martes, 2 de marzo de 2021

Más azul, más silencio


MÁS AZUL, MÁS SILENCIO

Antología

Ana Mercedes Vivas

Bogotá, Departamento de Publicaciones de la Universidad Externado, Col. Un libro por centavos, 2020, 75 págs.

Selección y cuidado de la autora

    Nacida en Cali en 1960, Ana Mercedes Vivas es Comunicadora Social con estudios en Alta Gerencia y un Diplomado en narrativa desde Las Víctimas para Construcción de la Memoria Histórica. Además, ha sido periodista en diversos medios y gerente de comunicaciones y asuntos corporativos en agencia de publicidad. Como poeta, publicó su primer libro, Verso a verso, en 1986, al que siguieron Las trampas del amor (1991), La noche del girasol (1996), Material de guerra y otros materiales (2001), Entre la espada y la pared (2009) y Corazón de pájaro (2020). En 1996 recibió el Premio Nacional de Poesía Carlos Saavedra por los poemas de Cartas de la nostalgia.

   Ahora, la Universidad Externado de Colombia publica una antología de su obra en la colección Un libro por centavos que, con tiradas muy altas y entrega gratuita con la revista El Malpensante, distribuye también por bibliotecas públicas, casas de cultura, colegio, universidades, cárceles. Los ejemplares pueden encontrarse en las universidades de Stanford, Yale y Harvard. Más azul, más silencio, que reúne poemas de  los títulos citados, transita por temas universales como la familia, el amor, el viaje (Nueva York, Londres, Granada), abierta asimismo al compromiso y a la denuncia, como los textos que reflejan la ciega violencia de organizaciones criminales (“Las sirenas de las ambulancias gritan / la enfermedad que nos desahucia”. Calle 43, Cra. 15), el asesinato político (“Tenemos miedo / por nuestra carne, / por la del otro, / el que encontraron / al borde la carretera”. Un sueño nuevo de las escalinatas), la incesante guerra civil (“Llegaron flotando por el río. / Eran los ‘NN’ de la guerra”. Los sin nombre), las víctimas inocentes del conflicto (“Vienen del llanto y del dolor / de los muertos no encontrados, / de todo lo perdido”. Las mujeres de la guerra), pero también la irrupción de terrores que creíamos olvidados como es la sensación de indefensión ante una peste avasalladora (“-“Tan inermes, / como entonces / tan doblegados por el miedo”. Más azul, más silencio). Reproducimos una de estas composiciones comprometidas con el terrible destino de los más desfavorecidos.

 

INMIGRANTES

    Llegan por el mar como la espuma

o como los maderos de un velero rendido

         al embate de las olas.

Son el naufragio mismo.

 

         La marea baja

que arrastra y nos cuestiona

nuestra propia humanidad,

la sal de todas las lágrimas

que deberíamos derramar.

 

Con sus labios evocan

         pasados presurosos,

y dátiles y flores en medio del desierto

tienen en la mirada un solo destino:

         La playa de ese continente

         donde puedan estar a salvo.

Allí, donde el niño pueda crecer

y los ojos de las mujeres

no se vistan de pánico,

debajo de los velos.

 

Son “Ramy”,

¿sabíamos que quiere decir

            viento gentil?

O Layan, ¿que es el nombre árabe para

            amable y tierno?

O Layan, el que amado por todos

         no pudo llegar

y dejó su pequeño corazón

en las orillas de la esperanza.

 

Tienen nombres, tienen sueños,

son más que una cifra de repetición:

         Pido rosas, ¡rosas!

Y no alambre de púas

                   para ellos.

 

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