El pasado domingo, El Damero Maldito de El país elegía unos versos de un poema
de Félix Grande (“Calle vacía. Ante un paisaje de Antonio López”) como
solución:
“A ese a quien no se ve yo lo
conozco
o yo lo reconozco, o lo
recuerdo,
o lo busco sin fin… ¡Dios lo
bendiga,
tan solo como va, tan lejos!”.
Este domingo, la elegida es Francisca
Aguirre, su esposa (y viuda), con un poema titulado “Desmesura”:
“Y todo es distinto: el dolor
fue
más cauto, más sensato,
la lujuria lloró en su
madriguera.
Y el tiempo inauguró sus
máscaras:
hubo un pequeño espanto en los
rincones…”.
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