martes, 7 de julio de 2009

Poemas, canciones





LUZ DE TIERRA

Pablo Guerrero


Textos de: Santos Domínguez (“Por la calle del aire”), Basilio Sánchez (“Hay un hombre en la orilla”), Javier Rodríguez Marcos (“Cansancio”), Félix Grande (“Noria de noches”), José A. Ramírez Lozano (“Maneras del deseo”), Serafín Portillo (“Solo un instante”), Santiago Castelo (“Nana estival para acunar un amor”), Alejandro López Andrada (”Los visillos”), Jesús García Calderón (“Antes de otoño”), Mª José Flores (“De la mujer”), Álvaro Valverde (“Los pasos de noviembre”), Ada Salas (“Paisaje urbano”), Ángel Campos Pámpano (“Por aprender del aire”), Luciano Feria (“La calle limpia”), José Antonio Zambrano (“Canto desnudo”).

Producción: Luis Mendo

Músicos: Luis Mendo, Nacho Sáenz de Tejada, Santi Vallejo y Luis Escribano.

Fotografías: Enrique Cidoncha.

Diseño gráfico: Miguel Goñi

[Dedicado a Ángel Campos y Fernando Pérez]


Por su morfología Luz de tierra es un proyecto colectivo que guarda muchas similitudes con obras de los años sesenta y setenta, cuando llega a su auge en España la llamada “canción protesta”. Con escasa influencia estadounidense (Peter Seeger) y una marcada huella hispanoamericana (Violeta Parra, Víctor Jara) y francesa (Georges Brassens, Jacques Brel), este tipo de canción, sobre textos propios y ajenos, atrajo a autores como Raimon, Paco Ibáñez, Víctor Manuel, Imanol, Labordeta, Lluis Llach, Juan Manuel Serrat o los extremeños Luis Pastor y Pablo Guerrero.

El propósito que animaba a estos cantautores no era muy distinto a los de los poetas de la generación del cincuenta (como Otero, Celaya, o Ángel González): convertir el poema, y la canción, en un “arma cargada de futuro”, en una herramienta de transformación social y en un medio de crear estados de conciencia colectivos con el fin de derrumbar el interminable régimen nacido de la guerra civil. Este es, como se sabe pero no supo ver el censor de turno, el sentido de los versos de “L’estaca” de Luis Llach: “Si estirem todos ella caurá / i molt de temps no pot durar”...

Cuando recurrieron a poner música a textos ajenos, los poetas preferidos fueron Antonio Machado, Rafael Alberti (“A galopar, a galopar / hasta enterrarlos en el mar”), Miguel Hernández (“Carne yugo ha nacido / más humillado que bello”) y Celaya (“Siento en mí a cuantos sufren / y canto respirando”), además de otros muchos nombres, entre los que citamos a Octavio Paz, algunos de cuyos poemas musicó Luis Pastor (“Madrid, 1937 / En la plaza del Ángel, las mujeres / cosían y cantaban con sus hijos. / Después sonó la alarma / y hubo gritos / casas arrodilladas en el polvo...”).

Tan intensa era esta determinación que podía encontrarse en las letras más intimistas. Así sucede en una de las más conocidas canciones de Pablo Guerrero, en que su arranque (“Tú y yo, muchacha, estamos hechos de nubes”) anuncia una composición amorosa cuyo segundo verso niega rotundamente (“pero ¿quién nos ata?”), pues el poema incorpora la denuncia de una coacción política y moral que, como aseguraba Llach, tiene los días contados (“que es tiempo de vivir y de soñar y de creer / que tiene que llover / a cántaros”).

Pasados los años, la poesía y la canción regresan al ámbito de la intimidad, pues la labor de testimonio y denuncia está reservada, en sociedades democrática, a la prensa independiente. Si comparamos la presente obra con cualquiera de aquellos años resaltan de inmediato los cambios. El poema ha vuelto a refugiarse en el intimismo. Y así, el amor y las emociones aledañas están presentes, de un modo u otro, en los poemas de Santos Domínguez, Serafín Portillo, Ramírez Lozano, Santiago Castelo, Ángel Campos, Luciano Feria o José Antonio Zambrano, al tiempo que los tonos graves y meditativos aparecen en las composiciones de Álvaro Valverde y Basilio Sánchez.

¿Ha desaparecido por completo el enfoque testimonial y crítico? No. Podemos encontrarlo en un poema de Félix Grande (pero el texto pertenece a un libro de 1978, Las Rubáiyátas de Horacio Martín): “Otros sufren de hambre o padecen prisión / o viven con vergüenza o con humillación [...] Yo llevo ese secreto que va en mi corazón”.

El hecho de que un planteamiento similar pero desde una perspectiva femenina, o incluso feminista, aparezca en una autora tan joven como María José Flores (1963) invita a pensar que la visión solidaria del entorno y la apertura a lo demás es, en última instancia, otro de los temas universales de la poesía:


“Las mujeres marcadas por la ceniza

veladas por la niebla del desprecio.

La que oculta su cuerpo con las lunas y busca

la pureza del agua.

La que trenzó en la noche un collar silencioso

de abandono y espera.”

[Publicado en Hojas de plata, nº 2, 2009, págs. 25-26]

La cara oculta del "sueño americano"




CUENTOS DE CULVER CITY


José Luis Borau

Valencia, Pre-textos, 2009, 491 págs.


Nacido en Zaragoza en 1929, José Luis Borau ingresa en 1957 en la Escuela Oficial de Cinematografía de Madrid. Su mayor éxito como director fue Furtivos, uno de los mejores ejemplos del cine de la época franquista (Concha de Oro del Festival de Cine de San Sebastián de 1975). En 2001 obtuvo el premio Goya a la mejor dirección por su película Leo. En 2007 fue elegido presidente de la SGAE y en 2008 es nombrado académico de la Real Academia Española.

Como escritor, recibió en 2003 el premio “Tigre Juan” de narrativa a la mejor ópera prima por Camisa de once varas, un libro de relatos. Ahora, la editorial Pre-textos publica un grupo de ocho narraciones a las que da título el nombre de una de las más de treinta ciudades que conforman la periferia de Los Ángeles. Próxima a Hollywood, Culver City está situada en el Orange County, antiguos dominios del rey español Carlos III (extensos naranjales, de ahí el nombre en inglés), y conserva aún ciertas factorías de un pasado esplendor (entre ellas la Metro), pero no deja de ser un arrabal más de la gigantesca ciudad estadounidense, un lugar en el que recalan inmigrantes más o menos regulares y nativos que no han logrado hacer realidad el “sueño americano”.

Este es el caso de la primera historia (“Otarios”, ingenuos en lunfardo) en que René y Rosita, un matrimonio de inmigrantes argentinos dueños de un modesto negocio de rotulos, labrarán su ruina al mezclar su destino con dos buscavidas americanos. El marido, asociado con Skippy, traerá de Argentina un caballo que no ganará ninguna carrera arruinando así el pobre negocio familiar; convertida en mucama, Rosita se entregará a Babe, un cincuentón mundano y bailarín, al tiempo que René acabará actuando con su caballo en desfiles carnavalescos disfrazado de sioux. Abocados a un desenlace trágico, estos personajes son “otarios”, esto es, perdedores, gentes que se han quedado en la cuneta del camino del éxito, entendiendo por tal la mera acumulación de una fortuna.

Con el recuerdo del apodo puesto por Breton a Dalí (“avida dollars”) se relaciona otra de las historias, “Avida lladros”, que explota el contraste entre los prepotentes dueños de ranchos tejanos, repletos de dinero y mal gusto, y sus administradores y operarios. En esta narración, Kay, viuda de un propietario potentado, exhibe su riqueza con una colección de figuras de Lladros y dos amantes que alterna a su capricho, Gus y Octavio, obligados a doblegar su voluntad ante el poder del dinero.

A ¿Acaso no matan a los caballos?, una novela de 1935 de Horace McCoy (y la posterior película, Banzad, danzad, malditos, de Sidney Pollack), recuerda “Son Long, pequeña!”, ambientada en una America decadente de finales de los treinta. En ella una productora de Hollyvood decide filmar una versión de El mago de Oz, para lo cual necesita cientos de enanos. De todas partes llegan miles de pequeños deseheredados de la fortuna. Entre ellos, Buddy y Pete, (un bailarín de circo y su jefe, enamorado de él) y la encantadora Litlle Grace, un triángulo amoroso de personajes forzados hacia las lindes de su propia caricatura que reprentan la parodia cruel de una historia de amor.

Con una perceptible influencia cinematógrafica y una clara predilección por los triángulos afectivos, Cuentos de Culver City retrata la cara oculta del “american way of life”, la historia de los vencidos en la carrera hacia el éxito, y lo hace con agilidad y un marcado sentido del humor, en narraciones que el autor, con demasiada modestia, viene a considerar “juegos y nada más que juegos, en definitiva”.

lunes, 6 de julio de 2009

Portugal y España en la antesala de la Modernidad



AUNQUE SEAN SOBERANOS LOS EMPEÑOS


Agustín Muñoz Sanz

Badajoz, Del Oeste Ediciones, 2009, 517 págs.


Además de un brillante profesional especializado en patología infecciosa y profesor en la Universidad de Extremadura, Agustín Muñoz Sanz (Valle de la Serena, 1953) es autor de una consolidada trayectoria literaria, que arrancó con una novela corta en 1992, La dehesa de los Bidasoa, a la que siguieron novelas como O Yacoi (el nombre del SIDA en algunas lenguas africanas) en 1994 y Venturas y desventuras de un pícaro sueco (1997). Asimismo, ha publicado un libro de viajes (En busca de Ítaca, 2002) y un diario (Diario de invierno, 2003).

Aunque sean soberanos los empeños, publicado ahora por Del Oeste Ediciones, “es un libro de ficción (novela histórica) adobado de hechos y acontecimientos prestados de la pura realidad. Realidad que fue; ficción que pudo ser. La acción se desarrolla en el convulso escenario físico ibérico: el reino de Portugal (monarquías de don Joao II y de don Manuel I) y el recién estrenado -por los Reyes Católicos- reino de España. La época (finales del siglo XV y primeras décadas del XVI) fue la antesala de la Modernidad, el germen de la actual Europa. La que se desarrolla en estas páginas es una historia que nunca se enseñó en la escuela de forma veraz y objetiva. O vaga perdida en la espesura de la memoria. Y lo que retrata el autor en ella a través de sus personajes es la complejidad poliédrica del alma humana, sus múltiples contradicciones. Para cumplir su propósito Agustín Muñoz Sanz opta por profundizar, de forma amena e intrigante, en un aspecto de enorme interés en el pasado, en la actualidad y, posiblemente, en el futuro: los efectos deletéreos de alguna forma de poder. Y es que la novela resulta, en efecto, un descarnado retrato del poder.

Junto a los protagonistas reales y de ficción, el Monasterio de Guadalupe, dotado de vida propia, cobra especial relevancia: es un personaje más incrustado en el centro de esta peculiar relectura de la Historia” [texto de contraportada]



viernes, 3 de julio de 2009

Letras de plata

HOJAS DE PLATA


Andrés Parejo Sosa [coordinador]

IES “Ruta de la Plata” (Calamonte), mayo, 2009, nº 2, 127 págs.


Acaba de salir el segundo número de la revista Hojas de plata, coordinada por un antiguo alumno, Andrés Parejo Sosa. Al tratarse de una publicación escolar, muchas de las colaboraciones reflejan la vida en el centro, pero el resultado final desborda con muchos los límites de este tipo de obras. Nos limitaremos a reseñar algunos de los trabajos que puedan tener un mayor interés fuera de los ámbitos académicos. Encontramos, así, entrevistas: a Monseñor García Aracil (Arzobispo de Badajoz), José María Álvarez (Director del Museo de Arte Romano de Mérida), Luis Sáez (Director de la Editora regional) y al escritor Jordi Sierra i Fabra; artículos: de Guillermo Fernández Vara (“Enseñar a construir un mundo mejor”), Santiago Castelo (“Acetre mío”), del director del Plan de Fomento de la lectura Serafín Portillo (“Santiago Castelo tras las huellas del aire”), José María Bermejo (“Introducción al haiku japonés”); reseñas: de Rayas de cebra, de Lola Santiago, fallecida recientemente, de Luz de tierra, el último álbum de Pablo Guerrero, de Relatos contra el acoso escolar (un proyecto de Fernando Marías y Silvia Pérez), hecho por Anabel Saíz Ripoll; textos literarios de Elena García de Paredes y Juan Copete; un comentario pormenorizado de un poema de Ada Salas realizado por Alonso Guerrero, o de la “Canción de la luna gris” de Joan Margarit, hecho por Esmeralda Rodríguez, y, en fin, poemas inéditos de Pablo Guerrero, María José Flores y Joan Margarit.

Reproducimos una de las composiciones de Pablo Guerrero.


Mejilla

Tú sostienes los nombres

de las piedras, tú el color de mi voz.

Sé que cuentas los días, las palabras

que no supe decir, pero fueron tuyas.


Haz con ellas un rosario de almendras

tostadas por el sol, memorias en la luz,

cálida piel en las sábanas

de la noche, tan llena en sus auroras.


En tus manos la urdimbre compartida del aire,

ventanales al río que tanto te alimenta.


No creas en mí, si lo prefieres,

mas cree en este poema,

mejilla donde besas el presente más nuestro.

jueves, 2 de julio de 2009

El tesoro de la tradición popular




JUEGOS INFANTILES TRADICIONALES


Isabel Gallardo y Bonifacio Gil

Badajoz, Diputación Provincial, col, Raíces, 2009, 806 págs.

Edición, introducción y notas de Juan Rodríguez Pastor


Juan Rodríguez Pastor (Valdecaballeros, 1958) es doctor en filología hispánica por la Universidad de Extremadura y catedrático de instituto. Director de la revista de folklore Saber popular, ha recibido el premio “García Matos” en 1987 y 1989 a la investigación del folklore extremeño. A él se debe la mayor tarea de recopilación de narraciones populares: Cuentos extremeños maravillosos y de encantamiento (1997), Cuentos extremeños de animales (2000), Cuentos extremeños obscenos y anticlericales (2001), Cuentos extremeños de costumbres (2002), Acertijos extremeños (2003), Fórmulas que preceden a los juegos infantiles en Extremadura (2006) y Auto de Reyes en Extremadura (2008), todos ellos publicados en el Departamento de Publicaciones de la Diputación de Badajoz.

En esta ocasión, Rodríguez Pastor recupera un proyecto elaborado por Isabel Gallardo (1879-1950) y Bonifacio Gil (1898-1964) durante más de diez años. La obra, que recogía los textos y la música de los juegos infantiles, fue enviada en vano a instituciones como el Frente de Juventudes en 1942, al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (presentado entonces como dos obras: “Cancionero infantil tradicional” y “Juegos infantiles tradicionales”), a S.F. (Sección Femenina) y a la editorial Castilla. Tras la muerte de Isabel Gallardo en 1950, Bonifacio Gil publicó parte de ese vasto material en obras como Jugar y cantar (1956), El libro de las canciones (1958) y Cancionero infantil (1964).

Ahora se recoge por primera vez el cuerpo íntegro de un interesantísimo trabajo de recopilación, en donde podemos dar con hermosas composiciones populares como estas “Rimas para contar” (Orelllana la Vieja), un diálogo entre la madre y su hijo pequeño.


“-La pelota y el tambor,

¿son...?

-Dos

-Plato, cucharita y miel,

¿son...?

-Tres.

-Tres ratoncitos y el gato,

¿son...?

-Cuatro.

-Tres jarras de vino blanco

y otras dos de vino tinto,

¿son...?

-Cinco

-Cuatro palomas volando,

junto a la reina y el rey,

¿son...?

-Seis.

-Seis sotanas y el bonete

del cura,

¿son...?

-Siete.

-Siete toros que hay bramando

y otro que están toreando...,

adivina, adivinando

los toros que estoy contando.

-Ocho.

Al decir el niño “ocho”, la madre le hace cosquillas en el cuerpecillo, riendo y gritando:

-¡Cosquillas a este mocoso,

cosquillas a este mocoso...!” [págs. 272-273]

miércoles, 1 de julio de 2009

El Señorío de Salvatierra




EL SEÑORÍO DE SALVATIERRA EN LA BAJA EDAD MEDIA


Alonso Domínguez Vinagre

Badajoz, Diputación Provincial, 2009, 387 págs.

Prólogo de Marcelino Cardalliaguet Quirant


“Esta obra intenta acercarnos a esa compleja realidad que es el régimen señorial medieval tratando de analizar sus múltiples dimensiones en el microcosmos de un señorío rural periférico: el Señorío de Salvatierra, en la Baja Extremadura.

El estudio de la dinámica histórica de una población del suroeste extremeño a finales de la Edad Media nos revela procesos y relaciones económicas, conflictos por la propiedad de la tierra, estructuras y tejidos sociales jerarquizados, entramados políticos y confrontaciones de poder, violencias y resistencias antiseñoriales, impulsos constructivos, mentalidades y universos valorativos enfrentados. Un señorío tardofeudal que pronto entraría en crisis”

[Texto de contraportada]

Primer film de ficción en Extremadura




UN NOVIO PARA YASMINA

(El guión)

Irene Cardona Bacas y Nuria Villazán Martín

Badajoz, Diputación Provincial, 2009, 191 págs.

Introducción de Francisco Espada [productor]


“La Película se estrenó el once de julio de 2008, desde entonces ha viajado a numerosos festivales nacionales e internacionales, ha cosechado numerosos premios y más de cien años después del invento del cinematógrafo se ha convertido en el primer film de ficción extremeño de la historia del cine”

[De la Introducción]

Comer en Extremadura



COMER POR PLACER

(Recetas y elucubraciones desde Extremadura)


Javier García Guerra [recetas] y José del Moral de la Vega [textos]

Badajoz, Diputación Provincial, 2009, 160 págs.

Fotografías de Teresa Benítez


“Aparentemente, poco se puede decir de una colección de recetas de cocina, pero la culinaria y la gastronomía están unidas a la alimentación, y ésta a la agricultura, que es la base del mundo rural, un mundo con el cual la civilización tiene que contar si quiere mantener el equilibrio del planeta.

El modo de manejar los alimentos, la culinaria, no es una técnica sin más. Ella forma parte, con la cultura, de la gastronomía y ésta es una de las fuentes de ingresos más importantes de nuestro país, ya que el turismo gastronómico es uno de los alicientes del turismo en general”.

[Introducción. Reflexiones sobre la gastronomía]


La flora medicinal en Extremadura



PLANTAS MEDICINALES EN LA COMUNIDAD DE EXTREMADURA


Francisco María Vázquez Pardo [coord.]

Badajoz, Diputación Provincial, 2008, 574 págs.

Colaboradores: Soledad Ramos Maqueda, José Blanco Salas, David García Alonso, Marta Gutiérrez Esteban, Sara Rincón Hércules, María del Rosario Muriel Bravo, Diego Peral Pacheco, María del Pilar, Gregori Cruz, María José Guerra Barrena, José Luis López Chaparro, Silvia Aguilar Fernández, José Ramón Vallejo Villalobos, Antonio Daniel Penco Martín, Jacinto Altamiras Roset, Faustino Gordón Vázquez.


“El trabajo minucioso y silencioso de los integrantes del Grupo de Investigación HABITAT ha sido la base para recopilar la información centrada en el conocimiento tradicional sobre las plantas medicinales en Extremadura. El objetivo primero y último al proyectar este trabajo fue disponer en una sola obra de toda la información, a la que podíamos acceder, sobre la diversidad de conocimientos tradicionales con los que cuenta Extremadura para la Flora Medicinal y sus usos tradicionales. Es una gota en el océano de ‘saberes tradicionales’ con los que cuenta Extremadura, pero creemos que los pasos pequeños, medidos y acertados, son los que nos conducirán, poco a poco, a un conocimiento profundo de nuestra cultura”

[Texto de contraportada]