jueves, 14 de diciembre de 2017

Burlas y veras de Don Juan


BURLAS Y VERAS DE DON JUAN

Jacobo Cortines
Sevilla, Fundaciónn José Manuel Lara, 2007, 265 págs.

   Jacobo Cortines nació en Lebrija (Sevilla) en 1946 y estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Sevilla, de la que ha sido profesor de Literatura Española. Entre sus publicaciones destacan las traducciones de Petrarca; los estudios sobre Don Juan de Mozart (1992); Itálica famosa (1995); la adaptación musical en español de El Barbero de Sevilla (1997); la recopilación de artículos Separatas de Literatura, Arte y Música (2000); el libro de memorias Este sol de la infancia (1946- 1956) (2002); y la edición de la Obra selecta I, II y III de Joaquín Romero Murube (2004). Como poeta, es autor de Primera entrega, Sevilla, 1978; Pasión y paisaje, Barcelona, 1983; Carta de junio y otros poemas, Granada, 1994; Carta de junio y nuevos poemas, Sevilla, 2002; Consolaciones, Sevilla, 2004, libro por el que obtuvo el Premio de la Crítica, Nombre entre nombres, Sevilla, 2014, y Pasión y paisaje. Poesía reunida (1974-2016), Sevilla, 2016. Una amplia antología de su obra ha sido traducida al italiano Passione e paesaggio (Poesie 1974-2016) al cuidado de Matteo Lefèvre, Roma 2017. Por el conjunto de su obra poética ha recibido el Premio Internazionale Fondazione Roma: Ritratti di Poesia, 2015. En 1996 ingresó en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.
   En 2007, la Fundación José Manuel Lara publicó Burlas y veras de Don Juan, un conjunto de ocho ensayos sobre uno de los mitos mayores de la literatura española y universal, que he leído en un ejemplar que el autor, visitante del aula Guadiana el pasado mes de noviembre, ha tenido la gentileza de enviarme. Desde su aparición en 1617 con el título de El burlador de Sevilla (cuya paternidad se disputan Tirso de Molina y Andrés de Claramonte, el personaje y su trágica trayectoria vital atrajo a numerosos escritores tanto españoles (Alonso de Córdova y Maldonado, Antonio de Zamora, José Zorrilla, los hermanos Machado), como extranjeros (Molière, Byron, Mérimée, Alejandro Dumas), además de las versiones operísticas de Acciaiuoli Melani, Bertati Gazzaniga o Mozart.  Los textos, a la vez rigurosos y amenos, desembocan en una consideración final que destaca la doble condición del mito, a la vez sevillano y universal.

   "Don Juan cristalizó en la Literatura y en el Mito desde la propia identidad de Sevilla. Fue la ciudad con su historia, su geografía, su religiosidad, sus tradiciones, su nombre y su renombre, la que conformó al personaje de Don Juan y lo eligió para que la representase. Don Juan surgió de Sevilla, pero no para quedarse en ella, sino para lanzarse al mundo, cumpliendo el destino de una ciudad con vocación universal. Porque Sevilla no era una, sino múltiple: oriental y occidental, pagana y cristiana a un tiempo, tan europea como africana y americana, pícara e idealista. Una ciudad que necesitaba otros espacios para no reducirse al pintoresquismo y a la vulgaridad a los que le ha llevado su ensimismamiento último. Don Juan era un sevillano que llevaba dentro de sí el germen de esa universalidad que caracterizaba a su ciudad, y por eso encontró en los Molière, Mozart, Byron, Zorrilla y tanto sotros escritores que no fueron sevillanos a sus más cabales continuadores. Mientras Don Juan sea universal, será sevillano. Si por el contrario se le intentase arrebatar esa universalidad, en aras de un acendrado localismo, entonces no pasaría de ser una mera anécdota del nombre de Sevilla" [pp. 252-253].

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