viernes, 19 de septiembre de 2025

Del exilio y sus retornos

DEL EXILIO Y SUS RETORNOS

Ibai Pascual Martín

Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col. Geografías (poesía), 2025, 118 págs.

Epílogo, anotación a Del exilio y sus retornos

   Ibai Pascual Martín (El Torno, 1993) es un joven poeta extremeño que comenzó su andadura en la escritura como letrista al final de la infancia, para acabar auto-publicando su primera obra, Sonetos de Adolescencia (2011) y posteriormente, Dos Cuervos de Platino (2015). En su intervalo universitario cursó estudios de Ingeniería de Software por la Universidad Politécnica de Madrid. Se pueden destacar recitales y presentaciones en el Ateneo de Madrid, Ateneo Militar de Madrid, Caixa Forum (Madrid), Palacio de Longoria (Madrid), Ateneo de Cáceres. Llevó a cabo breves actuaciones teatrales junto al grupo "Voces de Mujer" (Torrejón de Ardoz), gestas locales de su municipio, entre otras. Pertenece desde entonces a la Asociación "Versos pintados del Café Gijón". Cofundó y codirigió la revista en papel de filosofía y poesía Intercostal literaria. Actualmente, en su tierra natal, dedica su tiempo al estudio, la escritura, la lectura y la apicultura. Ahora la Editora Regional de Extremadura publica en su colección Geografías (poesía) Del exilio y sus retornos, sobre cuyo sentido el poeta considera: “En las vivencias que den lugar a aprendizaje o no del hombre, éste camina entre dos mundos durante el exilio, el de la emoción-reflexión, y el de la pura contemplación de la realidad. Alimentándose ambos mundos mutuamente, sin discriminación, frontera u horizonte, de ningún tipo” [Epílogo, p. 114] Reproducimos una de las composiciones. 

NIMBO

¿Dónde acaba el aroma

en el viento?

Contempla la primavera

que con alas intrusas,

apaga su palabra

de títere,

en el espejismo

y la fronda,

de los pechos abiertos;

donde ennegrece a la hoja, la duda,

grácil y elevada,

Con un apacible lamento.

 

Contempla.

Sólo ella se extiende,

deambula marchita

y devora el mirar de su ansia,

su tiempo.

Solo el rocío amargo que empapa,

ajada su joven tez, del helecho,

evoca la luz que se pierde.

Sólo en sus brazos se imitan:

vivencia

y los arroyos sinceros.

 

Contempla.

Trémulo, la humedad del silencio

en el bosque,

célebre, sonrosa la pisada,

que el aire atraviesa.

¡Blanca!

Como el crimen es la cicuta,

y la alegre voz de su encuentro.

Raja su cuerpo en la beldad la pradera;

se ahora, placida el agua,

en el crisol que marca el repecho.

 

Contempla.

 

Tan fría e imbatible,

como el paisaje más tenue y profundo;

doblega,

perfora,

despedaza sin temor, al invierno.

 

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