jueves, 17 de diciembre de 2015

la luna de Mérida


la luna de Mérida
luna de poniente
Ana Crespo Villarreal [Dir]
Mérida, nº 24, noviembre de 2015, 139 págs.
Liminar de Enrique García Fuentes

   Acaba de ver la luz la última entrega de la luna de Mérida, un número monográfico dedicado a antologar la colección de poesía que sus directores, Marino González Montero y Elías Moro Cuéllar, llamaron “luna de poniente”: veintisiete volúmenes primorosamente editados aparecidos de dos en dos (“acolleraos”, decía con su peculiar sentido del humor Santiago Castelo) en la editorial emeritense de la luna libros. Sin la pretensión de establecer un canon poético regional, lo cierto es que nos encontramos ante el más atractivo y cuidado proyecto de una editorial privada, que Enrique García Fuentes describe de este modo: “Han sido cuatro cinco años de esfuerzo que han cuajado en una de las colecciones que con mejor gusto […] han salido a la luz en el ámbito de nuestras letras, y no me reduzco solo al contorno de nuestra región. Desde el año 2012 hasta este 2015 que se nos va escapando, con una periodicidad ilusionante y mantenida a rajatabla, dos nuevos números iban llegando para alegría de los que, desde el primer momento creímos en las posibilidades del proyecto” [p. 9]
   Estos son sus colaboradores (de cada uno de ellos se incluyen tres poemas en la revista): Jesús García Calderón, José A. Ramírez Lozano, Antonio Gómez, Antonio María Flórez, Antonio Reseco, Daniel Casado, Antonio Sáez Delgado, Mario Lourtau, Álvaro Valverde, Álex Chico, José A. Zambrano, Santiago Castelo, José María Cumbreño, Carmen Hdez. Zurbano, Teresa Guzmán, Emilia Oliva, Luis María Marina, Javier Pérez Walias, Pablo Guerrero, Efi Cubero, Juan ramón Santos, David E. Rodríguez, Fernando de las Heras, Francisco Fuentes, Juan A. Bermúdez, José Luis Bernal Salgado y Elías Moro. Dedican los directores de la colección este número veinticuatro a la memoria de Santiago Castelo “por su implicación en este proyecto desde el primer día y por su aliento infatigable”. Lo mismo quiero hacer en esta breve nota al reproducir uno de los poemas incluidos.

VERSOS SUELTOS

De este derrumbamiento,
de esta luz sin contorno,
de este fuego sin lumbre
no sé cómo saldremos…
Como el sol de la tarde
que no quiere extinguirse
y desgrana sus rayos
con tristeza infinita,
así el corazón sabe
que no desea apagarse
y le pide a la noche
un poco más de tiempo…
Aunque sean unas horas
o unos breves minutos.
Lo justo para que hallemos
entre nuestros papeles
aquellos versos sueltos
que nos salven la vida.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Praga, 1942


PRAGA, 1942
LA VERDADERA HISTORIA

Florentino García Martín
Sevilla, Ediciones Ende, 2015, 398 págs.

   Nacido en Aldeanueva del Camino en 1952, Florentino García Martín reside en Asturias en donde cursó estudios de Magisterio y se  licenció en Psicología. Praga 1942, la verdadera historia, su primera novela,  se centra en la elucidación de las circunstancias reales de un hecho histórico: un año después de ser nombrado por Hitler Reichsprotector de Bohemia y Moravia, Reinhard Heydrich, uno de los criminales mazis más sanguinarios, sufre un atentado preparado por Josef Gabcik y Jan Kubis, dos paracaidistas enviados por el gobierno checo en el exilio, que volafon al Protectorado en un avión suministrado por el Ejecutivo británico de Operaciones Especiales. El 27 de mayo de 1942, los dos patriotas checos atacaron al jercarca nazi cuando se desplazaba por el barrio de Liben de Praga a bordo de un mercedes descapotable sin blindaje. Todo estuvo a punto de salir mal.

   “Desde su posición, el teniente Opalka tendría una visión privilegiada de toda la escena. Podría ver los reflejos del espejo de Valcik, a Kubis c on las bombas ocultas en su cartera de cuero en la parte inferior de la curva, junto a las bicicletas, Gabcik en la parada del tranvía a la espera de la señal para plantarse frente al mercedes y vaciar su cargador. La llegada del coche, Gabcik encarando el arma, no se escuchan disparos, solo el potente rugido del motor y el chirrido de las ruedas sobre los adoquines. El osado paracaidista no ha sido atropellado por  poco, recoge la metralleta y echa a correr hacia donde Kubis le espera. Desaparecen a toda velocidad, cuesta abajo. No han pasado más de dos minutos”.

   Delatados a la Gestapo, los dos combatientes, refugiados en la cripta de una iglesia de Praga, optaron por suicidarse antes de ser capturados. Ahora bien, vista la despiadada represión contra la población civil que siguió al atentado, ¿fue una decisión responsable del gobierno en el exilio? ¿No hubo nadie que previera sus consecuencias?  ¿O sí  lo hubo y esto condicionó el desarrollo de los hechos? Un joven praguense nos relatará los pormenores de una investigación (la “verdadera historia”) que comprometerá su vida y su futuro.

martes, 1 de diciembre de 2015

Línea roja


LÍNEA ROJA
José Luis García Martín
Gijón, Impronta, 2013, 254 págs.

   José Luis García Martín (Aldeanueva del Camino, Cáceres, 1950) es autor de una extensa y variada obra literaria recogida en cerca de un centenar de libros (poesía, diarios, relatos, traducciones, teatro, ensayo, escritos viajeros, conversaciones y lecturas, antologías, ediciones críticas). Como diarista, García Martín ha publicado las siguientes entregas: Días de 1989 (1989), Colección de días (1993), Dicho y hecho (1995), Todo al día (1997), Mentiras verdaderas (1999), Fuego amigo (2000), Dominio público (2003), Leña al fuego (2004), A decir verdad (2006), La vida misma (2007), Hotel Universo (2009), Para entregar en mano (2011), Línea roja (2013) y Nadie lo diría (2015). Recientemente, el escritor tuvo la amabilidad de enviarme un ejemplar de Línea roja (Impronta), diario que recoge entradas de 2009 y 2010 y que, por su contenido, se halla emparentado con el resto de los títulos. Todos similares pero todos distintos, los diarios trazan el perfil de una personalidad alerta ante la belleza del paisaje urbano (en esta entrega merodea por Avilés, Coimbra, Figueira da Foz, Nápoles, Génova, Nueva York, Mondoñedo…) y ante las más diversas manifestaciones literarias (con la excepción de la novela), además de reflejar una “rutina” complacida: clases, cafés, tertulias, jurados, premios, congresos, fundaciones… En uno de estos encuentros propios de la vida literaria, tan tediosos con frecuencia, el diarista recoge, junto a agudas observaciones, el repentino brotar de una emoción auténtica.

Martes, 27 de abril
UN PUÑADO DE CENIZA

Con algo de retraso se celebra el día del libro en la Facultad. Me alegra escuchar la gracia disparatada de Ana Rossetti, que me devuelve a los años ochenta. El contrapunto de seriedad lo ponen los jóvenes poetas que leen después. Rodrigo Olay –veinte años- tiene ya empaque catedrático. “La primera obligación del poeta –afirma- es conocer su oficio”. Y la segunda –pienso yo-, olvidarlo. Lee a continuación dos sonetos, uno de Luis Antonio de Villena, y otro suyo, y no hay duda sobre quien conoce mejor su oficio. Pero a mí me conmueve especialmente la intervención de Carlos Iglesias. Lee primero un poema de Joan Margarit y luego, muy despacio, haciendo pausa tras cada palabra, otro suyo, una escueta despedida filial: “Retuve, / tus cenizas, / en un puño, / como un niño / que quisiera / una vez más / aferrar / la mano / de su padre”.
   En el silencio que siguió me vinieron a la cabeza los versos de José Hierro. “No he dicho a nadie / que estuve a punto de llorar” [pp. 196-197]

sábado, 21 de noviembre de 2015

El relojero de Yuste


EL RELOJERO DE YUSTE
Los últimos días de Carlos V
José A. Ramírez Lozano
A Coruña, Ediciones del Viento, 2015, 197 págs.
XIX premio de novela Ciudad de salamanca

   Aun cuando se inició como poeta, José Antonio Ramírez Lozano (Nogales, 1950) ha desarrollado de modo paralelo una nutrida trayectoria de poemarios y narraciones que comparten motivos repetidos y similares predilecciones formales. Objeto de numerosísimos galardones, su obra en prosa se inició con Don Illán (Orihuela, 1978), una narración corta con algunas de claves de su mundo narrativo, a la que han seguido otros muchos títulos. Ahora, la editorial coruñesa Ediciones del Viento publica El relojero de Yuste, novela que ha recibido el XIX premio “Ciudad de Salamanca” de 2015 concedido por un jurado presidido por Luis Alberto de Cuenca. Tras un fatigoso viaje desde Tornavacas a Jarandilla, el Emperador acabará recalando en el monasterio cacereño asediado por el dolor y la enfermedad (y por unos frailes escandalizados por sus predilecciones profanas: la pasión por los relojes y por la cerveza, las huellas de Erasmo en sus opiniones…). Cierta noche le asaltará un sueño a la postre premonitorio.

   “Soñó que el vidrio cruel de la gota le atenazaba los dedos y que, desvelado en mitad de la noche, salía a la antecámara buscando el alivio del vino de sen. Y que se asomaba a la ventana y que allí, en mitad de las sombras, bajo la fronda oscura del laurel, entre la tierna granazón de aquel huerto, descubría la figura de un negro jinete, caballero sobre un potro negro. Y que, intrigado, se asomaba al alfeizar por  más reconocerlo y averiguar qué hacía allí tan extraño personaje.
         -¿Qué buscas en mitad de la noche, caballero? –le inquirió.
         -Ando a la caza, señor. Otra no tengo por oficio.
   La suya era una voz fosca, sin timbre apenas, hecha de la opacidad de su propio vacío.
         -¿Qué caza la vuestra, caballero, si las sombras desmerecen el noble arte de cetrería? Sacude tu penumbra. Muéstrame el engaño de tu cimbel.
           -No hay celada mejor que las tinieblas, Carlos.
   Cuando escuchó que lo llamaba por su nombre, Carlos sintió un relente frío por sus huesos.
         -¿Quién eres? Dime. ¿Qué arma es la tuya?
         -No tengo más armas que la espera. Sólo con aguantar poseo cuanto codicio. Cada uno de tus días cuentan de mi parte, Carlos.
         -¡Maldita! Eres la Muerte, sí , lo sé.
         -Soy la que no soy. La que vive del no ser de los demás.
         -¡Largo de aquí o te echaré mis perros!
   En ese mismo instante los perros dieron en ladrar y lo desvelaron sacándolo del sueño. Aturdido, sin acertar a distinguir del todo la realidad de los soñado, se levantó como pudo y los halló junto a la ventana, ambos alzados de manos, rampantes, sus hocicos feroces pegados al cristal. No comprendía cómo sus mastines habían podido intuir la escena soñada. Abajo, entre los laureles no llegaba a distinguir sombra alguna. La luna de febrero bruñía la plata del estanque y apenas una hoja se movía en el parral”. [pp. 84-85]

jueves, 19 de noviembre de 2015

JLGM en el aula Guadiana


   El pasado 13 de noviembre, José Luis García Martín (Aldeanueva del Camino, 1950) abrió la programación del aula literaria Guadiana del presente curso escolar. Con dos libros recién publicados (un poemario, Presente continuo, publicado por la editorial Impronta, y un diario, Nadie lo diría, aparecido en la editorial Ulises), el escritor recitó sus poemas por la noche en un acto abierto al público en general; por la mañana, se había dirigido a un nutrido grupo de alumnos de bachiller de tres centros de la zona (IES Cuatro Caminos, IES Donoso Cortés y Colegio Claret) en un encuentro que acabó derivando en un coloquio de más de tres cuartos de hora de duración con preguntas de todo tipo (¿es rentable publicar poesía?, ¿cuál de todos tus libros prefieres?, ¿se toman los autores bien las críticas?, ¿has perdido algún amigo después de opinar sobre tus libros?...). A la extensa y diversa producción de García Martín (poesía, traducción, relato, ensayo, diario, ediciones críticas…) tal vez haya que añadir la de notable fotógrafo, como muestra está espléndida imagen del amanecer en Medellín.


martes, 17 de noviembre de 2015

lunes, 16 de noviembre de 2015

Presente continuo


PRESENTE CONTINUO
José Luis García Martín
Gijón, Impronta, 2015, 127 págs.

    José Luis García Martín (Aldeanueva del Camino, Cáceres, 1950) es autor de una extensa y variada obra literaria recogida en cerca de un centenar de libros (poesía, diarios, relatos, traducciones, teatro, ensayo, escritos viajeros, conversaciones y lecturas, antologías, ediciones críticas). Como poeta, su trayectoria se inicia en 1972 con Marineros perdidos en los puertos, libro al que siguieron Autorretrato de desconocido, 1979; El enigma de Eros, 1982; Tinta y papel, 1985; Treinta monedas, 1989; El pasajero, 1992; Principios y finales, 1997; Material perecedero, 1998; Al doblar la esquina, 2001; Poemas encontrados, 2005; Légamo, 2008 y Arena y nada. Poemas de vario tiempo y lugar, 2011.  Esta producción poética ha sido compilada en varias ocasiones (Poesía reunida, 1990; Material perecedero, 1998; Mudanza, 2004) y antologada en La aventura (Renacimiento, 2011). Ahora, la editorial Impronta publica su último poemario, Presente continuo, que incorpora, como afirma en una nota liminar, “versos de amor y desamor, ateologías varias, notas viajeras, apuntes sentenciosos, ropa casual y trajes de ceremonia” (“Al servicio de quien me quiera”). Reproducimos una de las composiciones “viajeras” del libro.

MIRADOURO DE SANTA LUZIA

Sin ruido cae la lluvia, borra el día,
una sirena suena en la distancia
y de Oriente me llega esa fragancia
que solo existe en la nostalgia mía.

Los tejados de Alfama, el manso mar,
los versos que repite la memoria,
el honor, el amor, la incierta gloria
de caer y volverse a levantar.

Quizá fui un rey antes de ser mendigo,
caballero de oro y la quimera
que en la noche del mundo busca abrigo.

Partir, partir… A ver si encuentro
fuera el amor y la gloria que persigo
y no el amargo sueño que me espera.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Clarín


CLARÍN
REVISTA DE NUEVA LITERATURA
José Luis García Martín [Dir]
Oviedo, Año XX, Nº 119, septiembre-octubre de 2015, 88 págs.

   Acaba de ver la luz el número 119 de la revista Clarín, que desde 1996 dirige en Oviedo José Luis García Martín. Con una portada singular de Juan Ochoa (“El festín de Neptuno”), la presente entrega contiene, entre otras colaboraciones,  ensayos (“El escalón vacío”, de José Cereijo; “El castellano como lengua literaria de Portugal”, de Martín López-Vega, “Quince pasos hacia Canetti”, de Bruno Mesa; Lord Byron en su laberinto”, de Manuel Neila; “Maestras vitales y literarias”, de Aranzazu Sumalla…), textos literarios en prosa y verso (Ramón Eder, Javier Almuzara, Osvalds Zebris, Gloria Gómez), entrevistas (a Ilan Stavans por Toni Montesinos), narraciones de viaje (José Ángel Cilleruelo, Eduardo Jordá) y reseñas críticas. Reproducimos uno de los poemas de Javier Almuzara.


SIGNO DE ADMIRACIÓN

Solo una flor exenta, casi nada:
mirador de la hierba, alas del suelo,
mínima plataforma para el vuelo
más humilde, princesa pincelada
en el lienzo del aire, torre esbelta
donde la primavera se hace fuerte
erguida sobre el reino de la muerte,
estandarte que aviva la revuelta,
simplemente un motivo de alegría,
signo de admiración por la belleza,
la eternidad del mundo puesta al día.
Abierta, es un heraldo del presente,
y con los pétalos cerrados reza
a la luz cuando dios no es evidente.

jueves, 12 de noviembre de 2015

HOMENAJE A SANTIAGO CASTELO


PROGRAMA

10.00 h. Inauguración de la jornada: Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura. Miguel Ángel Gallardo Miranda, presidente de la Diputación de Badajoz y alcalde presidente de Villanueva de la Serena. Francisco Javier Fragoso, alcalde presidente de Badajoz. Felipe Gahete Alfaro, alcalde presidente de Granja de Torrehermosa.  Isabel Mª Pérez, presidenta de la Asociación de Escritores Extremeños.
11.00 h. Castelo periodista: Teresiano Rodríguez.
11.15 h. Castelo poeta: Miguel Ángel Lama.
11.30 h. Castelo amigo: Francisco Muñoz.
11.45 h. Descanso.
12.00 h. Castelo y Granja de Torrehermosa: María Dolores Corrales.
12.15 h. Castelo y Villanueva de la Serena: Antonio Reseco.
12.30 h. Mesa redonda: Castelo humanista.
         Moderador: Luis Sáez Delgado.
         Castelo académico: Manuel Pecellín.
         Castelo y la UNESCO: José Luis Bernal.
         Castelo bibliófilo: Carmen Fernández-Daza.
13.15 h. Proyección de la lectura de José Miguel Santiago Castelo en el Aula de poesía Enrique Díez Canedo de la Asociación de Escritores Extremeños.
                  (Salón de actos del Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo)


viernes, 30 de octubre de 2015

Los jugadores


LOS JUGADORES
Carlos Fortea
Madrid, Ediciones Nocturna, 2015, 287 págs.

   Nacido en Madrid en 1963, Carlos Fortea es escritor, profesor en la Universidad de Salmanca y traductor de autores como Thomas Bernhard, Güntes Grass, Stefan Zweig Hoffmann o Eduard von Keyserling. Hasta el momento, ha publicado novelas juveniles como Impresión bajo sospecha (Anaya, 2009), El diablo en Madrid (Anaya, 2012) y El comendador de las sombras (Edebé, 2013). Ahora la editorial madrileña Nocturna Ediciones publica su primera novela para adultos, Los jugadores, ambientada en París en 1919 en vísperas de la firma del tratado de Versalles. Por los mejores hoteles de una ciudad marcada por las huellas de la contienda deambulan diplomáticos, políticos, periodistas, especuladores y aventureros de varia condición en torno a figuras históricas como el presidente estadounidense Wilson, empeñado en la creación de la Sociedad de Naciones, o políticos como Churchill, Keynes o Clemenceau, que exigen a las naciones derrotadas reparaciones ingentes. Para España, el tiempo de los negocios fáciles ha terminado.

   “Parecía que habían pasado cien años en vez de cuatro y medio. Cien años de viajes y dinero, de tratos y dinero, de manejos oscuros y dinero. Cien años de ir a la ópera de Berlín mientras él negociaba el abastecimiento de un millón de cartuchos de máuser a 40 céntimos por unidad. Cien años de visita a la National Gallery mientras en Whitehall le compraban a Jaime 2000 terneras de 130 kilos a 2,40 pesetas el kilo. Cien años de asistir a ballets en París mientras Jaime vendía 10.000 fusiles de contrabando a 90 pesetas por unidad, de comprar cosechas de cereal mientras iban y venían los gobiernos, de enviar cargamentos de carbón mientras los mineros se ponían en huelga y el combustible escaseaba en Madrid, de pagar a diputados en Cortes para que Romanones no lograra aprobar su proyecto de impuesto especial sobre los beneficios de la guerra. Cien años desde que había desviado uno de los penúltimos cargamentos de munición para que las ametralladoras barrieran las calles de Madrid y reventaran la huelga general” [pp. 43-44]