jueves, 16 de junio de 2022

Japón desde Extremadura

 

JAPÓN DESDE EXTREMADURA

Noriko Yamashita

Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col. Viajeros y estables, 2021, 110 págs.

Prólogo de Pedro González, Kensihinkan dôjô

    Noriko Yamashita (Aomori, Japón 1981) es licenciada en Lengua Española por la Universidad de Kanagawa y en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca; en esa misma universidad se ha especializado en Historia del Arte. Desde hace casi dos décadas enseña lengua japonesa en diferentes instituciones, desde el Instituto de Lenguas Modernas de la Universidad de Extremadura a la escuela de idiomas de la Cámara de Comercio de Badajoz. En la actualidad preside la asociación Centro Hispano Japonés de Extremadura y publica con frecuencia artículos sobre cultura japonesa en la revista Shibumi. Ahora la Editora Regional de Extremadura publica Japón desde Extremadura, un conjunto de textos situados en un terreno fronterizo entre la narración y el ensayo, dividido en dos grupos: en un “calendario oriental”, bajo el epígrafe de los meses del año, se recogen reflexiones sobre la cultura japonesa tradicional y su relación con China, los comienzos de una escritura nipona autónoma, los profundos contrastes (y algunas similitudes) con la cultura española, el significado de sutiles conceptos japoneses en la frontera de la intraducibilidad o ciertas conexiones entre la mitología oriental y la grecolatina. Un segundo bloque (“Mi vida extremeña”) contiene relatos viajeros por varias ciudades de la región (Plasencia, Mérida) y apuntes biográficos de una autora fascinada por este territorio y sus gentes. Reproducimos un fragmento que gira en torno al antiquísimo consumo del té.  

 AGOSTO

¿Qué es Matcha?

    El matcha (Matsu: polvo, cha: té) es el té verde en polvo de tencha, pero no es el té verde sencha que se toma cotidianamente en Japón. El tencha se cultiva cuidadosamente evitando con una cortina de bambú la fuerte radiación solar, para que así crezcan las hojas blandas y contengan más umami (el quinto sabor junto con dulce, salado, ácido, amargo; el sabor agradable).

   El matcha fue introducido en Japón en el siglo XII por un monje budista llamado Ésai. A par-tir del período Kamakura (1185-1333) el Shogunato de Minamoto mandó a los monjes budistas a China y Ésai fue uno de ellos. Al principio el matcha se tomaba entre los monjes budistas para poder concentrarse durante el zazen o meditación sentada (Za: sentado, Zen: meditación) y también para relajarse lo suficiente para meditar. Por lo que los templos budistas se encargaban de cultivar el té y celebrar entre ellos una competición por su té. Actualmente el matcha de Uji tiene el prestigio de ser el primer té cultivado en Japón, y por su calidad.   

   En Azumakagami (libro de historia publicado en el período Kamakura) viene una anécdota de Esai: cuando el tercer Shógun (gobernador) Sanetomo Minamoto tuvo resaca, Esai le obsequió con matcha traído de China. Desde entonces, duran-te el período Kamakura (1185-1333), el matcha se puso de moda entre las familias guerreras (bushi o samurai). Hasta el período Muromachi (1336-1573), se tomaba como un tipo de medicamento, y durante el Shogunato de los dos primeros de los tres grandes shoguns: Nobunaga Oda y Hideyoshi Toyotomi, período de Azuchi-Momoyama (1573-1603), se estableció el té para disfrute de la clase social alta para tomarlo en la ceremonia de té”. [pp. 45-46].

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