domingo, 15 de marzo de 2020

Ser. Veleidades


SER. VELEIDADES

Isidro Timón
Mérida, De la luna libros, Col. Luna de Poniente, 2020, 68 págs.

   Más conocido como dramaturgo y director de escena, con más de treinta textos teatrales (Mundos y otras piezas, Antígona. Siglo XXI…), Isidro Timón (Cáceres, 1961) ha colaborado en varias entregas de La Luna de Mérida. Como narrador, ha publicado Aquel día… Detroit (Letras Cascabeleras, 2014) y El sembrador de adoquines (Editora Regional, 2015, prologada por el profesor Miguel Ángel Lama).
   Ahora, la editorial emeritense De la luna libros publica Ser. Veleidades, una compilación de diecisiete relatos agrupados en los dos bloques del título. De contornos realistas, los cuentos, con frecuencia dialogados, acogen a tipos urbanos (el mendigo, la cajera de supermercado, el marido infiel, el conductor de blablacar tentado por  la impostura…) enfrentados a situaciones cotidianas en las que no es  infrecuente que irrumpa lo insospechado.
   Reproducimos una de las composiciones del primer bloque.


GUCHINNI
La memoria de Dios

   Es curioso cómo se para el tiempo en este lugar, cómo congela la tarde luminosa que llega desde las ventanas atravesando plantas y cortinas. La residencia está tranquila y silenciosa hoy. No es domingo. Alguna trabajadora pasa de vez en cuando empujando sigilosa su carro cargado de pañales, o repartiendo por vestíbulos y habitaciones zumo, agua, galletas... El ruido sordo de los televisores de cada planta sube por el hueco de escaleras. Se para el tiempo. Sí, eso que normalmente no es más que una frase hecha cobra de pronto su sentido y dibuja, como un preciso reloj parado, un espacio quieto, que no avanza hacia ninguna parte, en el que surgen recuerdos escondidos, en la plácida tarde detenida en dos manos entrelazadas que no hablan entre sí, que no intercambian sentimientos ni energías, solo se consienten.
   En el televisor callado merodea un grupo de leonas africanas alrededor de una manada de gacelas. Tú miras sin ver, cautivada por el movimiento, creo, por los colores. No retiras tu mano de mi mano, ni la aprietas. Son tardes de palabras que luchan por
acercarte a mí sin conseguirlo, ya pasó el tiempo en el que cantábamos canciones que yo iniciaba y tú seguías, ya sola, hasta el final, rincón intacto de tu memoria, y mi sorpresa siempre por ese conservar el legado de la tradición cantada y no conocer a quien, sentado a tu  lado, te escuchaba, y mi tristeza, claro.
            -¿Te cuento una historia de cuando yo era pequeño? –ante el silencio aprieto ligeramente tu mano—, me miras sin extrañeza, sin curiosidad y vuelves a tu mundo de leonas y gacelas.
            —Había llegado un circo al pueblo. Fuimos con nuestras entradas y nos sentamos en la segunda fila, en un banco de madera que rodeaba una pista redonda de suelo amarillo, ¿recuerdas? No, no te acuerdas. Yo tendría seis años, cinco o seis años solamente. Estábamos los cinco y disfrutamos con los números del trapecio, de equilibrio de dos chicas sobre sus caballos blancos dando vueltas a la pista, del lanzador de chuchillos, de los payasos y, al final, salió el mago. No recuerdo su nombre, pero en algún momento de su número me sacó a la pista para que le ayudara. Sacó monedas de mi pelo, de mis orejas, de mis bolsillos... Al final me dijo que me bajara la cremallera del pantalón y colocó un cubo delante de mis piernas. De mi bragueta brotó una cascada de monedas que fueron llenando el cubo hasta el borde. Aquello me avergonzó profundamente, me sentí ridículo allí, mareado, delante de todo el pueblo con la bragueta bajada, escuchando las risas del público, sus aplausos. Después, en casa, tuve que aguantar las bromas y las exigencias de mi hermano que hizo que me bajara la bragueta y me pedía que sacara más monedas, para comprar cromos... Es igual, hace tanto tiempo de aquello...
            —Guchinni.
            —¿Cómo dices, mamá?
            —El mago se llamaba Guchinni.

sábado, 14 de marzo de 2020

Ciudad abierta


CIUDAD ABIERTA

Sandra Benito Fernández
Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col. Poesía, 2019, 57 págs.


   Graduada en Filología Hispánica y Máster en Formación e Investigación literaria en el contexto europeo, Sandra Benito Fernández (Plasencia, 1992) es secretaria de edición de la revista Heterónima y ha publicado sus poemas en las revistas Suroeste y Alcántara. También han visto la luz textos en prosa en la antología La materia cambiante (Panorama de la joven narrativa extremeña). Ciudad abierta es su primer libro de poemas, del que reproducimos una composición que tiene como motivo central, abierto a interpretaciones personales, esa ciudad del título a la que el sujeto lírico parece extrañamente encadenado.

XII


Tan inmenso
era el frío de las ciudades.
Leopoldo María Panero

Cuántas veces pude morir en esta ciudad
y salí indemne.

Chapotea entre mis herraduras,
me mancha con el óxido ennegrecido
de los pecados que cometí
sin la conciencia
de la condenación eterna.

Cuántas veces pude marcharme de esta ciudad
y acabé huyendo a ella.

Quise olvidar, arrancar mi nombre de las aceras,
me juré huida eterna
hacia lugares sin nombre.
Cuántas veces pude
y no quise.

Esta es mi confesión, padre.

Yo solo sé que al abrir los ojos
tu dios todavía
estaba aquí.

La patria de los náufragos



LA PATRIA DE LOS NÁUFRAGOS

José Antonio Ramírez Lozano
Soria, Diputación Provincial, 2020, 50 págs.
XXXVIII premio de poesía “Leonor”.

   José Antonio Ramírez Lozano (Nogales, Badajoz, 1950) es autor de más de setenta obras en prosa y verso, premiadas muchas de ellas con galardones prestigiosos (Azorín, Claudio Rodríguez, Juan Ramón Jiménez, José Hierro, Blas de Otero, Ricardo Molina o los extremeños Ciudad de Badajoz, Felipe Trigo o Cáceres de novela corta). Su obra poética arranca con Canciones a cara y cruz (Sevilla, 1974), libro al que siguieron otros muchos títulos (como Antifonario para un derrumbe, Bestiario de Cabildo, Cuarto creciente, Azogue impuro, Pipirifauna, Santos llovidos del cielo, El arquero ciego, Aqueronte, Discurso de anatomía, La flor de la pavesa, Epifanías, A cara de perro…). Ahora, el Departamento de Cultura de la Diputación Provincial de Soria publica La patria de los náufragos, que consiguió el XXXVIII premio de poesía “Leonor”, un libro cuyas composiciones giran en torno a la muerte, esa patria a la que todos arribaremos al naufragar.
   Reproducimos una de las composiciones.

EN MI DEFENSA

No quiero irme de aquí de esta manera.
Quiero juntar palabras para entonces
y que no pueda así la Muerte irme matando
mientras queden palabras por vivirme.

Mientras diga, seré. Mientras escribo el verso
este de estarme siendo
yo no tengo más vida que este verso
que escribo en mi defensa y nada puede
arrancarme de él, porque no hay modo
de arrancar de mis labios
lo que apenas si es siéndolo todo,
bastándose en su nombre para darse,
arista en la que amparo mi vivir.

Nada temo si digo pulpa del corazón,
élitro de oro, umbría en que el deseo
celebra su furtiva
consumación, tímpano acaso el bosque,
vitral, florida pascua en que los cuerpos
vencido el tojo, cerca
la humedad de las yeguas, arden,
estopa y pedernal, ascua de vida, digo.

T mientras tanto ella, desheredada, absurda,
tan oscura en su cerco, aguardando a que deje
de decir, a que calle
la virtud que me asiste para ser en su ausencia,
para vivir del negro no decir que la nombra.
Miseria de aguardar lo ajeno, que me cumple,
rendida como perro a mi tardanza. Y tanto
que al final va a ser ella, canina, mansa tierna,
la que venga a comerme cada día en la mano.
La que en su adversidad me dé el poema hecho.

viernes, 13 de marzo de 2020

La bendición de la lluvia


LA BENDICIÓN DE LA LLUVIA
(Antología)

José María Valverde
Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col. Poesía, 2020, 115 págs.
Edición y nota introductoria de Jesús Aguado

   José María Valverde (Valencia de Alcántara, 1926 – Barcelona, 1996) fue profesor de filosofía y estética, crítico literario, traductor de numerosos escritores al español (Rilke, Joyce, Melville, Hölderlin, Eliot, Faulkner…), catedrático de distintas materias, autor de monografías  (Cervantes, Nietzsche, Antonio Machado…) y, además de esta vasta trayectoria como estudioso, uno de los más destacados poetas de la Generación del 50 desde su primer poemario aparecido en 1945, Hombre de Dios. Salmos, Elegías y oraciones. Este y numerosos libros posteriores fueron recogidos en Enseñanzas de la edad. Poesía 1945-1970 (1971) y en Poesías reunidas 1945-1990 (1990). Formó parte –considera el autor de la edición- “de una generación de grandes voces divergentes dentro de la cual la suya aportó una especial atención a las grandes cuestiones filosóficas que atraviesan la existencia del hombre: su relación con lo divino (y con el cristianismo, vehículo casi único y agónico, en el sentido unamuniano, de sus preocupaciones al respecto), la pregunta por el ser de las cosas (confiando tanto en lo que Aristóteles pueda aportarle como en lo que puedan enseñarle un santo, un pobre, un hijo. Sus alumnos, los novelistas o un viaje) el modo en que el tiempo nos teje y nos desteje de acuerdo a unas leyes universales que se presentarán nítidas o neblinosas según las circunstancias, o la palabra como instrumento de humanización, de estructuración intelectual, de telescopio para interrogar las alturas (los cielos y los infiernos de los que hablan todas las tradiciones) y, en última instancia, de puente entre lo inteligible y lo ininteligible” [pp. 9-10].
   De la segunda parte de la antología, que recoge todos los sonetos publicados por el poeta, reproducimos una composición que da cabida a dos motivos recurrentes en su trayectoria.


DIOS EN EL TIEMPO

Cuando no logro hallarte en el presente,
Señor, hacia atrás vuelvo la mirada,
y allí estás, no en alguna renovada
estampa de mi historia, nuevamente;

sino en la perspectiva azul, latente,
visible en la sutil niebla dorada
que se alza entre el ayer y esta jornada,
hecho luz del recuerdo, olor, ambiente.

No en lo lejano, sí en la lejanía
te veo, no en las cosas, en los lentos
cambiantes de los cielos de mi historia.

Canta el tiempo que huyó tu melodía;
te oigo en la antigua lluvia de momentos
como en rumor de un río en la memoria.

De tormenta



DE TORMENTA
Historia de mi alma

Agustín Muñoz Sanz
Mérida, De la luna libros, 2020, 212 págs.

   Agustín Muñoz Sanz (12953) es médico y escritor que cultivado varios géneros literarios: el teatro (su obra Marco Aurelio fue estrenada en el teatro romano de Mérida en 2016), comedias y guiones cinematográficos, cuatro libros de ensayos históricos, un libro de viajes (En busca de Ítaca. Un periplo de conocimiento interior, 1992) y un diario (Diario de invierno, 2003). Como narrador, ha cultivado el cuento (La dehesa de los Bidasoa, 1992; Cuentos extremeños de Hoy, 1994; La voz del abuelo, 2000; Trece cuentos peregrinos, 2013 y El balneario, 2014) y la novela: El yacoi (1994), Aventuras y desventuras de un pícaro sueco (1997), Aunque sean soberanos los empeños (2009) y Los galgos del Papa (2016).
   Ahora, la editorial emeritense De la luna libros publica De tormenta, una biografía novelada en forma epistolar de un escritor real, el poeta, narrador y dramaturgo prusiano Heinrich von Kleist (1777-1811), olvidado en su época y rescatado tras su muerte (se suicidó con 34 años) por autores como Franz Kafka o Thomas Mann. Enfrentado a un destino adverso (un destino concebido al modo romántico como un itinerario vital impuesto contra el que es inútil rebelarse), Von Kleist vivió numerosas peripecias vitales, muchas en contra de su voluntad, por una Europa sumida en constantes enfrentamientos bélicos, que lo llevaron en varias ocasiones al escenario de la guerra y a la prisión, pero también a viajar por todas las ciudades de Europa (Roma, Berlín, Weimar, Praga, París…). En el prólogo al libro (“El alma aniquilada”), Vaz Leal considera: “Faltan más de cien años para que Kafka explique en su Carta al padre cómo sus temores y su malogrado anhelo de aprobación marcarán su existencia, y también para que el magistrado Schereber describa en sus Memorias de un enfermo de los nervios unos hechos que llevarán a Freud a hablar de sometimiento al padre omnipotente y a Schatzman de asesinato del alma. Historias coincidentes, al fin y al cabo, variaciones sobre el mismo tema: la búsqueda de reconocimiento de una personalidad truncada” [p. 12].
   Reproducimos un fragmento del primer capítulo en el que, desde una profunda convicción de derrota personal, el escritor anuncia su muerte.  

Berlín, en mi apartamento
Noviembre de 1811

No sé qué decir acerca de mí pues soy una persona inexplicable. Empiezo a escribir ahora una carta de despedida. Mi testamento espiritual. La historia de mi alma. Cuando acabe de redactarla, que puede ser, si me harto, dentro de un rato, en la siguiente página o dentro de varios días, entraré en la inmortalidad. Por la puerta grande. Un privilegio que se me ha negado hasta ahora. Lo haré –inmortalizarme-en la orilla serena del lago Wannsee, en Postdam, apenas a siete u ocho leguas al sur de Berlín. Allí iré dentro de muy poco tiempo para cerrar por fin el libro de mi biografía. En la tranquilidad horaciana que rodea al lago silenciaré para siempre al cerebro atormentado que me está dictado esta carta. Cuando me entierren, si acaso lo hicieran, me gustaría que en mi epitafio escriban lo siguiente:

“Vivió, cantó y padeció / eran tiempos tristes y afligidos /
Buscó aquí la muerte / pero encontró la inmortalidad”.

   Cuando esté cerca de mi futura tumba, dentro de unos días, dejaré instrucciones escritas a un buen amigo. Y, si no hubiera tumba, no me importaría ser alimento de los cuervos como tampoco preocupó a Diógenes el cínico. Solo pido que planten una piedra de negro granito o una lápida de mármol gélido como la muerte en el lugar donde encuentren mi cadáver. Nadie debe negar la última voluntad a un moribundo. Ni siquiera a un poeta maldito, a un escritor fracasado, a un ser humano deshumanizado porque ha dilapidado el saldo de sus sentimientos” [pp. 15-16].

jueves, 12 de marzo de 2020

sábado, 7 de marzo de 2020

Alberto Olmos en Don Benito






   El pasado viernes visitó Don Benito, en el marco de la actividad del Aula Guadiana, Aberto Olmos (Segovia, 1975), autor de relatos y novelas, columnista, crítico literario en periódicos, revistas e internet, que intervino en la Casa de Cultura para hablarnos de su trayectoria literaria, un trayecto que se inició con una novela, A bordo del naufragio (Anagrama, 1989), finalista del premio Herralde de novela y considerada por El Cultural como una de las mejores opera prima del año. A partir de este título, el escritor fue desarrollando de modo paralelo una obra que abraca, como dijimos, géneros como la novela, el relato y  la crítica literaria. Reacio a la arbitrariedad de las etiquetas críticas, Alberto ha ejercido un análisis del panorama narrativo con un talante honesto y, con frecuencia, implacable a la hora de enjuiciar el “traje nuevo del emperador” de turno. En un prolongado coloquio posterior, reflexionó sobre numerosos temas planteados: la banalidad de los éxitos, con frecuencia programados desde las editoriales, la dudosa limpidez de los premios literarios, la arbitrariedad de las etiquetas críticas, determinadas iniciativas de edición privadas que ocultan auténticos timos, los ámbitos urbano y rural como materia narrativa…  
   Al día siguiente, con un registro adecuado a otros oyentes (alumnos de bachiller del IES Cuatro Caminos, del Donoso Cortés y del Colegio Claret (él fue alumno durante toda la enseñanza media del Colegio Claret de Segovia del que guarda un magnífico recuerdo), el escritor volvió a responder en el coloquio a las cuestiones planteadas por los alumnos (diferencias en la composición entre cuento y novela, dificultades de abrirse camino, o –una cuestión recurrente en la curiosidad de los alumnos- el rendimiento económico de la tarea de escritor). Se cumplió, de este modo, uno de los objetivos básicos de la actividad: una auténtica clase de literatura en que  los alumnos pueden oír y conversar con un escritor de una notabilísima calidad literaria que se halla en pleno proceso creador.


jueves, 27 de febrero de 2020

Alberto Olmos en el Aula Guadiana



   El próximo jueves 5 de marzo visitará el Aula Literaria Guadiana de Don Benito el escritor Alberto Olmos que dará una conferencia, abierta al público en general, en la Casa de Cultura de Don Benito. Al día siguiente, el escritor intervendrá a las doce de  la mañana en el salón de actos del IES Donoso Cortés ante alumnos de Bachiller de este centro, del IES Cuatro Caminos y del Colegio Claret.
   Alberto Olmos nació en Segovia en 1975. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, posee estudios de Filología Románica. 
   Ha publicado las novelas A bordo del naufragio (Editorial Anagrama, 1998; Compactos Anagrama, 2013), finalista del Premio Herralde y considerada por El Cultural entre las mejores óperas primas del año; Trenes hacia Tokio (Lengua de Trapo, 2006); El talento de los demás (Lengua de Trapo, 2007); Tatami (Lengua de Trapo, 2008); El estatus, premio Ojo Crítico RNE de Narrativa 2009, como la mejor novela del año escrita por un autor menor de 40 años, (Lengua de Trapo, 2009); Ejército enemigo (Literatura Random House, 2011) y Alabanza, exponente de la corriente neorruralista de la literatura española de comienzos del siglo XXI, junto a Jesús Carrasco o Santiago Lorenzo, (Literatura Random House, 2014). Su labor literaria en la red dio lugar al volumen Algunas ideas buenísimas que el mundo se va a perder (Caballo de Troya, 2009), donde reunió textos ajenos, y a Vida y opiniones de Juan Mal-herido (Melusina, 2010) y Pose (La Uña Rota, 2013), que recogen buena parte de su narrativa digital. Fue el responsable de la antología Última temporada. Nuevos narradores españoles 1980-1989 (2013). En 2016 publica la antología de relatos Guardar las formas (Literatura Random House), de donde proceden los textos del cuadernillo.
  Durante tres años residió en Japón en la prefectura de Tochigi. Allí dio clases de español y de inglés e hizo crítica cinematográfica y literaria. Ha colaborado en los diarios El Mundo y Público. Desde 2015 mantiene una columna sobre literatura y sociedad en El Confidencial, titulada Mala fama. Escribe un blog de crítica literaria alternativo al panorama español habitual en www.malherido.com.

martes, 25 de febrero de 2020