viernes, 6 de marzo de 2009



EL ENIGMA DEL VIGILANTE VISIONARIO


Un empresario tuvo la necesidad imperiosa de abandonar su fábrica textil para asistir en Munich a una importante reunión de negocios. Antes de partir, llamó al vigilante nocturno de la fábrica y le dijo:
-Tengo que ausentarme durante unos días. Ya sabes que se han cometido algunos robos la semana pasada en varias fábricas del polígono. Procura estar muy atento mientras estoy fuera.
-Verá, señor –dijo el vigilante-. Quizá sea una tontería lo que voy a preguntarle. ¿Piensa viajar en tren?
-En efecto, cogeré un tren nocturno de literas Barcelona-París, y desde allí, un tren expreso París - Munich.
-Es que anteanoche soñé que el tren Barcelona–París, con el número 333 descarrilaría en el kilómetro 333. El sueño era muy difuso, pero recuerdo la imagen de la luna en el cielo, vagones incendiados y... la de cientos de víctimas.
-Mira, Andrés, no te ofendas, pero no creo mucho en los sueños proféticos. Haré ese viaje.
Pero, esa misma noche, llamó al servicio de información de RENFE y preguntó: “¿Podrían decirme cuál es el número del tren que sale mañana para París a las nueve treinta?”. “Por supuesto, señor –contestaron-. Es el número 333”. Sorprendido por la coincidencia y a pesar de su escepticismo por las premoniciones del sueño, decidió postergar el viaje.
A la mañana siguiente pudo comprobar que todas las cadenas de televisión abrían sus programas informativos con un suceso espeluznante: “Docenas de víctimas mortales y centenares de heridos en un accidente ferroviario. El tren Barcelona - París descarrilla por causas desconocidas en un tramo completamente recto, en el kilómetro 333 del trayecto. Las autoridades del país vecino aún no tienen una versión fidedigna de lo sucedido...”.
El empresario, sobrecogido, llamó al vigilante y le dijo:
-Probablemente me hayas salvado la vida, pero no quiero verte ni un minuto más. Toma mil euros como gratificación. ¡Estás despedido!
-Pero..., ¿por qué?




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