sábado, 14 de agosto de 2010

Juegos de verano

EN CAPRI

(NUEVE CONSTELACIONES)

Desde el Belvedere de Tragara puedo ver hacia el norte la costa de Nápoles y, allá al frente, Sorrento y la alta mole del Vesubio. Los músicos tocan cerca una melodía lánguida que invita a vivir gozosamente este instante mágico. Sandro me da un sorbo de limonchelo y siento en el paladar un sabor fresco y delirante. Un vendedor callejero le ofrece pañuelos y un abalorio novedoso que me compra, mientras pone sobre la mesa una pequeña rosa menor que mi anillo. He conseguido, al fin, librarme de un pasado lacerante y ahora solo existe esto: el mar azul, el aroma a limón, el sonido de un violín cercano...

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