La primera edición de
las Estampas de Francisco
Valdés, aparecida en Valladolid en 1924
en la colección “Libros para amigos” dirigida por José María Cossío, contenía
cuatro estampas. La última es la que ahora publica la Editora Regional de Extremadura con el título 8 estampas
extremeñas con su marco, al cuidado de José Luis Bernal Salgado y de uno
mismo. Valdés fue en su época un fino crítico literario, como lo confirman
obras como Resonancias (1932) o Letras (Notas para un lector), publicada
en 1933 (en 1993 la Editora Regional sacó una edición de la obra al cuidado
también de José Luis Bernal, sin duda el mejor conocedor de la obra del escritor
dombenitense). Pero Valdés también fue un narrador estimable, autor de textos
como el que sigue (en el que, ahora que lo releo, me parece percibir ecos de
las acotaciones escénicas de las Comedias bárbaras de Valle Inclán).
"Un zagalillo plañe, en la lejanía, rústicas
coplas delicadas. Lavan las vaqueras sus prendas en las márgenes del río y
tienden a solearlas en la verde hierba espesa y tupida de la vega. Cruzan,
raudas y parleras, las alondras. Se pasean triunfantes las gallinetas por las
aguas remansadas. Lejanamente suena algún disparo del cazador o algún barreno
del calero" (“Resonancia segunda: Imperia”)
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