viernes, 20 de diciembre de 2013

Todas las razones para la huida


Todas las razones para la huida

Teresa Guzmán Carmona
Mérida, De la Luna Libros, 2013, 59 págs.

Teresa Guzmán Carmona (Don Benito, 1972) ha publicado hasta ahora los libros Poemas (1993), Amantes (1993), Poemas para un collage (1995), Trilogía poética. Colectivo Vberitas (1996), Correspondencia de Punto y Aparte (1999-2000), En las márgenes del fuego, Los visillos del viento (Cuadernos literarios Porticvs, 2002, 2004), Soledades de Cadaqués (2007) y Ciudad hotel (2009). Sus libros han obtenido, entre otros, los premios “Valbón”, “Porticvs”, “Elvira Castañón” y “García de la Huerta”. Ahora la editorial emeritense De la luna Libros publica Todas las razones para la huida, del que reproducimos uno de los poemas.

BOLSILLOS VACÍOS

Este polvo que se acumula bajo las uñas diariamente,
como en los muebles que dejan de usarse
o en las habitaciones cerradas,
delata que todos tenemos una deuda pendiente con la muerte.
Como en una estación de penitencia
nos pasamos la vida
acumulando escombros en los días
mientras hay quien alzando una mirada al cielo
se pregunta qué habrá más allá
de lo que a sus ojos es invisible.
Lo poco que nos queda
es un escaparate vacío,
un maniquí que se nos parece,
un montón de cajas apiladas en un sótano
y un tiempo que huyó
sin que nos diéramos cuenta
para que todos sin excepción
pagásemos una deuda.

cifras de una fracción periódica


cifras de una fracción periódica

Emilia Oliva
Mérida, De la Luna Libros, Col. Luna de Poniente, 2013, 74 págs.

Nacida en Malpartida de Plasencia (Cáceres) en 1957, Emiia Oliva García es editora de la revista literaria En sentido figurado. Algunas de sus obras hasta el momento son (re) fracciones (Ayuntamiento de Zaragoza, 1997), Los Ecos y las sombras. Música para un instante antes de morir (Alcancía, 2006) y Quien habita el fondo (IX premio de poesía “León Felipe”). Ahora la editorial emeritense De la lunalibros publicas Cifras de una fracción periódica, un poemario dividido en cuatro bloques. Del segundo de ellos (“Primer periodo”) reproducimos el poema de cierre, “si vinieran las huestes”.

7

si vinieran las huestes
y estuvieran ya próximos
los golpes de los cascos
los relinchos
y tus oídos oyeran
fustigar como bestias
los  lomos del caballo

si agazapado, supieras ya
del golpe mortal
de la lanza
del incendio voraz
de todo lo que hiciste
del fulgor
del acero en el aire

si supieras que ya están ahí

sal de la guarida
levanta el rostro y mira altivo
al  jinete que avanza
muestra en tus ojos
que nunca calmará su sed
de destrucción
que está atado para siempre
al gesto de la espada

miércoles, 11 de diciembre de 2013