LOS MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
(SIGLO XV Y PRIMORDIOS DEL XVI)
EDICIÓN Y BREVE ESTUDIO DEL MANUSCRITO C-1 DEL
ARCHIVO DEL MONASTERIO DE GUADALUPE
María Eugenia Díaz Tena
Mérida, Editora Regional, Col. Estudio, 2017, 880
págs.
María Eugenia Díaz Tena (Castuera, 1978) es doctora en Filología Hispánica, Diploma
en Estudios Avanzados, licenciada en Filología Italiana y Filología Portuguesa
por la Universidad de Salamanca y Máster Universitario en Formación e
Investigación Literaria y Teatral en el Contexto Europeo por la UNED. Además de
la práctica docente en la Universidad de Salamanca y, actualmente, en un centro
de enseñanza media, ha publicado sus trabajos sobre literatura medieval y áurea
en revistas como Titivillus, Via
Spiritus, Celestinesca o Península.
Los milagros de Nuestra Señora de Guadalupe,
que ahora publica la Editora Regional de Extremadura, da a conocer por primera vez, acompañados de un riguroso estudio
preliminar y numerosas anotaciones, los milagros “contenidos en el manuscrito
C-1, que se custodia en el santuario extremeño de Nuestra Señora de Guadalupe.
Es el primero y más extenso de los cuatro manuscritos que componen la colección
medieval de milagros marianos locales en lengua castellana de este monasterio
cacereño, cuya copia se inició a mediados del siglo XV y transmite relatos en
prosa de 1412 a 1503” [Introducción].
Entre los
244 milagros encontramos numerosos testimonios de heridos y enfermos que sanan por
la intercesión de la Virgen, cautivos liberados, casos de ayuda en los peligros de travesías marítimas, endemoniados, muertos que resucitan, deseos cumplidos, mujeres amenazadas de muerte por maridos celosos…, en
unos hechos portentosos en que los monjes no dudan en ver una intervención
divina: “Porque en el modo de obrar distinta obra es la de Dios de la del ángel
e la del ángel de la de naturaleza. Ca Dios obra in instanti y el ángel repente, que ni es prólixo ni instanti, mas naturaleza obra suçesivamente”.
Reproducimos una de estas singulares narraciones.
LXXVII
OTRO MILAGRO DE CÓMO UN HONBRE FUE LIBRADO DE SER
QUEMADO E DEL CATIVERIO EN QUE ESTAVA
A esta casa
de Nuestra Señora vino en romería Gonçalo de Maxo, vecino de la cibdad de Xerez
de la Frontera. E, recontando la causa, dixo:
“Estando yo
cativo en un logar de moros de la serranía que se dize Villa Luenga, entró el
Marqués de Cadiz allá con mucha gente e robó todo aquel logar.
E muchos de
los moros, sintiendo que los christianos venían, fuyeron a la sierra por
escapar con la vida. E mi amo, el moro, viendo esperança que desque los
christianos robassen la villa se irían, ascondiome en una algorfa muy secreta e
echome un cepo a la garganta e unos fierros a los pies.
E, como los
christianos andoviessen robando por el lugar, entraron en la casa en que yo estava
cativo e, aunque dava grandes bozes, non me oyeron porque estava yo muy ascondido.
E, desque robaron la villa, pusieron fuego por todas partes.
Viendo yo
que los christianos eran idos e la casa se quemava, encomendeme con muchas
lágrimas e devoción a Nuestra Señora la Virgen María de Guadalupe, diziendo:
-¡O,
Madre de misericordia e piedad! Pídote por merçed que me quieras librar de
aquí, por que no muera quemado. E, si esta merçed me fazes, yo te prometo de
visitar la tu sancta casa de Guadalupe.
E fecha
esta promessa acaesció cosa de gran milagro: que luego el canado del cepo fue
quitado e dio tan gran estallido como si le dieran con una gran piedra. E saqué
la cabeça del cepo e salí de allí con los fierros a los pies, e fuime tras los
christianos e alcancelos”.
Regradeciendo pues el dicho Gonçalo a Nuestra Señora tanto beneficio, vino a este monesterio a le fazer gracias e a conplir su voto en el año susodicho”. [pp. 340-341].
Regradeciendo pues el dicho Gonçalo a Nuestra Señora tanto beneficio, vino a este monesterio a le fazer gracias e a conplir su voto en el año susodicho”. [pp. 340-341].