viernes, 15 de diciembre de 2017

Fragmento para un réquiem


FRAGMENTO PARA UN RÉQUIEM

Alberto da Costa e Silva
Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col. Letras portuguesas, 2017, 133 págs.
Traducción y prólogo de Luis María Marina

   Nacido en Sao Paulo en 1931, Alberto da Costa e Silva es un diplomático, ensayista e historiador que, además, ha publicado ocho libros de poemas; O parque e  outros poemas (1953), O tecelão (1962), Alberto da Costa e Silva, fia, doba e tece (1962), Livro de linhagem (1966), As linhas da mão (1978), A roupa no estendal, o muro, os pombos, (1981), Consoada (1993) y Ao lado de Vera (1997).
   Ahora, la Editora Regional de Extremadura publica en su colección Letras portuguesas una selección antología de sus textos al cuidado de Luis María Marina (Cáceres, 1978), diplomático, ensayista y poeta, como el autor brasileño, y traductor de números autores lusos (Nuno Júdice, Ana Luísa Amaral, Rui Knopfli, António Ramos Rosa…). La poesía de Da Costa e Silva -considera el prologuista- expresa “con un hábil manejo de los metros clásicos y modernos (del soneto a la prosa poética; del poema corto, casi un apunte, al largo), con un tono elegíaco, pero que, por sereno y apegado a lo real, nunca cae en lo saudoso. Razones  que acercan su modo de decir al de la mejor poesía universal de esa centuria. Y de esta manera acaba misteriosamente por confluir con siertos veneros de la propia lífrica de su lengua, también la más duradera, que corren por encima de las fronteras nacionales, abriendo sugerentes e inagotables caminos: los desbrozados, de nuevo en tres continentes, y siempre en un característico tono menor, por Pessoa, Drummond de Andrade o Knopfli. Con todos ellos, el niño que Da Costa e Silva fue ayer, hoy, canta.” [Prólogo, p. 26].
   Reproducimos una de las composiciones en que el poeta regresa a la ciudad de la niñez.

APARIÇÃO EM FORTALEZA

Ruas e sombras de Fortaleza, meninas doces,
árvores velhas onde esqueci a infância que foi
tão triste e tão pouca, cidade onde o amor
está tombado a teus pés,
frágil e puro
como uma flor.
Onde caminho cercado pelos meus fantasmas,
entregue aos meninos que são o que fui,
embabado pela pureza de minhas própias palavras,
cansado, tão cansado, Fortaleza,
quase perdido por vos haver perdido.

Roteiros de bicicleta pela praça do Carmo,
ganando as distâncias das longas alamedas,
revendo as frágeis moças que passam
na doçura morna das tardes,
recompondo a imagen dos vendeiros encarapitados nos burricos mansos,
a suavidade dos contornos, a brisa envolvente, os oscilantes jardins,
os longos e inesperados encontros con o desconhecido,
os pressentimentos  de inúteis e infindáveis viagens
do menino triste, sentado no muro, a mãonzinha no queixo.

Cidade do meu pai enfermo. Minha cidade.
Cidade onde se pode chorar sobre os muros de saudade.
Cidade feita para as lágrimas e para adeuses,
para súbitas e inexplicáveis alegrías.
Cidade onde o mar quebra
com o impulso de velhos maninheiros náufragos
que súbitamente retornassem à pureza das praias.


APARICIÓN EN FORTALEZA

Calles y sombras de Fortaleza, muchachas dulces,
árboles viejos donde olvidé la infancia que fue
tan triste y tan corta, ciudad donde el amor
esté tendido a tus pies,
frágil y puro
como una flor.
Donde camino rodeado por mis fantasmas,
entregado a los niños que son el que fui,
arrullado por la pureza de mis propias palabras,
cansado, tan cansado, Fortaleza,
casi perdido por haberte perdido.

Paseos en bicicleta por la plaza del Carmo,
ganando la lejanía de las largas alamedas,
mirando una vez más a las mozas que pasan
en la dulzura tibia de las tardes,
recomponiendo la imagen de los venteros encaramados en borricos mansos,
la suavidad de los contornos, la brisa envolvente, los oscilantes jardines,
los largos e inesperados encuentros con lo desconocido,
los presentimientos de inútiles e inacabables viajes,
del niño triste, sentado en el muro, la manita en la barbilla.

Ciudad de mi padre enfermo. Mi ciudad.
Ciudad donde llorar sobre muros de saudade.
Ciudad hecha para las lágrimas y los adioses,
para las súbitas e inexplicables alegrías.
Ciudad donde el mar rompe
con el impulso de viejos marineros náufragos
que súbitamente regresasen a la pureza de las playas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario