jueves, 26 de noviembre de 2009

Zambrano visto por Guerrero




APÓCRIFOS DE MARZO

José Antonio Zambrano
Madrid, Calambur, 2009, 83 págs.
Prólogo de Alonso Guerrero

Apócrifos de marzo reúne a dos escritores singulares: uno, autor del poemario, posee una amplia y consolidada trayectoria lírica; otro, el firmante del prólogo es un extraordinario narrador y un lúcido crítico literario: “José Antonio Zambrano – afirma este- es, desde antaño, un gran constructor de poéticas. Sigue viendo la poesía como la gracia que lleva a las palabras hacia un sentido permanente. De muy pocos poetas actuales puede decirse esto. La poesía siempre es un corsé, pero son otros los que se lo ponen. José A. Zambrano lleva ya libros y libros dibujando sus patrones, mostrándonos sus costuras y haciéndoles arreglos como una Penélope. Apócrifos de marzo, sin embargo, es lo bastante original para abrir un camino sólo escasamente presentido en su obra previa. Las fuentes son varias e importantes: los poetas europeos más inmersos en la corriente de la vida, la estética afilada y sin contrapesos de la poesía italiana del siglo XX, algunos poetas de Europa del este y, finalmente, como apunta alguna de las citas de este libro, la poesía norteamericana moderna, la más asediada del mundo libre” [Prólogo, p. 12]

Reproducimos el último poema del libro:

HORAS DESNUDAS

El que dice las cosas de otro modo,
el que mira extraño el capricho de la nieve
y hunde sus manos en las grietas del agua
es el tiempo,
que alberga en las noches de deserción
sus horas colgadas
como espigas a secar.

Esas horas que nunca son de nadie,
que pertenecen al olor del mundo,
todas impúdicas y ciegas ofreciendo
lo amargo de su burla:
contener en lo posible
la cita que se aferra en confundir
el único poema al que aspiro.

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