SOLICITACIÓN EN CONFESIÓN
Philip Potdevin
Manizales (Colombia), Ed.Universidad de Caldas, Col “Estados de la lujuria”, 2014, 27 págs.
Nacido en Cali (Valle del Cauca, Colombia)
en 1958, Philip Potdevin ha cultivado tanto la narración corta (Magister Ludi y otros relatos, 1994; Estragos de la lujuria, 2010) como la
novela, género en el que recibió con su primera obra, Metratón (1995) el premio nacional de novela del Ministerio de
Cultura en 1994. A esta narración siguieron Mar
de la Tranquilidad (1997) y La
otomana (2005).
Solicitación
en confesión, una narración erótica relatada en clave humorística, contiene
en los fragmentos impares las cartas a un “monseñor” escritas por una penitente
atormentada y confusa, en tanto los pares son bloques de un diario redactado
por el padre Diego de la Cruz, el sacerdote salaz que la confiesa. Todo se resuelve con la destitución del
sacerdote, pues ahora será el monseñor quien “atienda” personalmente a la
tórrida feligresa.
"Usaquén, 1 de
junio
Nobilísimo
señor:
Es posible
exorcizar, al fin y al cabo, el demonio de mi cuerpo. El padre Diego lo está
logrando. Hoy, mientras me preguntaba por los mandamientos, metió sus manos
bajo mi toca y las puso sobre mi pecho. Yo seguí en confesión y sentía sus
manos abrazar mi carne dejándola como horadada por un hierro candente. Yo no
distingo el bien del mal; pero siento que el mal se debilita en mí. Mi cuerpo
impetuoso ha conquistado con su belleza la virtud del padre. Estoy feliz. Dije
un Ave María y un rosario de quince misterios.
1
de junio
Las
puertas del cielo se abren y los serafines tocan fanfarrias de victoria. He
logrado desalojar al demonio del cuerpo de Clarisa para aposentarme con toda la
magnificencia en él. Convivo en él para descubrir las delicias del amor.
¿Existe el pecado?
Usaquén, 1 de
junio
[…]
He olvidado al
padre de la Cruz. Estoy ansiosa por ver a vueseñoría. Aún no estoy pura.
Necesito confesarme".
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