lunes, 15 de febrero de 2021

Mera sombra

 

MERA SOMBRA

Sus mejores poemas taurinos

 Antonio María Flórez

Don Benito, La cigüeña de cristal, 2021, 19 págs.

Fotografías de Maurice Berho

Selección de textos de Almudena Porres Salces

    Además de varios ensayos (Dalí. El arte de escandalizar, 20004; Transmutaciones. Literatura colombiana actual, 2009), Antonio María Flórez (Don Benito, 1969) ha publicado hasta el momento los siguientes libros de poesía, galardonados con premios de reconocido prestigio: El círculo cuadrado (1987), En cámara lenta, junto con el escritor Flobert Zapata (1989), Epigolatría (1993), ZOO (poemillas de amor antiecológicos) (1994) y El bar de las cuatro rosas  en “Colección Poesía Dombenitense de fin de siglo” (1995). A este libro le siguieron títulos como El arte de torear (202),  Desplazados del paraíso (premio nacional de poesía “Ciudad de Bogotá” de 2003), Marquetalia (Un pueblo que rabia) (2003), Corazón de piedra (2011), Tauromaquia (Antología Trema) (2011), Bajo tus pies la ciudad (2012), En las fronteras del miedo (finalista del premio nacional de poesía del Ministerio de Cultura de 2015), La muerte de Manolete. Crónica en escena (Don Benito, 2015), Sueños eróticos de un adolescente empedernido (Madrid, 2017), Marquetalia, tus hijos te decimos (2019) y Poemas de la pandemia (2020).

   Ahora ve la luz una pequeña selección antológica de sus poemas taurinos aparecidos en tres de los títulos citados más arriba. Reproducimos una de ellas.

 

BAILARÍN MILENARIO

 

Bailarín milenario

de temerarios lances.

Artesano de arena,

         oficial de la muerte.

 

Capoteando astas

en la frontera

del cuerpo,

                   detienes el viento.

 

Revuelo de banderillas

en ceremonioso esguince,

con los brazos arriba

y el orgullo más alto.

 

Citando a los medios,

muleta en mano,

la sangre moja

la luz de sus muslos.

 

Naturales, molinetes,

derechazos, desplantes,

y el aplauso delirante

         que ensordece la plaza.

 

Amarse en la tarde,

desnudos en el aire,

toro y torero

danzando la vida,

         burlando la suerte.

 

¡Silencio!,

y junto a las tablas,

¡ay!, ¡ay!

¡qué cornada tan honda,

Qué desgarro tan bárbaro!

¡Silencio!

         ¡Silencio!

¡Qué relámpago

                            de muerte!

No hay comentarios:

Publicar un comentario