viernes, 11 de mayo de 2018

Blending


BLENDING

Nueva York, Cuadernos de Humo, 2017, 55 págs.

   Nacido en Toledo en 1948, Hilario Barrero vive en Nueva York desde 1978, en cuya universidad se doctoró con una tesis sobre Félix Urabayen y en donde hasta su reciente jubilación ha dado clases de lengua y literatura españolas. Autor de los libros de poemas In tempori belli (1999, premio de poesía “Gastón Baquero”), Agua y Humo (Cuadernos de Humo, 2010), Libro de familia (Cáceres, 2011), Tinta china (Cylea Ediciones, 2014) y Educación nocturna (Renacimiento, 2017) ha publicado hasta ahora los diarios Las estaciones del día (2003), De amores y temores (2005) y Días de Brooklyn (2007), todos ellos en la editorial asturiana Llibros del pexe. Más tarde aparecieron Dirección Brooklyn (Universos, 2009), Brooklyn en blanco y negro (Mieres, 2009), NuevaYork a diario (Impronta, 2013) y De Prospect Park a Zocodover (Nueva York, Cuadernos de Humo, 2015) y Diarios (La isla de Siltolá, 2015).
   Pero Hilario Barrero es autor asimismo de traducciones de autores como Jane Kenyon (Otherwise.The poetry of Jane Kenyon, Pre-textos, 2007), Ted Kooser (Delights and Shadows (Pre-textos, 2009), Henry James (El amante de Italia, Grand Tour, 2009), ademas de editor de una antología bilingüe de autores ingleses y americanos titulada Lengua de madera. Antología de poesía breve en inglés (La isla de Siltolá, 2011), Luces de Nueva York y otros poemas (2017), antología de Sara Teasdale, y de La esperanza es una cosa con alas, una selección de poemas de la poeta estadounidense Emily Dickinson (Amjerst, Massachusetts, 1830) aparecida en 2017.
   En diciembre de ese mismo año publica en los Cuadernos de Humo que dirige en Nueva York Blending, un librito dividido en cuatro bloques que el poeta presenta en una nota de este modo: “Del rojo al negro pasando por el verde. Esta fue la primera lección que aprendí en clase de dibujo: Blending. Fundir ‘Toledo’ y aquellas noches de deseo y soledad, ‘Walhala’ con música de Wagnes y la desolación de una epidemia, ‘Andalucía’, constancia de una fecha que, ahora, parece muy lejana. Welcome a una casa que no es nuestra y a los ríos que al final no van a dar a la mar. Nos vamos acercando al reino integral y cerrado de la ceniza y el cieno. Al reino de la sombra total”. Reproducimos uno de los poemas de tercer bloque.

IMAGEN GADITANA

Vivir es contemplarle:
carbón duro en tus ojos,
cabeza de museo con corona de espinas,
labios de azahar,
de ébano tu pecho,
nazareno encendido
que el pueblo reconoce.

Si hubiera sabido que al mirarle
nos traería la noche
no te hubiera besado
en tus labios de piedra.
Te invento ahora
como un rostro enemigo
cuando no tengo tiempo
de llegar a la cita.

Han cerrado el museo
y te están desnudando.

miércoles, 9 de mayo de 2018

Presentación de Viento Azul


Las llamas


LAS LLAMAS

Pere Gimferrer
Sevilla, Fundación José Manuel Lara, Col. Vandalia, 2018, 108 págs.
Epílogo de Aurora Egido

   Prosista, crítico literario, traductor y, ante todo, poeta, Pere Gimferrer (Barcelona, 1945) se consolidó con Arde el mar (1966) como uno de los referentes de la poesía española del siglo XX. En su dilatada trayectoria poética, con obras en castellano y en catalán, sus últimos poemarios han sido Alma Venus (Seix Barral, 2012), El castillo de la pureza (Tusquets, 2014) y No en mis días (Fundación José Manuel Lara, 2016). Ahora, la misma editorial, en su colección Vandalia dirigida por Jacobo Cortines, publica Las llamas, una compilación de textos fechados entre 2016 y 2017 que dialogan con la tradición poética española y universal, construidos sobre un símbolo (el fuego), presente ya en el libro 1966, cuya presencia en la historia de la literatura rastrea la autora del epílogo, quien considera: “Todo el libro de Las llamas presupone una larga noche, ni serena ni oscura, sino hermana del día, en contradanza. Y, siempre con San Juan, hacia el símbolo de la llama (“¿Hay acaso otra llama de mi alma en el más profundo centro?”), conformando poemas como quien dibuja un interminable ‘Pas de deux”. Un ‘Ballet romantique’ de guante blanco, pintado por Miró, en el que el calendario maya de la vida, con sus innumerables tiempos, destaca la fortuna de morir en los oro de los ojos de la mujer dorada (“j’adore Dior”), donde ‘todo lo que en la noche resplandece’ se transforma en las “llamas del deseo de vivir”. [p. 108].
   Reproducimos una de las composiciones que, como los demás poemas del libro, no aspiran a una comprensión lógica sino que buscan una respuesta estética y emocional del lector sobre los temas universales que aborda: el amor, el paso del tiempo, la muerte.

PINCELADA BLANCA

La noche de los ángeles ecuestres,
la luna al caminar blanca entre las tulipas,
la noche de las aves de rapiña de Aristófanes y la lechuza sobre el olivar,
cartilla de los sueños razonados (racionados tal vez), el Walhalla del aire,
el pasaporte rojo de los sueños,
la noche de los árboles ambulantes que emigran de lo oscuro a lo oscuro, para ser un navío fantasma,
como, en sueños, a veces tropezamos por las habitaciones en penumbra,
la noche de la muerte iluminada,
la noche de la vida restallada,
la medida del ojo y del norte magnético en la brújula, el polo de la vida,
la noche de  los sueños, nube insomne,
la noche que queríamos beber,
la fuente de la eterna juventud, acto de primavera:
somos jóvenes ya, fuera del tiempo,
en la inmortalidad de un capuchón de gasa.
23-XII-2016

martes, 8 de mayo de 2018

Mediterráneo


MEDITERRÁNEO

João Luís Barreto Guimarães
Madrid, Vaso Roto Ediciones, 2018, 107 págs.
Edición bilingüe. Traducción de José Ángel Cilleruelo
Premio Nacional de Poesía Antonio Ramos Rosa, 2017

   Nacido en Porto en 1967, João Luís Barreto Guimarães es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Porto especializado en Cirugía Plástica y Reconstructiva. Su primer libro de poemas, Há Violinos na Tribo, apareció en 1989. Le siguieron Trinta e Um de Fevereiro (1991), Este Lado para Cima (1994), Lugares Comuns (2000), 3 (poesía 1987-1994), aparecido en 2001, Rés-do-Chão (2003) y A Parte pelo Todo (2009).
   Aparecido en Portugal en 2016, Mediterráneo logró el Premio Nacional de Poesía Antonio Ramos Rosa en el siguiente año, y aparece ahora en la editorial Vaso Roto con traducción de José Ángel Cilleruelo. El poemario traza un recorrido por el espacio físico y cultural del mar Mediterráneo, con paradas en Rodas, Messina, la isla de Mykonos (Áno Merá), Malta, Siracusa, Málaga… en composiciones que suman a la contemplación del presente las evocaciones de un pasado a veces fúlgido en su belleza y a veces bárbaro en su crueldad. Reproducimos una composición situada en el Palacio de Topkapi, en Estambul.


A espada de Selim III

Inscrita na face da lamina en bela caligrafia
uma última oraçao atravessa
o inimigo. De entre ambos
(espada e torso) apenas
este pereceu-
a espada ainda vive no Palácio Topkapi
privada do movimento com que
conheceu a gloria
(o gesto firme e antigo com que
deu expresao à ira)
cumprindo tempo pelo sangue torso
a torso
derramada condenada à vida eterna (na
prisao de uma vitrina) invejando cada corpo
que nesse instante preciso
ama e dança sem fim (qual derviche)
no paraíso.

La espada de Selim III

Inscrita en la cara de la hoja con bella caligrafía
una última oración atraviesa
al enemigo. De entre ambos
(espada y dorso) solo
este pereció-
la espada aún vive en el Palacio Topkapi
privada del movimiento con el que
conoció la gloria
(el gesto firme y antiguo con el que
dio expresión a la ira)
cumpliendo a tiempo por la sangre torso
a torso
derramada condenada a la vida eterna (en la
prisión de una vitrina) envidiando cada cuerpo
que en ese instante preciso
ama y baila sin fin (como derviche)
en el paraíso.


domingo, 6 de mayo de 2018

El sistema


EL SISTEMA

Ricardo Menéndez Salmón
Barcelona, Seix Barral, 2016,  327 págs.
Premio Biblioteca Breve de 2016.

   Licenciado en Filosofía por la Universidad de Oviedo, Ricardo Menéndez Salmón (Gijón, 1971) es autor de una amplia obra literaria que se ha abierto a la poesía, las colaboraciones periodísticas y a los géneros narrativos. En este campo ha cultivado el libro de viajes (Asturias para Vera, 2010), el relato (con libros como Los caballos azules, 2005, y Gritar, 2007) y la novela (entre las que destacan La ofensa, Derrumbe, El corrector, La luz es más antigua que el amor, Medusa o Niños en el tiempo), género en el que ha conseguido numerosos premios literarios. Sus obras han sido traducidas a numerosas lenguas.
   El sistema, ganadora del premio Biblioteca Breve de 2016, es una ficción distópica ambientada en un futuro indeterminado posterior a un enfrentamiento que dividió la humanidad entre los habitantes del archipiélago, los vencedores, y los “ajenos”, expulsados hacia la periferia. El protagonista, conocido como el “narrador” es el responsable de la Estación Meteorológica 16, cuyo cometido principal es vigilar desde esta atalaya costera la llegada de “inmigrantes”. El abandono de su puesto ocasiona su ingreso en la Academia del Sueño, en realidad un centro de reeducación y, más tarde, en la gabarra “Aurora”. Como es propio del género, domina lo descriptivo sobre lo narrativo y episodios y personajes se cargan con un sesgo alegórico para reflejar, desde una perspectiva filosófica y social, un universo que se dirige hacia su apocalipsis. Antes que una fantasía de anticipación, nos hallamos ante una radiografía de nuestro presente, al que no son ajenos ya esos aviones no tripulados enviados por un poder oculto a bombardear objetivos externos habitados por “enemigos” igualmente desconocidos.

   “Durante la noche pasan los pájaros fétidos del aeródromo. El cielo queda caligrafiado con la tinta oscura de sus motores. Un burdel violento. Cuando el sonido se rompe, en su diáfana aceleración, llegan el temblor del cuerpo en la cama, de los libros en sus anaqueles, de los platos en el fregadero. El asedio a la fragilidad, que sabe del terror a distancia, como un motivo musical reiterado. Salen en racimos violentos, cabezas de una hidra insomne, en vuelos nocturnos que los dirigen a algún lugar innominable de los mapas, más allá de la concordia y el progreso.
   El Sistema alcanza aquí una de sus expresiones más depuradas. Por un lado, máquinas guerreras sin nacionalidad, que ejecutan órdenes en nombre de una bandera carente de rostro: la legitimidad de la fuerza. Por otro, vuelos sin tripulantes, pura inteligencia mortífera que surca una noche inhumana”. [p. 94].

sábado, 28 de abril de 2018

La literatura española en 100 preguntas



LA LITERATURA ESPAÑOLA EN 100 PREGUNTAS

Felipe Díaz Pardo
Madrid, Ediciones Nowtilus, 2016, 350 págs.
  
   Felipe Díaz Pardo (Madrid, 1961) es licenciado en Filología Hispánica y compatibiliza su tarea docente –como profesor de Lengua Castellana y Literatura, como director de Instituto y, actualmente, como Inspector Técnico Central del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte– con otras relacionadas con el mundo literario, ya sea a través de la creación o de la investigación. Asimismo, ha coordinado la creación de materiales didácticos, algunos de ellos para Internet, como el Proyecto Cíceros, elaborado a instancias del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. 
   Por otra parte, ha publicado libros sobre temas educativos (Cómo gestionar un centro de SecundariaLa LOE pregunta a preguntaCómo aprender a enseñarManual para profesores inquietosBendita crisis), varias novelas (Las sombras que nos persiguen, La humanidad de los dioses, Tanto motivo sin fisuraLa casa de las almas soñadas), un libro de relatos (Dioses, hombres y fantasmas), una novela juvenil (La factoría de los sueños) y una antología sobre cuentos de Galdós (¿Dónde está mi cabeza? y otros relatos).
   La literatura española en 100 preguntas es un libro de divulgación que traza un recorrido por la creación literaria en nuestro país desde la Edad Media hasta nuestro presente dividiendo la materia en diez bloques, a los que se acerca, y esta es la aportación más novedosa, mediante preguntas que invitan al conocimiento de esa realidad, desde los asuntos previsibles (¿Qué diferencia al Modernismo de la Generación del 98?) a otras cuestiones imprevistas que los manuales suelen soslayar e imprimen un sesgo original a estas aproximaciones: ¿Consumían la misma literatura los distintos sectores de la sociedad medieval?, ¿Desde cuándo los cipreses forman parte de nuestro paisaje literario?, ¿Es la cebolla un buen alimento poético?, ¿Para qué sirven los premios literarios?... Reproducimos un fragmento de una de estos singulares capítulos.

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¿Es Lázaro de Tormes un buen discípulo de sus amos?

   Efectivamente, por un motivo y otro, podemos afirmar que Lázaro de Tormes es un buen discípulo de sus amos. Así lo podemos comprobar si hacemos un cómputo de los amos a los que sirvió.
[…]
   Tras lo vivido, en el último episodio del libro Lázaro llega a lo que considera “la cumbre de toda buena fortuna”, afirmación que puede entenderse irónicamente porque a lo que ha llegado es a ser pregonero de vinos en Toledo y criado de un capellán con cuya protegida se casa. Al final de la novela asistimos al cierra de la evolución sicológica del personaje y al fin de su aprendizaje. Lázaro, que comenzó siendo un niño inocente y desamparado, ha aprendido la lección suministrada por su experiencia de una realidad amarga y se convierte en un hombre conformado con su suerte. La protección del capellán, a través de su mujer, le permite vivir el resto de su vida sin demasiadas privaciones si sabe hacer caso omiso de la opinión de los demás en lo tocante a su honra. La lección que aprendió con el escudero cobra aquí toda su significación: para salvar su honra –que no es más que apariencia para mantener la buena opinión- el escudero lleva una vida miserable. Lázaro prescinde de la suya para llevar una vida tranquila”. [pp. 151-152].

jueves, 26 de abril de 2018

miércoles, 25 de abril de 2018

Micrografías


MICROGRAFÍAS

Irene Sánchez Carrón
Madrid, Visor, 2018, 72 págs.
XVI Premio Emilio Alarcos

   Irene Sánchez Carrón (Navaconcejo, Cáceres, 1967) es licenciada en Filologia Inglesa por la Universidad de Extremadura y en Filología Hispánica por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. En 1991 impartió clases de español en Londres y en la actualidad es profesora de enseñanzas medias en un centro de Cáceres. Además de colaborar en un numerosas revistas y publicaciones colectivas (como Voces poéticas en femenino editado por la A. C. Norbanova), ha publicado los poemarios Porque no somos dioses (1998, Premio Hermanos Argensola de Barbastro), Escenas principales de un actor secundario (2000, Premio Adonais), Atracciones de feria (2002, Diputación de Cáceres, col. AbeZetario), y Ningún mensaje nuevo (2008, Premio Antonio Machado de Baeza).
   Ahora la editorial madrileña Visor publica Micrografías, que logró el XVI premio “Emilio Alarcos” de poesía de 2017 concedido por un jurado presidido por Luis García Montero. En él, la escritora cacereña recoge unas composiciones que se alimentan de distintas venas líricas: los recuerdos infantiles de un mundo rural (“Final de la infancia”, “Una casa para los pájaros”, “Mientras cogías moras”…), la cotidianidad del presente (“Líneas de autobuses”, “La chica de al lado”…) o la tradición cultural tanto popular (“Canción de amigo”, “La bella durmiente…”…) como culta (“Confesiones de Adán”, “Perséfone presiente la llegada del invierno”). A este último grupo pertenece la composición que reproducimos, un texto culto pero de “línea clara” que recuerda (y recrea) el regreso de Ulises a su patria contemplado desde la mirada de la fiel esposa.


PENÉLOPE SE DESPIDE DE ÍTACA
Sin palabras, sin dioses, Ítaca es solo el mar
Y un cielo que la aplasta.

FRANCISCA AGUIRRE

Cantad, Musas, que al fin Ulises regresó
y su presencia altera la calma de la casa.
Las liras celebraron el porte del guerrero,
pero nada contaron del viejo abatido
que ha vuelto a perturbar esta dulce ruina.

¿Quién puede resistir
caminar tras un héroe a todas horas,
devolviendo su sitio a los objetos
y borrando las marcas de sus dedos,
mientras te cuenta historias insensatas?

No pretendo negar que en esos largos años
poblé la soledad de pequeñas costumbres
que se me han hecho gratas, y ahora el cuerpo las busca
como persigue un río su curso extraviado.

Contad, Musas, también esta verdad
que quizá el tiempo oculte
y decid que hace mucho que dejé de esperarle
para gozar sin límites cada minuto mío,
la sandalia en los pies al despuntar el alba,
el rocío en la yema de los dedos,
la res sacrificada por algún pretendiente,
la franqueza del vino derramado en la boca,
la túnica en el suelo frente al balcón abierto,
la labor de la luna sobre un torso desnudo,
el filtro de la voz que custodia un secreto
y el hilo del deseo en el huso olvidado.

Cantad esta versión alguna vez,
Musas esquivas,
que Ulises regresó
y no tiene sentido
que yo me quede en Ítaca.

lunes, 23 de abril de 2018