UN PALCO SOBRE LA NADA
Alonso Guerrero
Mérida, De la Luna Libros, 2012, 328 págs.
Nacido en Mérida en 1962, Alonso
Guerrero es autor de novelas como Los años imaginarios (1987), Los ladrones de
libros (1991), El durmiente (1998), El hombre abreviado (1998), El edén de los
automátas (2004) o Doce semanas del siglo XX (2007). Paralelamente, Guerrero ha
cultivado también con notable acierto la narración corta en libros como Fin
del milenio en Madrid (Mérida, De la Luna, 1999) y De la indigencia a la
literatura (Del Oeste Ediciones, 2004). La muerte y su antídoto (2004) es
un ensayo sobre la propia escritura.
Ahora la editorial emeritense De la Luna Libros publica su última
novela, Un palco sobre la nada, una narración que arranca de la afirmación de
Flaubert de que el futuro es un túnel largo y oscuro al final del cual hay una
puerta bien cerrada. Como literatura de anticipación, sin relación alguna con
la “popularidad” del género, puede calificarse esta indagación sobre el
porvenir de nuestras sociedades que contiene, como suele suceder, una reflexión
sobre el presente. Seleccionamos un breve fragmento en que el mundo de hoy se
recuerda como un pasado remoto.
“-¿De qué demonios hablaban? ¿Qué
es esa música? –quise saber. Nunca había tenido tan cerca emociones tan
torrenciales, tan palpables. A Quintanar le conmovió mi curiosidad. Creo que la
reconoció como una pariente lejana, ancestral, de la suya.
-¿También a ti te ha
impresionado? –dijo-. Es el vestigio de un tiempo donde no todo se aceptaba.
-¿Por qué se oye la voz humana?
-Las canciones tenían letra,
mensajes. El público las aprendía de memoria y las convertía en sus señas de
identidad.
-¿También esta? ¿Blind?
-Blowin’ in the wind, del Viejo Dylan. Es inglés
arcaico”.