viernes, 27 de septiembre de 2024

Portugal, diez siglos de historia


 

PORTUGAL, DIEZ SIGLOS DE HISTORIA (XII-XXI)

Fernando Cortés Cortés

Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col. Estudio, 2023, 238 págs.

Maestro y Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Sevilla, doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Extremadura, y doctor en Pedagogía por la misma Universidad, Fernando Cortés Cortés (Montijo, 1944) es profesor de Secundaria que ha impartido docencia en el IES Bárbara de Braganza y en el Instituto Español de Lisboa. Profesor invitado en la Faculdade de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidade Nova de Lisboa, catedrático de Geografía e Historia e inspector de Educación desde 1990, fue Director General de Ordenación, Renovación y Centros de la Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología del gobierno extremeño hasta 2003. Ha sido director de la Revista Estudios Extremeños, fundada en 1927, en dos periodos, 1995-2004 y 2009-2022.

En 2016 fue nombrado Cronista oficial de la ciudad de Badajoz; es académico y consultor de la Sociedade Arqueológica Lusitana y miembro del Consejo Asesor de Antropología, Folklore y Patrimonio Etnográfico de la Asamblea de Extremadura, junto a otras muchas actividades pedagógicas y académicas. Autor de numerosas publicaciones que atienden un amplio campo, desde el estudio de la demografía histórica a la investigación sobre la enseñanza y la situación de las escuelas y maestros en el siglo XIX, y de modo singular sobre la escuela en Extremadura meridional: también ha publicado textos que abordan las guerras carlistas o relacionados con la historia de Portugal. Estas investigaciones le han deparado diferentes reconocimientos, como el primer galardón de Geografía e Historia de los III Premios de investigación científica para profesores de enseñanzas medias María Zambrano, el primer premio de Ciencias Sociales José Mª de Calatrava, o el concedido por el Ayuntamiento de Don Benito a la Investigación Histórica. Ahora la Editora Regional de Extremadura reedita en su colección “Estudio” Portugal, diez años de historia (XII-XXI) que traza un recorrido por esto tramo temporal “mientras sigue los patrones de la historiografía portuguesa al tiempo que relaciona cuando es preciso ese devenir en el tiempo con el de nuestro país, que al cabo comparte momentos, acontecimientos y nombres que se unen, definitivamente, en la pertenecía común a la Unión Europea” [Texto de contraportada”]. Reproducimos un fragmento en que se aborda el episodio más destacado de la historia lusa en el siglo XX. 

   “Las consecuencias de los sucesos del 11 de marzo son importantes, ya que, por un lado, van a provocar una radicalización del proceso revolucionario —con el aumento de las nacionalizaciones de empresas y las ocupaciones de tierra en el Alentejo como base de la Reforma Agraria, de tal forma que las ocupación de fincas se producían antes de que hubiera una decisión jurídica que las amparara— y, por otro, se iniciaba "la reacción" a ese proceso que parece va a concluir con la instauración de un sistema socialista-colectivista en el que obreros, campesinos y soldados detenten el poder: es el momento, extendido hasta el golpe de noviembre de 1975, de puesta en marcha de la reforma agraria, de modo especial con las llamadas unidades colectivas de producción, de amplio desarrolle en el Alentejo, en el que llegaron a gestionar más de un millón de hectáreas de suelo cultivado. Así, por medio de varios cientos de disposiciones legales dictadas, se establecieron los procedimientos jurídicos sobre las expropiaciones y nacionalizaciones de la tierra. La valoración que del proceso se ha hecho es profundamente divergente y ha sido considerada como la reforma agraria más profunda jamás efectuada y como el más bello resultado del proceso iniciado el 25 de Abril. Para otros, es uno de los elementos más negativos de la Revolución ya que ni los terratenientes recibieron los importes de las indemnizaciones fijadas, ni tampoco los grupos beneficiados abonaron cantidad alguna.

   Se iniciaba el llamado Verão Quente, un tiempo de tensión extrema, de reivindicaciones permanentes, de numerosos sucesos desestabilizadores, de confusión y hasta de caos. Con graves incidentes como los desarrollados el 13 de julio de 1975, con el asalto a la sede del Partido comunista, primera manifestación de una serie de acciones violentas contra los partidos de izquierda e inicio de una campaña terrorista con objetivos "anticomunista". [pp. 172-173].

miércoles, 18 de septiembre de 2024

Mago Moga

MAGO MOGA

Una forma de querer

Barcelona, Libros de Aldarán y Los Papeles de Brighton, 2024, 141 págs.

Edición y prólogos de Moisés Galindo, Christian T. Arjona y Juan Luis Calbarro

Licenciado en Derecho y licenciado y doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona, Eduardo Moga (Barcelona, 1962) es, además de tarea como editor, autor de una dilatada y notabilísima obra literaria que incluye numerosas traducciones, libros de poemas, obra crítica (desde la reseña para revistas especializadas a trabajos filológicos de mayor extensión y calado) y una obra narrativa “viajera”. Mago Moga es, ante todo, un hermoso testimonio de amistad, una iniciativa de Moisés Galindo, Christian T. Arjona y Jual Luis Calbarro que han conseguido reunir textos e imágenes de un alto y amplio número de conocidos y amigos, un “libro de versos, prosas y estampas –caleidoscopio de textos, penacho multicolor-, como una antología imaginada que recogiera nuestras mejores, más sinceras, dedicatorias” [p. 19] Estos son los colaboradores del volumen: AGUASACO, Carlos: Estantigua de un poeta, AGUDO, Marta: Tercer tiempo, ALCORTA, Carlos: Vitalismo, ARCEDIANO, José Antonio: Mejor lo dices tú, ARCO, Jorge de: Acordanza, ARJONA, Christian T.: La barba visionaria. Eduardo Moga (1962), CALBARRO, Juan Luis: Eduardo en Brighton, CALVO GALÁN, Agustín: Dos homenajes a E. M., CARTAGENA, Ignacio: La paloma, CASTRILLÓN, José María: [Años después habrían de contarme], CILLERUELO, José Ángel: Soneto postista, COLINAS, Antonio: Dniéper, COMENDADOR, Luis Felipe: Cinco poemas visuales, COURILLEAULT, Marie-Céline: El poeta fotógrafo, CURIESES, Óscar: La barba de Walt Whitman, DACHS, Ramon: XVIIII - Le soleil, DOCE, Jordi: Una visita, o Poética de urgencia para Eduardo Moga, DOMINGO CATALÀ, Teresa: [Mi amado, qué sombra despojaste], DOOLEY, Terence: Homenaje de gratitud, FERNÁNDEZ BENÉITEZ, Ángel: In vino veritas, FERNÁNDEZ MALLO, Agustín: Poema plagiado, GALÁN, Julio César: Lo que dijo Óscar de la Torre sobre Eduardo Moga: aquella Insumisión, GALÁN, Tomás Modesto: Dos poemas, GALINDO, Moisés: Escribir es vivir, GALLEGO RIPOLL, Federico: Eduardear, GAMONEDA, Antonio: Israfel, GARCÍA, Concha: Hermenéutica (I), GARCÍA MATEOS, Ramón: Crónica del verano escurialense de 1996, GASPAR, Sergio: Dos fragmentos de Aben Razin, GAVÍN, Alfredo: Tres sonetos, GOL, Jordi: Rigor lúcido y lúdico: las columnas de Eduardo Moga en Quimera, p. 96. GÓMEZ TORÉ, José Luis: Que sabe, GONZÁLEZ FUENTES, Juan Antonio: Atardece (variación), HERNÁNDEZ, Máximo: Ocho moléculas (1), HERNÁNDEZ BRAVO, Ricardo: Haikus de Isladentro, JIMÉNEZ ARRIBAS, Carlos: Homenaje a Eduardo Moga, JIMÉNEZ NAVARRO, José Antonio: [Pensando en Eduardo Moga], JULIÀ BRAUN, Carlos: Octavas de la Novena para un culé, LEÓN GUSTÀ, Jorge: Para Eduardo, a la manera de Moga, LLERA, José Antonio: Al final de la escapada, LÓPEZ CAÑESTRO, Antonio: Nadie que haya conocido íntimamente a Eduardo Moga se suicidará nunca, LÓPEZ NAVIA, Santiago Alfonso: Octava (ir)real, LÓPEZ-CARRILLO, Juan: Tres poemas para Eduardo, LOSTALÉ, Javier: Fecundación de lo visible en lo invisible, LOWEREE, Jacqueline: Dos poemas para Eduardo, LUMBRERAS, Ernesto: Eduardo Moga, el primer remero, MACÍAS, Juan Manuel: Emisarios, MARTÍN GIJÓN, Mario: [dein Gesang], MATEO, Regino: Tres poemas, MEABE, Miren Agur: El musgo y la risa, MICÓ, José María: Dos poemas para Eduardo Moga, MONTETES-MAIRAL I LABURTA, Noemí: Eduardo Moga, La luz en la mirada, MORA, Vicente Luis: Eduardo Moga o el desborde verbal, MUNTANÉ, Miquel-Lluís: Dos poemes, NAVARRA, Andreu: Eduardo Moga, viajero por la vida,. NAVARRO DURÁN, Rosa: No Eduardo: me llamo llueve, NORIEGA, José: Lo uno y lo otro, ORTEGA, Antonio: Radwiya, OSSET HERNÁNDEZ, Miquel: [Yo sé que soy inmortal], PARCERISAS, Francesc: Tres poemas inéditos para Eduardo Moga, PASTOR, Anxo: Dos poemas, PAZ SAZ, Pepo: Después de tantos años, PEÑA, Juan Carlos: [Un hombre solo es la mímesis], PÉREZ LÓPEZ, María Ángeles: Haikús de los apeaderos, PÉREZ WALIAS, Javier: Dándole vueltas en mi cabeza, QUESADA, Carlos: Lujuria del fracaso, RELLO, Mateo: Moga en línea clara, p. 191. RESECO, Antonio: Todo fue, p. 194. RICO, Manuel: La amistad que nació con el siglo: Eduardo Moga, RODRÍGUEZ, Alfredo: Dos poemas inéditos para Eduardo Moga, RODRÍGUEZ PADRÓN, Jorge: [Está en un paisaje urbano devastado], SALA SUBERVIOLA, Anay: Pirámides, SÁNCHEZ PEDRERO, Jonás: El árbol, SÁNCHEZ ROBAYNA, Andrés: Recuerdos: el dibujo, SÁNCHEZ SANTIAGO, Tomás: Mago Moga, SANTOS, Yrene: Palabras para Eduardo Moga, SILES, Jaime: [Como una piedra roza una paloma], VICO, Juan: [Un hombre lee], VIOLA, Simón: Lector nómada, VIRALLONGA, Jordi: En un aeropuerto no se alquilan pisos, VITALE Carlos: Dos poemas, VIZOSO, Pedro José: Poemas Y ZOMEÑO, Jesús: Atenas. Reproducimos una de las composiciones. 

[COMO UNA PIEDRA ROZA UNA PALOMA]

Jaime Siles

                                                                           A Eduardo Moga

Como una piedra roza una paloma

y la deja en el suelo palpitante

y la funde la luz con el diamante

sobre el sol detenido en una loma

 

y en lo alto del cielo, herida, asoma

una sombra sonora relumbrante

cada vez más lejana, más distante

del jazmín y el sonido de su aroma,

 

así también yo veo en el cuadrante

de la esfera del día reflejada

la voz con la que el tiempo horada

 

el tenue transcurrir de cada instante

y cómo cada hora cada hablante

es un verso escrito por la Nada.



 

miércoles, 11 de septiembre de 2024

Migas


 MIGAS

Javier Castañeda

Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col. Comic, 2024, 135 págs.

Graduado en Bellas Artes y máster en Diseño e Ilustración por la Universitat Politécnica de Valéncia, Javier Castañeda (Valencia, 1985) trabaja como ilustrador en proyectos audiovisuales de animación, entre los que destacan el cortometraje Exlibris (nominado a los Goya en 2011) y el largometraje Rock Bottom (presentado en Cannes en 2023). Migas es su primer cómic. La obra resultó ganadora de III PANG! de Novela Gráfica, con un jurado formado, entre otros nombres vinculados al cómic y la novela gráfica en español, por Álvaro Pons, Borja González y Carla Berrocal. Fruto de la iniciativa de la editorial extremeña Aristas Martínez, con el patrocinio de la Fundación Extremeña de la Cultura y la colaboración de la Editora Regional de Extremadura, el Premio PANG1 de novela gráfica reconoce el lugar que el cómic y la novela gráfica han conseguido en los últimos años entre todo tipo de lectores y, al mismo tiempo, estimula el la proyección del trabajo de las autoras y autores de la comunidad, en un momento de enorme relevancia nacional e internacional de sus ilustraciones y álbumes. Migas, obra premiada en su Tercera convocatoria, cuenta con dos ediciones, en Aristas Martínez y en la editora Regional de Extremadura.

Sobre la metáfora que ha pasado al título del libro, Migas, que cuatro capítulos (“amasado”, “fermento”, “pan para hoy”, “Pan duro”, “panquemao”) desarrollan, la obra traza la trayectoria vital de una mujer y su familia durante las precarias décadas de posguerra, desde las tierras de Castilla hasta Valencia. Toda una generación de mujeres (la obra va dedicada a la abuela del autor) encuentra en estos extraordinarios dibujos con toda la gama de grises un reflejo exacto: los bombardeos a la aldea durante la guerra civil, los humildes oficios de la supervivencia (molinos harineros, herreros, mineros, lavanderas, criadas…), la marcha de una aldea abandonada a su suerte, el desarraigo, las detenciones arbitrarias, las muertes en la familia y, al fin, nuevos paisajes urbanos y  nuevos trabajos humildes. Los dibujos de objetos pequeños (cartillas de racionamiento, billetes de tren (Puerto Llano-Valencia), recetas, monedas, orlas familiares…) dibujan con precisión el contexto histórico de unos seres humanos zarandeados por el ventarrón de una guerra fratricida. Reproducimos la portada y la contraportada del libro.




lunes, 9 de septiembre de 2024

domingo, 8 de septiembre de 2024

Ítaca. El pequeño Ulises

 

ÍTACA. EL PEQUEÑO ULISES

Samuel López-Lago

Ilustraciones de Isabel Cuéllar

Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col. Tigres de papel, 2024, 31 págs.

Samuel López — Lago. Es funcionario de la Comisión Europea y actualmente lidera el equipo de Gestión del Conocimiento y Herramientas Colaborativas de la Dirección General de Políticas Regionales y Urbanas. Además, es miembro de la Academia Mundial del Arte y la Ciencia, una organización que actúa como órgano consultivo de la ONU y la UNESCO. Es un creativo multidisciplinario, diseñador, artista y escritor cuyo trabajo ha sido presentado en diversos países, incluyendo Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Bélgica y Dubai. Ha publicado el manual creativo Vademécum de Métodos de Diseño, el ensayo Clayfulness, y los libros para niños ABCDiseño, Galería de lo imposible e Historia de una silla, todos ellos con la editorial Experimenta.

Isabel Cuéllar es licenciada en Historia del Arte y Gestora Cultural. Ha participado en numerosas exposiciones de pintura y fotografía; cuando descubre el mundo de la ilustración completa su formación con talleres y cursos enfocados a la ilustración infantil. Ha realizado diferentes exposiciones individuales de sus dibujos, en los que integra las técnicas tradicionales con lo digital. En 2018 diseña el cartel que conmemora el Día Internacional del Libro para la entonces Consejería de Cultura e Igualdad de la Junta de Extremadura. En 2019  ilustra los volúmenes correspondientes a las antologías de Luis Chamizo e Irene Sánchez Carrón de la colección El Pirata, una iniciativa de la Editora Regional de Extremadura en colaboración con la Universidad de Extremadura.

Ítaca. El pequeño Ulises contiene un diálogo entre padre e hijo (Laertes y Ulises), ilustrado por unas bellas imágenes, con un breve poema intercalado que anuncia al hijo, antes de que este se duerma (tal vez soñando con el contenido del texto), su vida futura como una “odisea”, esto es, como un itinerario plagado de viajes, aventuras, descubrimientos y fascinación por el porvenir. Reproducimos al portada y contraportada del libro.



martes, 2 de julio de 2024

Lisboa caminada

LISBOA CAMINADA

Antonio María Flórez

Ayuntamiento de Don Benito, 2024, 115 págs.

   Hijo de madre extremeña y padre colombiano, Antonio María Flórez pasa su infancia en Marquetalia (Colombia), pero recibe su formación académica de grado medio en los centros docentes de Don Benito. Circunstancias biográficas posteriores le han llevado a alternar estancias en Colombia y España, lo que lo ha convertido en privilegiado testigo del panorama cultural de los dos países. Además de varios ensayos (como Dalí. El arte de escandalizar, 2004,  Transmutaciones. Literatura colombiana actual, 2009, o Cuentos de ida y vuelta, 2010) y numerosas colaboraciones en obras colectivas (antologías de cuento y de poesía, revistas…) ha publicado hasta el momento los siguientes libros de poesía, galardonados con premios de reconocido prestigio: El círculo cuadrado (1987), En cámara lenta, junto con el escritor Flobert Zapata (1989), Epigolatría (1993), ZOO (poemillas de amor antiecológicos) (1993), El bar de las cuatro rosas (1995) y Antes del regreso (1997). A este libro le siguieron títulos como El arte de torear (2002),  Desplazados del paraíso (premio nacional de poesía “Ciudad de Bogotá” de 2003, publicado ese año en Colombia y luego en España en 2006), Marquetalia (Un pueblo que rabia) (2003), Corazón de piedra (2011), Tauromaquia (Antología Trema) (2011), Bajo tus pies la ciudad (2012), Sabe que su mirada (2014), La muerte de Manolete. Crónica en escena (Don Benito, 2014), En las fronteras del miedo (2013, finalista del premio nacional de poesía del Ministerio de Cultura de 2015), Sueños eróticos de un adolescente empedernido (2016) y Mirándonos (2019). Como narrador, ha publicado sus relatos en antologías como Cuento caldense actual (1992), Estrechando círculos (1999), La narración corta en Extremadura (2000) y Ficciones (2001). En 2018, la editorial De la Luna libros publicó un volumen de relatos, Desde entonces vivo para el dolor, y en 2021 la Editora Regional dio a la estampa El hombre que corría en el parque. Recientemente ha visto la luz Llámame tiempo, novela publicada en España y en Colombia.

   Ahora ve la luz Lisboa caminada, título del libro y del primer bloque (el otro lleva por título “Otras geografías”), cuyas composiciones nacen de la fascinación por una ciudad que, como consideró Javier Martín “é uma cidade que se leva na alma, porque não cabe na mala. O seu rio, a sua luz, as suas calçadas ficam lá”, pero también de la atracción que ejercen para el autor poetas y prosistas lusos (y algunos cantantes; el número de citas es muy alto), como Pessoa, José Saramago, Lobo Antunes, Eça de Queirós, Nuno Júdice, José Luis Barreto, Guimaraes, Manoel de Barros, Angélica Freitas, Antonio Osorio, Gonçalo M. Tavares, Filipa Martins, Martha Cecilia Cedeño…, incluyendo en el grupo a aquellos escritores no lusos también enamorados de Portugal, como Antonio Tabucci, Muñoz Molina o Ángel Campos. El segundo bloque se abre a “otras geografías”, entornos a veces naturales (“Díptico del Amazonas”), pero sobre todos urbanos como Buenos Aires, Madrid o Nueva York. Dueño de una voz original y madura, el poeta  pasea como voyeur por estos ámbitos para plantearse los temas universales presentes en libros anteriores. Reproducimos un poema del primer apartado.

 

LAS NOCHES DE LISBOA (I)

 

   Son las noches de Lisboa

renuentes al silencio.

Ellas tienen gargantas que gimen

y lanzan cortados lamentos

que chocan contra las paredes.

 

         El fado en Mouraria

es un susurro hechizante

que viene del fondo del alma,

melancólico y altivo,

como lo hizo María Severa

         con su cuerpo y su destino.

 

         De ellas nacen sueños

que escapan por las ventanas

y minutos que se alargan,

                   más allá del poema,

con historias interminables

   de nuestras vidas oscuras

         -la tuya y la mía-

por desiertos y autovías,

por ciudades y montañas,

que aplazan y enmudecen

las líneas que habrías

de escribir hoy mismo,

         antes de la medianoche,

sobre los setenta y dos fantasmas

que ya no habitan, ni bien sueñan

         en la casa desierta y callada

de Fernando Pessoa

en la rua Coelho de Rocha

                            del campo de Ourique.

Papeles manuscritos desparramados en el escritorio

que susurran la “Sinfonía de la noche inquieta

y hablan del “…olor del mar, entrada la noche,

en los muelles de la ciudad humedecida por el frío…”.

 

miércoles, 19 de junio de 2024

El último blue laggon

EL ÚLTIMO BLUE LAGGON

Roge Gómez

Salamanca, Ed. Delirio, Col.Narrativa Iria, 2024, 190 págs.

   Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca y dedicado a la docencia, Roge Gómez ha sido durante cinco años alumno del taller literario de Isabel Canelles, en cuyas antologías publicó varios relatos (uno de los cuales es representado periódicamente por los estudiantes de la escuela de teatro Lombó como monólogo). Ahora, la editorial salmantina Delirio (que edita “libros cuadrados como puños”) publica su primera novela. Situada la trama en su arranque en una aldea, San Esteban de la Fuente, en pleno campo charro, la novela se abre con un episodio crucial; el protagonista, ya en las postrimerías de  la juventud, es despertado por su madre tras una noche rutinaria de alcohol, estupefacientes y lagunas mentales diciéndole que un par de policías preguntan por él: su mejor amigo, el Honrado, ha aparecido ahorcado con las manos atadas (lo que descarta un suicido). Su relación con el fallecido y su propio estilo de vida lo hacen sospechoso. Pero este motivo, propio de un relato negro, se incardina en un panorama narrativo inicial de corte cervantino: Antonio ha decidido transformarse en Elvis copiando sus vestidos, sus complementos, su peinado, su propensión progresiva a los excesos, lo que lo convierte en una figura grotesca en su entorno, pero en la que adivinamos a uno de esos “héroes” empeñados, frente a todo tipo de contratiempos (una pequeña aldea, unos personajes rurales, una madre escandalizada) en hacer realidad sus sueños. Antonio / Elvis baila como el cantante estadounidense, ingiere constantemente el mismo cóctel (el blue lagon, una mezcla de vodka y curaçao) consume drogas y aspira a unas relaciones sexuales libres, pero la extraña muerte y el acoso policial lo obligan a huir. Con toda sus pertenencias en una mochila, el protagonista emprende un viaje, comparable al de Alonso Quijano o al de Lázaro de Tormes, que le llevará a La Alberca, Salamanca, Madrid y Oslo, vivirá aventuras  (sin el propósito aleccionador de los relatos picarescos) y conocerá a personajes tan extravagantes como él, todos situados en el extrarradio de la sociedad: un policía corrupto y vengativo (que tal vez asesinara a su padre en las tapias de un cementerio), una mujer de mediana edad, Priscilla, que lo acogerá generosamente, jóvenes urbanos que huyen de la ciudad, okupas organizados, naturistas, nudistas… mientras busca el amparo de una extraña agrupación anarquista (La pepita negra) y a Ela, una vedette de los años de la guerra. Nos encontramos,  por lo dicho, ante una novela singular (aún más al tratarse de una primera novela), de carácter lúdico, con un marcado sentido del humor (como el comportamiento de ese camionero que combate el sueño con café con cocacolas), con una prosa eficiente y unos diálogos a la vez naturales y sorprendentes (con registros que van de lo rural al jergal) y un resultado final logrado en todos sus aspectos. Reproducimos un fragmento que presenta al protagonista sumido en sus tribulaciones.

   “Camina con precaución por la acera y ve sorprendido que alguien levanta el brazo desde lejos, a modo de saludo. Eso desboca su esperanza. Quizá lo de anoche no ha sucedido. O, ya que eso parece que es un hecho, han descubierto por fin la verdad. Que él no ha sido. Que no ha hecho nada. Que cómo va a haber, nada menos que ahorcado al Honrado, el amigo que cuando ya nadie daba un duro por él, salió cada noche de cada día a tomar vinos, a enseñarle beber otras cosas. Compartió con él su Blue Lagoon: el cóctel por el que era famoso en todos los bares del pueblo. Cada vez que traba en uno, si eran más de las once de la noche, se lo ponían sin preguntar. Y empezaron a ponerles dos... Juntos volvían a casa borrachos perdidos. A veces se turnaban: «Hoy te acompaño yo a tuya». Y luego estaba su hermana, la Mambrú. Siempre la adoró. Desde aquel cumpleaños germinal donde bailó con su nuevo disfraz moviendo la pelvis y acercando sus caderas hasta ella como si no hubiera testigos. Como si, por fin, hubiera desaparecido su madre. Después pasó aquello de romperle el disfraz y echar a todo quisqui de la casa. Y fue ver cómo se le iba para siempre. O eso se temía él. Porque con el paso de los años, sus costumbres se fueron complicando. Las de ambos. Ella angelical, con aquella belleza que estremecía a cualquiera que la viera, enigmática y silenciosa, comenzó a tener relaciones con todo el que se preciara. Nadie supo nunca qué criterio seguía. Solo que era metódica y que mantenía igualmente su imagen de candor y timidez. Tampoco supo nadie nunca por qué, cada vez que estaba con alguien, el Alicante iba relatando su nombre por las calles del pueblo como echando un pregón. La lista se hacía cada vez más larga. Hasta que el azar cruzó sus gustos, y el Alicante pudo sumar una gloriosa mañana su nombre a la lista: Elvis Antonio”. [pp. 25-26].

 

domingo, 16 de junio de 2024

Llámame tiempo


 LLÁMAME TIEMPO

Antonio maría Flórez

Don Benito, Ayuntamiento de Don Benito, 2024, 301 págs.

   Hijo de madre extremeña y padre colombiano, Antonio María Flórez pasa su infancia en Marquetalia (Colombia), pero recibe su formación académica de grado medio en los centros docentes de Don Benito. Circunstancias biográficas posteriores le han llevado a alternar estancias en Colombia y España, lo que lo ha convertido en privilegiado testigo del panorama cultural de los dos países. Además de varios ensayos (como Dalí. El arte de escandalizar, 2004,  Transmutaciones. Literatura colombiana actual, 2009, o Cuentos de ida y vuelta, 2010) y numerosas colaboraciones en obras colectivas (antologías de cuento y de poesía, revistas…) ha publicado hasta el momento los siguientes libros de poesía, galardonados con premios de reconocido prestigio: El círculo cuadrado (1987), En cámara lenta, junto con el escritor Flobert Zapata (1989), Epigolatría (1993), ZOO (poemillas de amor antiecológicos) (1993), El bar de las cuatro rosas (1995) y Antes del regreso (1997). A este libro le siguieron títulos como El arte de torear (2002),  Desplazados del paraíso (premio nacional de poesía “Ciudad de Bogotá” de 2003, publicado ese año en Colombia y luego en España en 2006), Marquetalia (Un pueblo que rabia) (2003), Corazón de piedra (2011), Tauromaquia (Antología Trema) (2011), Bajo tus pies la ciudad (2012), Sabe que su mirada (2014), La muerte de Manolete. Crónica en escena (Don Benito, 2014), En las fronteras del miedo (2013, finalista del premio nacional de poesía del Ministerio de Cultura de 2015), Sueños eróticos de un adolescente empedernido (2016) y Mirándonos (2019).

   Como narrador, ha publicado sus relatos en antologías como Cuento caldense actual (1992), Estrechando círculos (1999), La narración corta en Extremadura (2000) y Ficciones (2001). En 2018, la editorial De la Luna libros publicó un volumen de relatos, Desde entonces vivo para el dolor, y en 2021 la Editora Regional dio a la estampa El hombre que corría en el parque. Emparentada con este último título, Llámame tiempo se articula en torno a las vivencias de distinta naturaleza de las que el narrador (médico, profesor externo de una universidad de Bogotá, conferenciante especializado en el consumo de drogas) da cuenta en la trama de una novela de corte existencial. Aunque la procedencia de los materiales literarios en la composición de una obra suele ser un aspecto irrelevante de la misma, es preciso subrayar en este caso el fuerte entronque biográfico del protagonista que mantiene marcadas similitudes con el autor, embarcado en un proyecto que se abre desde el “yo” a distintos ámbitos vitales: su atracción por el deporte, su pasión viajera, su interés por todo tipo de manifestaciones artísticas modernas (literatura, música, cine…). Con un marcado tono memorialístico (un rasgo más que la emparenta con la novela anterior) y sólidamente documentada, la trama se abre a numerosos motivos: pasajeras relaciones sentimentales, una enigmática relación epistolar por correo electrónico (que permite el avance de la trama hasta un final enigmático), relaciones familiares, noticias sobre los conquistadores españoles en el departamento de Caldas, fundación de Marquetalia (su pueblo natal), o el tema, más grave, de la violencia en Colombia, porque será su encuentro con un exguerrillero, Franco Isaza (autor de Las guerrilas del llano: testimonio de una lucha de cuatro años  por la libertad), el que introduzca en la novela el combate entre guerrilleros, ejército y paramilitares, con la terrible deriva de enfrentamientos, venganzas, huida de las aldeas hacia las grandes ciudades y ejecuciones sumarias (como la protagonizada por Desquite, un guerrillero sanguinario que asesina a sangre fría a campesinos inocentes en las proximidades de Marquetalia). Escrita con una prosa solvente y madura, Llámame tiempo (motivo este que abre y cierra el relato) se nos presenta como el testimonio contemporáneo del hombre de nuestro tiempo en una sociedad convulsa sometida a poderosas fuerzas contrapuestas. Reproducimos un pasaje que reflexiona sobre la ciudad mestiza y multicultural en que se sitúa la novela.

   “Bogotá es una ciudad cosmopolita y multiétnica. Aquí congregan todas las razas que conforman la nación en mayor o menor medida; blancos, negros, indígenas y todas gamas posibles del mestizaje. En su vasta sabana andina viven los rolos del Teusaquillo fundacional del Chorro de Quevedo y la Candelaria colonial con los millones de emigrantes que la han poblado a lo largo de los siglos, provenientes de Boyacá y Tolima, del Santander del norte y del sur, de la región paisa, de las costas Caribe y Pacífica; así como los desplazados por la violencia que la han invadido huyendo de las guerras absurdas que asolan el país desde siempre, provenientes del Magdalena medio, de los Llanos es, el Catatumbo o el Putumayo. Una de las cosas que identifica a esta ciudad y a todo el país, es su religiosidad que muchos creen heredada sólo de los españoles pero que tiene profundas raíces en los ancestros indígenas que la habitaron en la etapa prehispánica, bien fueran chibchas, caribes o arahuacos. Católicos, protestantes, testigos de Jehová y sincréticos pueblan la ciudad de iglesias, seminarios, casas de oración, bohíos y malokas donde se congregan para ofrendar a sus dioses, espíritus y diablos. Tienen especial veneración por las vírgenes y los niños dioses, y celebran con devoción ciertas fechas señaladas del año como la Inmaculada, las Novenas y la Navidad. Diciembres es un periodo festivo después de la celebración del día ocho y anuncia las vacaciones de fin de año y de enero, y algunas de las fiestas de más renombre del país como la Feria de Cali, la de Manizales, el Carnaval del Diablo de Riosucio, el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto, las Corralejas, y otros más de pueblos chiquitos de las tierras cálidas de los calles del Cauca y del Magdalena” [pp. 131-132].

martes, 19 de marzo de 2024

Poemas enumerativos

POEMAS ENUMERATIVOS

Eduardo Moga

Zaragoza. Olifante. Ediciones de poesía, 2024, 121 págs.

Prólogo del autor

   Poeta, traductor y crítico literario, Eduardo Moga (Barcelona, 1962) es licenciado en Derecho y licenciado y doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona. Es también diplomado en Estudios Avanzados por la Universidad de Barcelona; diplomado en Función Directiva (Área Gerencial) por la Escuela de Administración Pública de Cataluña; y Máster en Administración Pública por ESADE-Universidad Ramon Llull (Barcelona).

   Como poeta, es autor de los libros Ángel mortal (1994), La luz oída («Premio Adonáis», 1996), El barro en la mirada (1998), Unánime fuego (1999; 2ª edición, 2007), El corazón, la nada (1999), La montaña hendida (2002), Las horas y los labios (2003), Soliloquio para dos (2006), Los haikús del tren (2007), Cuerpo sin mí (2007), Seis sextinas soeces (2008), Bajo la piel, los días (2010), El desierto verde (2011; 2ª edición, 2012), Insumisión (Premio al mejor poemario del año de la revista Quimera, 2013; Latino Book Award, EE. UU., 2014), Décimas de fiebre (2014), Dices (2014), El corazón, la nada (Antología poética 1994-2014) y Lo profundo es la piel (2017), Muerte y amapolas en Alexandra avenue (2017), Tú no morirás (2021) y Hombre solo (2022)

   Entre su experiencia en el desempeño de funciones en el ámbito de la promoción cultural, destaca su trabajo como crítico literario para diferentes publicaciones de gran prestigio nacional (Letras Libres, Cuadernos Hispanoamericanos, Revista de Occidente, Ínsula, Quimera, etcétera); como conferenciante en diferentes universidades e instituciones sobre asuntos literarios y editoriales; como profesor de Talleres de Escritura Creativa en Londres; y como miembro del consejo editorial de la revista universitaria londinense Poem, entre otras actividades.

   Ha publicado, asimismo, el libro de viajes La pasión de escribil (2013), una selección de entradas de su bitácora, Corónicas de Ingalaterra, con el título de Corónicas de Ingalaterra. Un año en Londres (con algunas estancias en España) (2015), y los ensayos De asuntos literarios (2004), Lecturas nómadas (2007), La poesía de Basilio Fernández: el esplendor y la amargura (2011), La disección de la rosa (2015), Homo legens (2017), El oro de la sintaxis (2020) y Lector que rumia (2023). Ha codirigido la colección de poesía de DVD ediciones desde 2003 hasta 2012. Mantiene el blog Corónicas de Españia. Durante unos años fue director de la Editora Regional de Extremadura y coordinador del Plan de Fomento de la Lectura. Ahora  la editorial zaragozana Olifante publica Poemas enumerativos, un conjunto de composiciones basadas en este procedimiento retórico que atraviesa, como recuerda en un necesario y esclarecedor prólogo, toda la literatura universal desde Hesíodo a Whitman o Borges, con la diferencia de que lo que suele ser un ingrediente de una obra mayor es aquí el único componente del poema (y en esto reside parte de la singularidad del libro). En su composición, considera el poeta, “la elección de los elementos que integran la enumeración supone un juicio, y la del orden en que se disponen, otro: ambos unidos por la voluntad de discernir el mundo. Las paradojas que contenga, las metáforas que la acrezcan, los incontables matices que incorpore la enumeración, so abreviaturas: formas de la elipsis, que permite que lo que exigiría innumerables oraciones se exprese con un fogonazo, y luego con otro, y otro, hasta dibujar un gran resplandor global, una iluminación que sustituye lo fatigoso o lo dilatado por lo enteco y lo certero” (p. 13). Reproducimos un fragmento del poema titulado “La depresión”.

   “No dormir. Que los colores palidezcan. Caminar más despacio. Que cueste abrir un libro. Que cueste leer un libro. No leerlo. Que cueste sonreír. Sonreír pese a todo. Sentir barro dentro. Pasar horas sentado en el sofá. No atarse los cordones de los zapatos. Salir de casa con ropa ligera cuando hace frío o abrigado cuando hace calor. No salir de casa. No dormir. Que la conciencia sea un páramo por el que vago como si me ahogara. Que ahogarme no me preocupe. No comer. Comer demasiado. No dormir. Que irrite una puerta que se cierra de golpe, una palabra bienintencionada, mi nombre repetido. Saber que debo amar a alguien, pero no poder hacerlo. No disfrutar con dos huevos fritos o una película de Woody Allen. No saber quién está haciendo lo que hago. Dejar de hacerlo. La pastilla de sertralina. No dormir. Que las horas se alarguen como lombrices. Tener la culpa de mi mal. Ver sin ver. No dormir. No ir al gimnasio. Que no se me levante ose me levante a destiempo. Sentir el punzón de la melancolía labrándome la piel por dentro. Creer que la oscuridad es el estado natural de las cosas. Sentir que la conciencia, purulenta pero invencible, siempre está ahí, en las horas espesas del día, en las horas eternas de la noche” [p. 44].

 

martes, 12 de marzo de 2024

La imperfección de la belleza

LA IMPERFECCIÓN DE LA BELLEZA

Carlos Medrano

Valladolid, Fundación Jorge Guillén, col. Cortalaire, 2023, 123 págs. 

   Carlos Medrano nació en Salamanca en 1961. Su vida ha transcurrido entre Extremadura -su tierra de formación vital y literaria-, Valladolid y Mallorca, donde reside desde los años 90. Es licenciado en Filología Hispánica (que cursó entre Valladolid y Cáceres) y ha sido hasta hace poco profesor de lengua y literatura en secundaria. En una primera etapa juvenil y universitaria publicó los siguientes libros: Corro (Alcazaba, Badajoz, 1987), Las horas próximas (Alcazaba, Badajoz, 1989). También otros cuadernos o plaquettes como A lo breve (La Centena, Editora Regional de Extremadura, 1990), Imágenes, encuentros (POEMAS, Proyectos Originales Ediciones Marginales Anómala Sociedad, Valladolid, 1996) y Entorno claro (Mérida, Editora Regional, 2021). Participó en algunas antologías como Abierto al aire (1971-1984) (Editora Regional de Extremadura, 1984), coordinada por Ángel Campos Pámpano y Álvaro Valverde, o Diez años de poesía en Extremadura (1985-1994) (Ayuntamiento de Cáceres, 1995), al cuidado y estudio de Miguel Ángel Lama.

   Tras varios años de silencio, en septiembre de 2010 abrió el blog isla de lápices donde ha ido recogiendo su nueva producción y algunos textos anteriores, acompañada a veces de algunos comentarios cercanos al diario y la reflexión literaria. De este fondo ha ido apareciendo en papel Donde poder volver (Vberitas, Don Benito, 2016), una muestra de poemas del blog; el libro de haikus enlazados Entorno claro (Editora Regional de Extremadura, 2021); o lo seleccionado para una antología de poetas vallisoletanos, Sentados o de pie, 9 poetas en su sitio (Fundación Jorge Guillén, Valladolid, 2013) y la colaboración para el nº 11 de la revista Suroeste. Junto a Juan Ricardo Montaña ha colaborado en el libro homenaje a Santiago Castelo Aire por aire (Vberitas, 2015), y ha coordinado el dedicado a Ángel Campos Pámpano Recobrada memoria (Vberitas, 2022). 

   Ahora la Fundación Jorge Guillén publica La imperfección de la belleza, dividido en tres bloques, “Un movimiento interrumpido”, “Emerger” y “La memoria tranquila”. Partiendo del motivo oriental recogido en el título (la belleza también está sometida al paso del tiempo y, por tanto, a la trasformación, a la imperfección: “La belleza se arriesga en lo difícil. / La orquídea, el colibrí / cruzan también la muerte”), los poemas transitan por motivos universales como la naturaleza en estampas de Mallorca, pero también de paisajes vividos en el pasado (“De donde hemos querido, nunca nos vamos del todo. Y con sólo pensar, permanecemos”) como Castilla, Portugal (Sesimbra, Évora) o Extremadura (Jaraíz, Yuste) en los que la observación se une a la reflexión y al recuerdo. Otros textos acogen como tema la amistad con otros tantos escritores de quien se siente próximo estética o emocionalmente (Francisco Pino, Santiago Castelo, Tomás Sánchez Santiago, Ángel Campos, Álvaro Valverde…). El último bloque, del que reproducimos una de las composiciones, conforma una elegía dedicada a la madre fallecida, comunicada con el tono de un dolor sedimentado y un lenguaje sobrio y cuidadosísimo en su selección.

 

ISABEL

Una paloma, amor, mujer que vuela,

mi madre ya partió, retengo ahora

su última mano que es la mía

y el hueco de su huella mudo expresa

esta separación, la hora

donde el aliento eleva la tibieza

querida de aquella carne y luz

no abandonada, menos rota.

Hoy sostienen mis huesos entera tu estatura.

Aunque te vayas, más cerca ahora ves.

Aquí en mi cuerpo te ofrezco que residas.

Yo soy también lo que tú eras.

Contemplo la levedad hermosa de tu alma:

qué ventana no da dolor abierta a la belleza

que hoy por doquier asalta.

Madre, mira la gratitud continua de la vida,

el reposo maestro de tu ternura y nombre.

Nacido de tu ser; este latido

da fe del mundo que ante ti se entrega.