Villa de Indianos, No oigo tu palpitar (verso de un tango que recuerda con frecuencia el protagonista) cuya trama sigue la trayectoria biográfica del abuelo del narrador, Estalinao, hombre de condición humilde que sobrevive junto con su familia durante las décadas convulsas del siglo pasado en un área pobre y periférica por donde pasan, tras el ventarrón de la guerra civil, los años de la penuria de la “victoria” y del abandono institucional que solo dejan abierto a los más desfavorecidos el camino del exilio. Impulsado por el amor y la admiración a su abuelo, por preservar su memoria (“para que después de muerto no se muera nunca”), Gabriel, el narrador, construye junto con la memoria de su abuelo un terrible testimonio social de un entorno de gentes humildes sometidas a los poderosos en unas aldeas abandonas por sus habitantes en busca de sustento, como sostiene el abuelo: “Al final solo quedarán piedras y cruces”. Reproducimos un fragmento que refleja la dificultad para sobrevivir con un oficio digno.

    “En Trovarranas a mi abuelo nunca le faltó el trabajo para ahorrar y emprender una nueva vida junto a mi abuela, pero sus pretensiones de ahorro no le alcanzaban con las cuantías de los jornales ni con la suma prometida de don Ramiro para el día que se licenciase. Cuatrocientos duros y otros cuatrocientos más que ganase le parecían poco para ofrecerle a mi abuela cuando se casaran. Así que se agenció otras garnachas con las que incrementar los ahorros. Se instruyó en la poda de olivos y viñedos, elaboraba ciscos con la leña sobrante de la poda, aprendió a cocer la piedra de cal y voceaba por las calles del pueblo y por los de alrededor la venta tanto del cisco como de la cal. También se ofrecía para herrar mulas y cortarles las pezuñas a las vacas y para capar lechones y hebillar marranos. De un panal de abejas que extrajo del hueco de un olivo, que le costó más de cien pica-duras, armó un apiario de hasta medio centenar de colmenas de las que sacaba sus buenas arrobas de miel. Luego las enfrascaba en tarros de arcilla que él mismo confeccionaba con un torno casero que improvisó con una rueda, algunos listones viejos de madera y de hierro y un tablero de expremijo para escurrir los quesos”. [p. 67].

 

jueves, 15 de diciembre de 2022

De traslación

DE TRASLACIÓN

Pureza Canelo

Valencia, Pre-Textos, 2022, 123 págs.

   Pureza Canelo (Moraleja, Cáceres, 1946) se da a conocer en el panorama poético con la obtención del Premio Adonais 1970. Durante los años 1975-1983 dirige el Departamento de Actividades Culturales Interfacultativas de la Universidad Autónoma de Madrid, y en 1977 funda el Aula de Cultura y Biblioteca Pública de Moraleja. En 1975 obtiene una Beca Juan March de creación literaria, y en 1982 disfruta de una beca similar otorgada por el Ministerio de Cultura. Desde 1999 fue directora gerente de la Fundación Gerardo Diego hasta su cese voluntario en 2019. Ha sido galardonada con los premios de poesía Juan Ramón Jiménez (1980) del Instituto Nacional del Libro Español y Ciudad de Salamanca (1998). En 2007 dona su archivo y biblioteca particular a la Diputación Provincial de Cáceres. En 2008 recibe la Medalla de Extremadura como reconocimiento a su obra literaria. Recibe, en 2009, de la Unión de Bibliófilos Extremeños el Homenaje del Día del Bibliófilo y con ese motivo se publica en torno a su obra el volumen Esfera Poesía. Recibe el Premio de Poesía Francisco de Quevedo de la Villa de Madrid en 2009. En 2010 obtiene el Premio de Poesía Ciudad de Torrevieja. En 2013 es elegida académica de número de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes y en 2016 toma posesión de su plaza con la lectura del discurso de ingreso «Oeste en mi poesía», y es contestado por Antonio Gallego Gallego. Entre sus títulos figuran Celda verde (1971), Lugar común (1971), El barco de agua (1974), Habitable (Primera poética) (1979), Tendido verso (Segunda poética) (1986), Pasión inédita (1990), Moraleja (1995), No escribir (1999), Dulce nadie (2008), Poética y Poesía (2008), A todo lo no amado (2011), Cuatro poéticas (2011), Oeste (2013), Oeste en mi poesía (2016), Retirada (2018), Habitable (Antología poética, 1971-2018) (2019), Palabra Naturaleza (2020), Poemas y otros nidos (2020).

   Con base en la intuición de un verso de un libro anterior (“Todo lo vivido está escrito en la bóveda celeste, es mi pizarra”, Retirada), los poemas de De traslación se suceden por parejas en páginas impar/par repitiendo los mismos epígrafes (Pizarra / Celeste): dos planos antitéticos que enfrentan el ámbito del universo (el firmamento, el orbe, lo celestial) a lo terrenal, en que se sitúa la naturaleza, el ser humano y la creación (la pizarra), en tanto la poesía se ocuparía de comunicar ese proceso de “traslación” de lo terreno a lo celeste, de lo particular a lo universal. Con un marcado predominio de los tonos metapoéticos, de la reflexión sobre el propio proceso creador, la expresión formal (“No conozco / lo convencional/ en la escritura”) se resuelve en un estilo lacónico, elíptico, sin elementos conectores (artículos, nexos gramaticales) hasta dejar en el verso solo palabras de significado pleno, como anuncia el texto de apertura: “Pizarra / celeste . // Ayúdame a poesía”). Reproducimos una par de composiciones “enfrentadas” tal como a parecen en el libro.

PIZARRA                                           CELESTE

Puntos cardinales                              Por descarte

solución                                            la única edad

inconclusa.                                       reconocible

                                                        del Universo

Nadie vio                                           está en mí.

cuatro

costados                                            Asignación

alrededor                                          unida

de la esfera.                                      a escritura.

 

Imaginarios                                       La sintaxis

perviven.                                           se ofrece

                                                        anhelante.

Desvanecidos                                   

se ofrecen.

                                                        Pierde

Malgastan                                         hasta los huesos.

el espacio.

 

No desear                                          En eso

otra dimensión                                  estamos

que una soledad                                ella y yo.

barra libre

del pensamiento.                               En la bárbara

                                                        conjugación

                                                        existo.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Beethoven (Sugestiones)


 BEETHOVEN

(Sugestiones)

Tomás Pulido y Pulido (José de Hinjos)

Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col. Rescate, 2022.274 págs.

Edición, introducción y notas de Beatriz Pulido Flores

Ilustraciones de Eulogio Blasco

 Beatriz Pulido Flores (Madrid, 1974). Licenciada en Derecho y Periodismo, ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes medios de prensa. Destaca su presencia durante más de una década en las páginas de la sección local de Madrid del diario El Mundo, donde se especializó en temas culturales, con innumerables crónicas sobre teatro, música, fotografía y, de modo especial, sobre ópera en el Teatro Real y diversos festivales como Photoespaña. En el mismo diario ha sido firma habitual de la sección «Con Mucha Cara», especializada en entrevistas a personajes de actualidad. Ha publicado artículos de opinión en revistas como Qazris, Viajes, Metrópoli, Salud Extremadura, así como reportajes de investigación en publicaciones como Origen o Vida Rural, entre otras. En 2001 obtuvo el primer accésit del concurso literario de relato breve Cruzando Culturas, con La última nota.

   La obra que ahora rescata la Editora Regional de Extremadura al cuidado de Beatriz Pulido Flores fue la segunda publicada por Tomás Pulido y Pulido (Cáceres, 1896-1978), después de El Divino Morales. Ensayo íntimo (1926). Tras ella (aparecida en 1927) verían la luz San Pedro de Alcántara en la Plaza de Santa María de Cáceres (1955) y, ya póstumas, Datos para la Historia Artística cacereña (1980) y Notas para la Historia de Cáceres (9180). “Se podría definir a Tomás Pulido –considera la autora de la edición- como un hombre que siempre anduvo buscando las huellas de otras huellas y en ese caminar, en ese escudriñar, fue dejando sin querer las suyas propias, a veces en forma de cartas, de fichas y apuntes, y otras de libros o artículos de prensa” [p. 44]. Reproducimos un fragmento del bloque titulado “La obra. Prometeo encadenado”. 

Dolor, dolor, dolor

   Beethoven, en estos años postreros de su infortunada vida, tan pródiga en dolores físicos y morales, según nos cuenta su emocionante biografía, llega a adquirir proporciones verdaderamente apocalípticas. Antes, en aquellas obras tan bellas, tan ingenuas, tan delicadas y tan perfectas, de su juventud, y en aquellas otras de los frecuentes optimismos de su madurez, llegaba a encontrarse una mínima par-te de él mismo, tan mínima que en ocasiones pueden confundirse con composiciones de otros autores contemporáneos. Era que por entonces no había llegado el momento de traspasar los límites de la inspiración normal humana. Ahora, en cambio, en sus obras más sinceras, en aquellas donde da rienda suelta a sus sentimientos perturbados por hondos estados psicológicos, por fortísimas inquietudes intelectuales, no puede decirse que exista un solo momento, que haya una sola nota, en que no nos muestre lo más íntimo de su corazón lacerado. Fue entonces cuando se calificó de locura su genio incomprendido. Si ya en su vida privada aumentaron hasta el colmo sus amarguras, el vacío que se le hizo a aquel pobre sordo al dar a conocer estas obras despedazaron aún más su alma atribulada. Veía escapársele la existencia con su ambición ideal no satisfecha. Hondamente apesadumbrado, aquella vida inmortal concluyó por entenebrecerse hasta el punto de que a su muerte, pudo resumirse aquella comparándola a un rosario cuyas cuentas van haciéndose cada vez más grandes, más voluminosas, encontrándose en cada una de ellas, fuertemente grabada, la palabra Dolor. [pp. 145-146].

martes, 13 de diciembre de 2022

La Raya

LA RAYA

Una historia de contrabando

Fran Serrano

Badajoz, Editorial Intemperie, 2021, 219 págs.

   Nacido en Oliva de la Frontera, Fran Serrano ha desarrollado su carrera profesional en diferentes ámbitos de la psicología, principalmente en el ámbito social y sanitario. Como miembro del Grupo de Análisis de la Realidad Social de la Universidad de Extremadura ha participado en diferentes proyectos e investigaciones. Fue miembro fundador de la Asociación Extremeña de Terapia Familiar y de la Escuela de Terapia Familiar Milenia, y actualmente el secretario de la Federación Nacional de Terapia Familiar. En la actualidad es director del Centro Psicoworking en Badajoz, donde ejerce como psicólogo y psicoterapeuta. También trabaja en la Fundación Atenea, en el proyecto Caixa Proinfancia, y en la Asociación Cuéntame algo que me reconforte, dedicada a elaborar cuentos para niños en cuidados paliativos. Autor de numerosos poemarios y libros de relatos premiados en distintos certámenes, publicó en 2021 una novela singular, La Raya, subtitulada “Una historia de contrabando”, que sitúa su trama en unos campos y una aldea fronterizos con Portugal, del que les separa el río Ardila (en cuya margen portuguesa se levanta el castillo de Noudar). A lo largo de las cuatro estaciones de 1950 acompañamos a unas gentes humildes en su brega cotidiana por la existencia abandonados a su suerte y sin el menor amparo institucional (pero sí con la constante vigilancia represora de las fuerzas del orden). Próxima a los postulados temáticos y formales de la narrativa del realismo social, la novela presenta unas vidas humanas en el límite de la subsistencia que se presentan  e interrelacionan desde su condición profesional. Conocemos así al molinero, al piconero, al pastor, al peón caminero, a las costureras, al tendero, al ladrón, a las mujeres y a los niños, y junto a ellos a los protagonistas de la “historia de contrabando” anunciada en el subtítulo: Diego el mochilero y los guardias que lo persiguen sin tregua. Con una prosa rica y precisa, el narrador consigue transmitir las pasiones de unos seres humanos sometidos al ventarrón de la historia en un entorno rural periférico que si por un lado condiciona su presente y su futuro tiene, por otro, algo de refugio, a la vez que ofrece un precario y peligroso medio de vida. Reproducimos un fragmento que, como tantos otros, atiende tanto a la acción novelesca como al entorno en que transcurre (un paisaje rural descrito pormenorizadamente en todos los momentos del año).

    “Las ovejas rodean una zona de jaras y se acercan comisqueando hacia el cauce del arroyo. El tímido sonido de sus cencerros se mezcla en armonía con el del agua arremolinada. La que va primera se para en seco y alza la cabeza mirando al frente. Ceniza se adelanta unos pasos y fija su mirada en la vereda que sale entre las encinas, por lo que Dionisio entiende que viene alguien por ese lado. Aparece silenciosa una abubilla con su vuelo combado, como dando saltos en el aire. Se posa en una piedra y mueve su cabecita hacia los lados como un robot. Unos segundos después aparecen y la abubilla se aleja con su canto alegre, como si quisiera que la siguieran. Cuatro guardias civiles con su primo Diego en medio, andando a paso ligero. Pasan a su lado sin decir nada, como una procesión de ánimas. Las miradas incómodas dominan el escenario. El sargento Padilla lo mira fijamente, él mira a su primo, su primo mira el pasillo que han hecho las ovejas para que pasen, un guardia mira al sargento, la perra Ceniza mira a Dionisio, y una pareja de cuervos posados en una piedra los mira a todos. Después los ve alejarse camino del cuartel, mientras escucha el tintineo suave de los cencerros y el sonido de un pájaro. Parece el chirrido de una puerta vieja que se abre y se cierra deprisa una y otra vez. Puede ser un martín pescador. En otra ocasión se hubiera acercado a verlo, siempre le ha parecido el pájaro más hermoso que existe. Pero ahora no tiene tiempo, debe ir a avisar a la Reme” [p. 26].

 

 

martes, 29 de noviembre de 2022

Vida salvaje


 VIDA SALVAJE

Juan Ramón Santos

Madrid, Hiperión, 2022, 76 págs.

Premio “Valencia” Institució Alfons el Magnànim 

   Licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas, Juan Ramón Santos (Plasencia, 1975) trabaja como gestor cultural en su ciudad, donde coordina con Nicanor Gil el Aula de Literatura "José Antonio Gabriel y Galán". Entre 2015 y 2019 fue presidente de la Asociación de Escritores Extremeños. Es autor de los libros Palabras menores. Cortometrajes y Cuaderno escolar, con los quedó finalista del Premio Setenil al mejor libro de relatos publicado en España en sus ediciones de 2005 y 2009, así como de El círculo de Viena, Palabras menores y Perder el tiempo, también de cuentos. Ha publicado, además, las novelas Biblia apócrifa de Aracia, El tesoro de la Isla, El verano del Endocrino (con la que, bajo el título de Fuera de órbita, quedó finalista del Premio Nadal en 2018), El síndrome de Diógenes, Premio Felipe Trigo en la modalidad de narración corta en 2019 y La muerte del Pinflói, así como dos libros de poemas, Cicerone y Aire de familia. En 2021 ganó el XXIX Premio Edebé de Literatura Infantil con el libro El Club de las Cuatro Emes. Ha traducido del portugués las novelas Lo invisible, de Rui Lage, y Las primeras cosas, de Bruno Vieira Amaral, y la obra de teatro El testimonio de Alabad, de Nuno Pino Custódio. Mantiene una sección dedicada a la reseña y recomendación de libros en la web www.planvex.es bajo el título "Con VE de libro". Ahora la editorial Hiperión publica Vida salvaje, que agrupa los poemas en tres bloques. El primero de ellos, “Día de campo” es el que da sentido (un sentido irónico) al título del libro. Contiene poemas en que evoca su niñez en mundo rural, en una naturaleza de paisajes prístinos y afanes fatigosos,  contemplados con ligero acento elegíaco y una expresión clásica en que predominan las composiciones en endecasílabos blancos y un léxico sencillo. El segundo bloque, “El emboscado” contiene haikus de las cuatro estaciones del año inspirados en fotografías de Nicanor Gil. El tercero, “Aprendizaje”, está dominado también por un tono elegíaco al dar cuenta de la pérdida de numerosos seres queridos. Reproducimos una de las composiciones del primer bloque, que, en dos frases, recuerdan un mundo de “belleza elemental” del que hoy solo quedan las cenizas.

 

LABORES

El golpe exacto de la hoz,

la suavidad con que las plantas del tabaco

iban siendo acostadas en el surco

y luego, viejos lechos sin dosel,

sobre el remolque, la coreografía

–un hombre en cada altura- con la que eran

tendidas a secar en los alambres,

luego el frío, la lumbre, las manillas,

tronco pelados, clavos herrumbrosos,

y los fardos cuadrados con esmero

con los que relataban la labor.

Había en todo ello una cadencia,

una callada economía de gestos

que era fruto del uso, no del cálculo,

una belleza elemental, sincera,

un modo de vivir pegado al suelo

que el tiempo, despiadado, ha consumido

hasta dejar apenas las cenizas.

lunes, 28 de noviembre de 2022

De poetas

          De poetas

    Creo que la repetida afirmación de tantos poetas de no considerarse integrantes de corriente o grupo algunos, interpretada frecuentemente como una “boutade”, traduce, en una lectura más benévola y, probablemente, más cierta, la sensación del verdadero poeta de caminar sin compañía, de deambular por un territorio desconocido, como un descubridor inseguro de sus hallazgos, como un pionero cuyas fundaciones no sabe si serán reconocidas algún día. Trabaja en el empeño de hacer algo nuevo con el riesgo probable de no ser comprendido, pues “no siempre la actualidad es capaz de reconocer el valor de algo a lo que es ajena por cuanto no le pertenece, por cuanto es una desviación recién aparecida de lo anterior, una evolución que aún la historia no ha demostrado que sea válida” [Portillo, S.] No opera en ellos un desmesurado propósito fundacional (de un movimiento, de una escuela), pero tampoco se resignan a la efímera popularidad de los epígonos. Aspiran, naturalmente, a elaborar una obra maestra (ese es el sentido de tanto esfuerzo), pero son conscientes de la improbabilidad de su empeño y de la seguridad de la falta de reconocimiento, pues la obra que “escrita en un tiempo preciso, escapa de su pequeña historia singular y textual para pertenecer a todos los momentos de todas las épocas sin ser exclusiva de ninguno” siempre será, como recordaba Portillo, extraña al presente ya que “su esencia literaria la sitúa en el pasado y su excelencia literaria la proyecta hacia el futuro, de modo que, en nuestro caso, no caben preocupaciones: si de pronto apareciera el genio, no estaríamos en condiciones de reconocerlo” [Hidalgo Hidalgo Bayal, G.]. El empeño por hallar un itinerario personal, no importa si está lleno de deudas lectoras, impulsa la búsqueda de una expresión individual de temas universales, en textos únicos e irrepetibles, impulsados en una dirección que tiene la originalidad como meta y la ininteligibilidad como riesgo, pues, en palabras de Ramón Nieto, el poeta “trabaja y crea más allá de sus límites, quizá porque la creación -como el universo- se encuentra entre su límite y unos centímetros más allá, donde no sabe qué hay, o a lo sumo sospecha que hay una irradiación. Algunos han cruzado ese insondable punto donde lo material se vuelve evanescente, y no han querido regresar”. Y esta misma impresión nuclear comunican las brillantes metáforas lorquianas: “El poeta que va a hacer un poema tiene la sensación vaga de que va a una cacería nocturna en un bosque lejanísimo. Un miedo inexplicable rumorea en el corazón. Delicados aires enfrían el cristal de sus ojos. La luna, redonda como una cuerna de blando metal, suena en el silencio de las ramas últimas. Ciervos blancos aparecen en los claros de los troncos. La noche entera se recoge bajo una pantalla de rumor. Aguas profundas y quietas cabrillean entre unos juncos... Hay que salir”.

   Sí, tal vez sea esta la razón y todos los poetas (y no solo los poetas andaluces de Alberti) cuando escriben se encuentren (o se sientan) singularmente solos.

domingo, 27 de noviembre de 2022

Conversaciones con Mariel

CONVERSACIONES CON MARIEL

Víctor Valadés Paredes

Madrid, Amargord Ediciones, 2022

    Nacido en Don Benito  Víctor Valadés Paredes tiene una ya larga relación con la poesía desde su primera juventud. En 2002 ganó los Juegos Florales de Primavera del colegio Claret de su ciudad, y no será hasta 2012 que publique su primer poemario, Enredada calma, en el Servicio de Publicaciones de la Diputación de Badajoz, en la Colección Alcazaba de poesía, con éxito de crítica. A partir de ahí, empieza a entrar en contacto con la Asociación de Escritores Extremeños, en cuya revista El Espejo, colabora en varias entregas con haikus, microrrelatos y algunos  poemas. En 2015, vuelve a ver publicado de nuevo un libro de poemas en la misma Colección Alcazaba, Alcobas de luz. En 2019 colabora con un cuento en un libro solidario de la Asociación Afal. Conversaciones con Mariel, que ahora publica en Amargord Ediciones, es su primer libro fuera de Extremadura. “La historia de la literatura –considera el poeta- nos enseña que las obsesiones de un poeta suelen reiterarse: el amor y el desamor, el miedo y el tiempo, la memoria, la lengua y sus reflejos… y yo añadiría que todo esto produce imágenes que alimentan el hado de Conversaciones con Mariel”. Entre la imaginación y la profunda reflexión sobre el sentido de la vida, el libro es “un acercamiento a la manera que tenemos de entendernos a nosotros mismos. Últimamente he escuchado mucho que la poesía no se explica, que hay que dejar reposar el verso que se lee para que transforme. Quizá este poemario implica una mirada, hacia adelante donde está lo que es y no es realidad, y hacia atrás, en la imaginación donde reside una marioneta escondida, sin hilos, por eso la imagen que se forma en nosotros es extraña”.

La luz de la imagen nos hace daño

 

La felicidad es extraña con los que emigran

sin sentimientos entendidos, en una ventana cerrada

que no deja pasar la luz.

Si miramos desde la calle, vemos el corazón de una mujer dolida.

 

En la intimidad de ese corazón, en ese irrealizable paraíso

está el deseo de una lacrimosa mirada,

la increíble sensación de ser sostenido

por la dulzura de un enjambre de abejas,

y la sencillez de acariciarlas.

 

Creo pensar

que la vida llega en su momento para no estar nunca…

 

Retroceder para mirar si en algún recodo

hay la misma herida que aquí;

la luz rota como un espejismo que predica

la imagen de un oasis,

la luz que nos limita hacia el símil de una velocidad austera

cuando cae la arena en un tiempo

que se define en ese instante.

 

Sigo, y a la vez pienso; amo a una muchacha

cuyo poder es el pétalo, el más indefenso

de una jurisdicción que viene de la infidelidad.

 

miércoles, 23 de noviembre de 2022

Pasodoble

PASODOBLE

José A. Ramírez Lozano

Sevilla, Extravertida Editorial, Col. Naginata, 2022, 125 págs.

 

   José Antonio Ramírez Lozano (Nogales, 1950) inició su obra narrativa con Don Illán (Orihuela, 1978), una novela corta con algunas de claves de su mundo narrativo, a la que han seguido otros muchos títulos. Los aparecidos  a partir de 2000 son Los reinos de Artemón (Algaida, 2001), El capirote púrpura (Algaida, 2003), Iscariote (Algaida, 2005), La flor del toronjil (Junta de Castilla-León, 2007) La oca de oro (Menoscuarto, 2008), El sueño de la impostura (KRK, 2009), Las manzanas de Erasmo (Algaida, 2010), Habas contadas (Diputación de Badajoz, 2010), El crimen de Ampurio Pinto (Diputación de León, 2012), El domador de zapatos (Diputación de Badajoz, 2015), El relojero de Yuste (Ediciones del Viento, 2015), Los celos de Zenobia (Pretextos, 2016), El camello de oro (2018), Un calcetín de lana rojo (2019) o Las nueces del más allá (2020). Ahora la editorial sevillana Extravertida publica Pasodoble cuya trama arranca con la noticia (recogida por la prensa durante los años noventa en que sitúa la trama) de la avería del Fortuna, el yate del Rey, frente a las playas de Chipiona, sin que este motivo tenga, como un macguffin literario, desarrollo narrativo, pues el interés se dirige hacia el desasosiego alborozado entre las gentes más castizas de Chipiona y Sanlúcar de Barrameda ante el percance real. Este es el inicio de una obra barroca y coral protagonizada por una variopinta fauna castiza: coplistas y toreros, un mendigo confidente, guardias civiles, un etarra seductor, opositores a notariado, muchachas virginales, una duquesa roja, viejas aristócratas postulantes, conocidos unos por sus nombres, otros por epítetos próximos fónicamente, empeñados en proyectos delirantes (garantizar la seguridad del Rey, conseguir dinero para comprarle un nuevo yate) contemplados con una mirada a la vez caricaturesca e indulgente heredera del esperpento, como anuncia la cita inicial y ciertos guiños literarios (“Sácanos de este infierno, Marantino”). El protagonismo, sin embargo, corresponde a un estilo propio inconfundible, marcado por el humor, la imaginación desatada y los constantes hallazgos verbales con ligero sesgo arcaizante. Reproducimos un fragmento en que un grupo de personajes consigue contactar, a través de la médium Cuca Antón con Lola Flores.

          “—Lola, divina, ¿me escuchas?

         —Sí, sí que te escucho, Cuca. Pídeme, pídeme por esa boquita, arma mía.

         —Mira, Lola, que quiero pedirte también que, por favor, intervengas en lo del rey.

         —¿Pero qué es lo del rey, Cuquita mía? ¡Ay! ¿No me irás a decir que le pasa algo malo a Su Majestá?

         —Tragedia, ninguna, querida Lola. Se trata de que se le ha averiado el Fortuna aquí mismo, frente a la playa de Chipiona, y la ETA lo está rondando.

         —¡No puede !

         —Sí que lo es. Ahí tienes, si no, el martirio de Teresita. Pues anda que si no es por ella que paga el golpe con su honra, hoy a lo mejor estaba de luto España entera. Y lo que más nos extraña no es que se haya quedado en el barco, que sus razones tiene; lo que más nos ha extrañado es que no se haya dirigido a la nación.

         —Eso será —absuelve la diosa— que lo ha cogido sin el papé. Como tú sabes que él habla siempre por escrito... Ahora, que lo que voy a hacé es mandarle un ciento de arcángeles rubios marineros, de los de doña Concha, pa que lo traigan a Madrí en palmitas. ¿Qué te parece? ¿Eh, Cuquita?

         —Que muy bien, Lola, divina. Que, para que lo sepas, varias personas buenas de aquí, de las que creen en ti y aman nuestra España, han organizado para mañana una verbena benéfica para contribuir a la compra de un nuevo yate real. Dime, ¿estarás, Lola?

         —Estaremos. Tú no te preocupes, Cuquita, hija, que doña Concha y yo y yo y Camarón y hasta el Generalísimo y yo, aunque no de cuerpo, lo estaremos de espíritu en el arma de la copla y en el meneo de los pasodobles. ¡Viva España!” [pp. 91-92].

 

martes, 22 de noviembre de 2022

Poesía reunida [2001-2021]

POESÍA REUNIDA

[2001-2021]

José Antonio Zambrano

Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col. Poesía. Serie Mayor, 2022, 393 págs.

Edición, introducción y notas de Miguel Ángel Lama

   José Antonio Zambrano (Fuente del Maestre, 1946) es autor de una extensa y notabilísima trayectoria poética de la poesía española de las últimas décadas. El profesor Miguel Ángel Lama había preparado una primera antología titulada Poesía (1980-2000) para la editorial De la luna Libros, que recogía composiciones de doce poemarios, desde Canciones y otros recuerdos (Universitas Editorial, 1980) a Después de la noche (Calambur, 2000), ambos prologados por Ricardo Senabre. Ahora el mismo estudioso prepara esta segunda antología de otras dos décadas de creación poética de Zambrano. Los poemas proceden de los libros Amor mío, la vida (2003), Las orillas del agua (2003), Soleares. A cantar las doce (2004), Treinta minutos de libertad (2006), Apócrifos de marzo (2009), Tonás de los espejos (2013), Lo que dejó la lluvia (2014) y Ahora (2019) además de incluir siete poemas inéditos. En la introducción a la obra (“Aspirar a un poema. Lecturas de la poesía de José Antonio Zambrano”), el profesor Lama recuerda algunas aproximaciones a su obra en prólogos a sus poemarios de Miguel Casado, José Luis Bernal, Alonso Guerrero, Ramón Pérez Parejo o Luciano Feria y subraya la  profundidad humana y los valores formales de su obra: “El insistente pulimento a que somete sus libros el escritor extremeño es proverbial, y es el culpable de esa consideración que tiene del oficio de escribir –insisto- como tarea afanosa en pos de la palabra más precisa. Esto es visible también en la concepción del libro como un todo orgánico que necesita una estructura, una disposición que suele servir también de supersignificante de la intención del poemario” [Introducción, p. 22]. Reproducimos una de las composiciones inéditas.

 

QUÉ MÁS PUEDO PEDIR

Qué más puedo pedir

si este día tiene el celo pegadizo de otros

y cabecea como rama de encina.

 

Hay en su entorno

una mancha de agua

que impide fijar su simpleza

el rumbo compulsivo de un secreto,

sin menguar lo que aloja

el peso de los párpados,

y sin temer que nada

ocupe este renglón como tu nombre,

como tú misma

vestida únicamente de pudor.

 

Y aún así

qué podré detener de esta visión,

de esta gris norma de soledad

si por tus lados todo

abre mi puerta y vive.

 

lunes, 21 de noviembre de 2022

Trenzas de invierno

TRENZAS DE INVIERNO

Irene Reveriego Caro

Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col. Geografías, 2022, 75 págs.

    Irene Reveriego Caro (Badajoz, 2003) cursa estudios de Filología Hispánica. Ha publicado diferentes textos en revistas y redes sociales, y experimentado con géneros como la videopoesía. En 2019 su relato "La oscuridad cegó su esperanza" recibió el Premio Felipe Trigo en la categoría juvenil. Ahora la Editora Regional de Extremadura publica Trenza de invierno que agrupa los poemas en cuatro bloques con los epígrafes de los meses de invierno, de diciembre a marzo, lo que otorga al libro algo de la condición de un diario que recoge motivos como el paso de la infancia a la juventud, el descubrimiento del amor y de la poesía o el recuerdo de los destellos dichosos de la niñez, como sucede en la composición que reproducimos (en que desde el mes de enero se evoca una estampa estival con la niña junto al mar).

 NIÑA DE SAL

 Ahora confundo la arena con migas

de un pan de la infancia

Y miro a los lados buscando algo de aquello

Eso que me espera paciente

en algún lugar de mi memoria

y que me niego a pensar que ha muerto

Aquella risa de niña me viste

como en esas tardes de cielos azules

en las que mis vestidos coloreaban

todos los océanos

con una ingenuidad tal

que podría haber nacido mil veces en un solo día

Y confundo las olas con mis manos de entonces

jugando a ser invisibles en un mundo

demasiado tangible como para ser cierto

Y de repente el sol

bañándome y pintándome entera de luz

Me miro las piernas y me confundo con el ayer

El ayer de entonces

 

domingo, 20 de noviembre de 2022

Yolanda Regidor en el Aula Guadiana




   El pasado viernes, 18 de noviembre, abrió Yolanda Regidor las actividades del Aula Literaria Guadiana del presente curso académico. En dos brillantes ponencias (ante alumnos de bachillerato por la mañana y ante el  público en general por la noche), la escritora repasó su trayectoria literaria, desde el inicio de su vocación literaria, el sentido de sus novelas comentado a partir de sus cuidadosísimos títulos (La piel del camaleón, Ego y yo, La espina del gato y La última cabaña), los motivos reiterados en ellas como síntomas de obsesiones íntimas o la complejidad sustancial de la condición humana.
 

martes, 15 de noviembre de 2022

La última cabaña

LA ÚLTIMA CABAÑA

Yolanda Regidor

Barcelona, Ed. Lumen, 2022, 260 págs.

    Yolanda Regidor (Cáceres, 1970) se licenció en Derecho y cursó un máster en Psicosociología. Es formadora ocupacional y trabaja como asesora jurídica y docente en proyectos de inserción sociolaboral. Debutó con La piel del camaleón (Arcopress, 2012), novela que tuvo una acogida muy buena por parte del público y de la crítica, y fue lectura recomendada por la Real Academia de Extremadura de las Letras. Con su siguiente obra, Ego y yo (Almuzara, 2014), logra el XXX Premio Jaén de Novela. Su calidad literaria vuelve a ser reconocida con su tercer trabajo, La espina del gato (Berenice, 2017), novela ambientada en el momento histórico de la Guerra Civil y en la que sorprende con un registro inesperado. Su última obra es La última cabaña, una novela sobre la soledad y la vida salvaje, que ha sido publicada por Lumen (Penguin Random House) en marzo de 2022. Sus relatos han sido publicados en varias antologías y ha colaborado con artículos en revistas y varios medios impresos. Ahora la editorial catalana Lumen publica La última cabaña en cuyo arranque adivinamos una huida en busca de refugio y aislamiento en una cabaña junto a un bosque en las proximidades de una aldea. Traumatizado por unos recuerdos que iremos conociendo, el protagonista inicia un diario que recoge los nimios episodios que vive en el presente con la evocación de unos episodios dramáticos (la muerte de un hermano, el despego de los padres, una ruptura amorosa, la violencia sangrienta de la guerra) que lo han llevado a este último asilo en una situación anímica extrema en las fronteras del suicidio. Las personas y los animales de que se rodea (todos solitarios como él, un lobezno huérfano, una anciano que acaba de perder a su esposa, una joven viuda) y el ejercicio de la escritura (y de la constante reflexión personal) irá reconstruyendo un personalidad reconciliada con su propia condición, una trayectoria vital contada con una prosa brillante y precisa atenta a los matices repleta de lúcidos hallazgos (“El dolor ajeno siempre nos parece menor. Con la dicha sucede al contrario”). Reproducimos un fragmento que presenta a dos seres desamparados, el personaje prófugo de su entorno y el lobezno que ha perdido a su madre y a sus hermanos.

    Bócklin ha aullado. Ha respondido a los suyos.

   Anoche, mientras yo leía junto al fuego, levantó la cabeza de su cesto y se sentó con las orejas erguidas. Pensé que alguien se acercaba a la casa y también me puse a la escucha de cualquier ruido extraño. Eran aullidos, no demasiado lejanos. Y el cachorro estiró el pescuezo y soltó el suyo: uno corto y desafinado que creo que nos sorprendió a los dos.

   Tras el asombro, él bajó el morro y volvió a dormirse, pero a mí me quedó una amarga sensación que aún me dura esta mañana. Fue una señal, un aviso, un recuerdo de que no me pertenece. Ha sido un detonante del miedo, un adelanto de los días tristes que habrán de venir cuando crezca —lo hace demasiado rápido—, cuando ya no me necesite y se vaya, del momento en el que yo tenga que aceptar no saber qué será de su vida ni pueda ya protegerlo.

   Los meses pasarán enseguida y sucederá. Sé que debo ir haciéndome a la idea, pero también sé que esa misma idea, capaz de protegerme del daño futuro, envenenará un poco mis días felices. Es inevitable. El temor siempre está ahí cuando amas. Amor y miedo no se pueden desligar. Acaso sean la misma cosa.

   Cuando amas, estás perdido, porque este sentimiento es siempre interesado, como el miedo. Los dos responden a la necesidad de seguir viviendo.