sábado, 14 de abril de 2018

Todos los sueños del mundo



TODOS LOS SUEÑOS DEL MUNDO
Poemas de Fernando Pessoa y Porfirio Barba-Jacob
Portugal y Colombia, dos poetas, dos naciones

Bogotá, Cátedra de Estudios Portugueses, Embajada de Colombia en Portugal, 2012, 299 págs.
Prólogo, edición y notas de Jerónimo Pizarro
Traducción de Jerónimo Pizarro y Gastão Cruz
Presentación de Germán Santamaría
Colaboración de Paloma Fernández

   Todos los sueños del mundo reúne composiciones de Fernando Pessoa y Porfirio Barba-Jacob en una cuidada edición auspiciada por la Cátedra de Estudios Portugueses y la Embajada de Colombia en Portugal, con un texto introductorio de Germán Santamaría, prólogo y notas finales de Jerónimo Pizarro y numerosas fotografías. Separados por el océano Atlántico, fueron dos poetas cuyos destinos nunca se cruzaron pero que compartieron la incomprensión en sus países respectivos. “El colombiano, de Santa Rosa de Osos, Antioquia, nacido en 1983 y muerto en México en 1942. El portugués nació en 1988 en la zona del Chiado de Lisboa y murió en el hospital de Sao Luis dos Franceses, en el Barrio Alto, en 1935. Fueron absolutamente contemporáneos, de una misma generación, de vidas paralelas, aunque jamás se hubieran conocido. Vivieron en el mismo mundo, pero en las dos mitades de la Tierra. Cada uno constituyó una voz y muchas voces a  la vez. Su destino fue un juego de heterónimos. El colombiano, bautizado Miguel Ángel Osorio, fue Maín Ximénez, Ricardo Arenales y finalmente Porfirio Barba-Jacob. El portugués, además de Fernando Antonio Nogueira Pessoa, fue Alberto Caeiro, Ricardo Reis y Álvaro de Campos. Ambos pulieron versos y ocultaron vicios. Los dos, más que escritores, fueron Toda una Literatura, y ese fue un título que contempló Pessoa para alguna de sus obras” [Presentación, p. 18].
   Reproducimos una composición de cada uno de ellos.

LISBON REVISITED (1923)

NÃO: Não quero nada.
Já disse que não quero nada.

Não me venham com conclusões!
A única conclusão é morrer.

Não me tragam estéticas!
Não me falem em moral!
Tirem-me daqui a metafísica!
Não me apregoem sistemas completos, não me enfileirem conquistas.
Das ciências (das ciências, Deus meu, das ciências!) — 
Das ciências, das artes, da civilização moderna!

Que mal fiz eu aos deuses todos?

Se têm a verdade, guardem-na!

Sou um técnico, mas tenho técnica só dentro da técnica.
Fora disso sou doido, com todo o direito a sê-lo.
Com todo o direito a sê-lo, ouviram?

Não me macem, por amor de Deus!

Queriam-me casado, fútil, quotidiano e tributável?
Queriam-me o contrário disto, o contrário de qualquer coisa?
Se eu fosse outra pessoa, fazia-lhes, a todos, a vontade.
Assim, como sou, tenham paciência!
Vão para o diabo sem mim,
Ou deixem-me ir sozinho para o diabo!
Para que havemos de ir juntos?

Não me peguem no braço!
Não gosto que me peguem no braço. Quero ser sozinho.
Já disse que sou sozinho!
Ah, que maçada quererem que eu seja da companhia!

Ó céu azul — o mesmo da minha infância —
Eterna verdade vazia e perfeita!
Ó macio Tejo ancestral e mudo,
Pequena verdade onde o céu se reflete!
Ó mágoa revisitada, Lisboa de outrora de hoje!
Nada me dais, nada me tirais, nada sois que eu me sinta.

Deixem-me em paz! Não tardo, que eu nunca tardo…
E enquanto tarda o Abismo e o Silêncio quero estar sozinho!


[1923]
[Contemporánea, nº 8, Fevereiro de 1923]


LAMENTACIÓN DE OCTUBRE

Yo no sabía que el azul mañana
es vago espectro del brumoso ayer,
que agitado por soplos de centurias
el corazón anhela arder, arder...
Siento su influjo y su latencia, y cuando
quiere sus luminarias encender,
          pero la vida está llamando
          y ya no es hora de aprender.

Yo no sabía que infantil ternura
da al cielo de la vida un rosicler,
y que bajo el laurel el héroe rudo
algo de niño tiene que tener...
¡Oh, quien pudiera de niñez temblando
a un alba de inocencia renacer...!
          pero la vida está pasando
          y ya no es hora de aprender.

Yo no sabía que la paz profunda
del afecto, los lirios del placer,
la magnolia de luz de la energía,
lleva en su blando seno la mujer...
Mi sien rendida en ese seno blando
un hombre de verdad quisiera ser...
          pero la vida está acabando
          y ya no es hora de aprender.

[1915]

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