viernes, 27 de septiembre de 2024

Portugal, diez siglos de historia


 

PORTUGAL, DIEZ SIGLOS DE HISTORIA (XII-XXI)

Fernando Cortés Cortés

Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col. Estudio, 2023, 238 págs.

Maestro y Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Sevilla, doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Extremadura, y doctor en Pedagogía por la misma Universidad, Fernando Cortés Cortés (Montijo, 1944) es profesor de Secundaria que ha impartido docencia en el IES Bárbara de Braganza y en el Instituto Español de Lisboa. Profesor invitado en la Faculdade de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidade Nova de Lisboa, catedrático de Geografía e Historia e inspector de Educación desde 1990, fue Director General de Ordenación, Renovación y Centros de la Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología del gobierno extremeño hasta 2003. Ha sido director de la Revista Estudios Extremeños, fundada en 1927, en dos periodos, 1995-2004 y 2009-2022.

En 2016 fue nombrado Cronista oficial de la ciudad de Badajoz; es académico y consultor de la Sociedade Arqueológica Lusitana y miembro del Consejo Asesor de Antropología, Folklore y Patrimonio Etnográfico de la Asamblea de Extremadura, junto a otras muchas actividades pedagógicas y académicas. Autor de numerosas publicaciones que atienden un amplio campo, desde el estudio de la demografía histórica a la investigación sobre la enseñanza y la situación de las escuelas y maestros en el siglo XIX, y de modo singular sobre la escuela en Extremadura meridional: también ha publicado textos que abordan las guerras carlistas o relacionados con la historia de Portugal. Estas investigaciones le han deparado diferentes reconocimientos, como el primer galardón de Geografía e Historia de los III Premios de investigación científica para profesores de enseñanzas medias María Zambrano, el primer premio de Ciencias Sociales José Mª de Calatrava, o el concedido por el Ayuntamiento de Don Benito a la Investigación Histórica. Ahora la Editora Regional de Extremadura reedita en su colección “Estudio” Portugal, diez años de historia (XII-XXI) que traza un recorrido por esto tramo temporal “mientras sigue los patrones de la historiografía portuguesa al tiempo que relaciona cuando es preciso ese devenir en el tiempo con el de nuestro país, que al cabo comparte momentos, acontecimientos y nombres que se unen, definitivamente, en la pertenecía común a la Unión Europea” [Texto de contraportada”]. Reproducimos un fragmento en que se aborda el episodio más destacado de la historia lusa en el siglo XX. 

   “Las consecuencias de los sucesos del 11 de marzo son importantes, ya que, por un lado, van a provocar una radicalización del proceso revolucionario —con el aumento de las nacionalizaciones de empresas y las ocupaciones de tierra en el Alentejo como base de la Reforma Agraria, de tal forma que las ocupación de fincas se producían antes de que hubiera una decisión jurídica que las amparara— y, por otro, se iniciaba "la reacción" a ese proceso que parece va a concluir con la instauración de un sistema socialista-colectivista en el que obreros, campesinos y soldados detenten el poder: es el momento, extendido hasta el golpe de noviembre de 1975, de puesta en marcha de la reforma agraria, de modo especial con las llamadas unidades colectivas de producción, de amplio desarrolle en el Alentejo, en el que llegaron a gestionar más de un millón de hectáreas de suelo cultivado. Así, por medio de varios cientos de disposiciones legales dictadas, se establecieron los procedimientos jurídicos sobre las expropiaciones y nacionalizaciones de la tierra. La valoración que del proceso se ha hecho es profundamente divergente y ha sido considerada como la reforma agraria más profunda jamás efectuada y como el más bello resultado del proceso iniciado el 25 de Abril. Para otros, es uno de los elementos más negativos de la Revolución ya que ni los terratenientes recibieron los importes de las indemnizaciones fijadas, ni tampoco los grupos beneficiados abonaron cantidad alguna.

   Se iniciaba el llamado Verão Quente, un tiempo de tensión extrema, de reivindicaciones permanentes, de numerosos sucesos desestabilizadores, de confusión y hasta de caos. Con graves incidentes como los desarrollados el 13 de julio de 1975, con el asalto a la sede del Partido comunista, primera manifestación de una serie de acciones violentas contra los partidos de izquierda e inicio de una campaña terrorista con objetivos "anticomunista". [pp. 172-173].

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