domingo, 23 de abril de 2023

75 aniversario de la Biblioteca Francisco Valdés de Don Benito



    El pasado jueves, 20 de abril, conmemorando el 75 aniversario de la creación de la biblioteca Francisco Valdés de Don Benito, colaboré en un acto en la Casa de Cultura de Don Benito. Invitado por el director de la Biblioteca, Agustín Mohacho, participé junto con Manuel Gallego Cidoncha, presentador y coordinador del acto (que además participó activamente en el coloquio) y con dos de los mejores conocedores del escritor dombenitense, José Luis Bernal y Guadalupe Nieto. El acto se cerró con las intervenciones del público (entre los que se encontraba otro estudioso de Valdés, Antonio María Flórez). Natalia Blanco, concejal de Cultura, asistió al acto y es  la autora de las fotografías.

domingo, 16 de abril de 2023

El credo de los suicidas

EL CREDO DE LOS SUICIDAS

Anabel Rodríguez

Mérida, Editora Regional de Extremadura, col. Geografías, 2022, 76 págs.

   Anabel Rodríguez Sánchez es licenciada en Derecho y abogada en ejercicio, especialista en derecho civil, penal y administrativo. Experta universitaria en mediación familiar, ha participado con relatos en diversas obras colectivas y publicado dos novelas: Azaría (2015) y Perdedores (2020). Colaboradora desde hace varios años en diversa revistas digitales y en la revista cultural Aladar (perteneciente a El Correo de Andalucía), en la actualidad participa en el magazine de radio de Canal Extremadura El Sol sale por el oeste, donde ha tratado desde el feminismo, hasta la historia, pasando por el derecho más actual. También toma parte como tertuliana en Cadena Cope y Onda Cero.

   Ahora la Editora Regional de Extremadura publica en su colección Geografías El credo de los suicidas, una novela corta cuya trama arranca con un episodio insólito, el protagonista secuestra en el pasillo de un hotel a un desconocido y se encierra con él en su habitación tras narcotizarlo dispuesto a obligarlo a ser testigo de su suicidio. Encerrados ambos hombres en un único espacio, la novela se ajusta en su trama al perfil de una obra dramática clásica que obedeciera canónicamente las tres unidades (una acción, un espacio, un tiempo reducido; de hecho sería muy fácil convertirla en un texto teatral representable, con los pasajes narrativos como acotaciones). La conversación descubre que el hombre secuestrado es el más adecuado interlocutor del suicida, pues es el descendiente de una larga saga familiar de suicidas fracasados que recurrieron a esta medida extrema por diversas razones (un disparo fallido de un militar acosado por combatientes rifeños, un embarazo vergonzante, la infidelidad de  la esposa, una homosexualidad perseguida por su entorno familiar, un fracaso académico…), en su desarrollo argumental que se cierra con un desenlace imprevisto. Reproducimos un fragmento de la conversación. 

         “-No vas a preguntar por qué quiero suicidarme.

         -No, no voy a hacerlo. Las razones que tiene cada uno son de lo más variadas: estoy arruinado, mi mujer me engaña, tengo una enfermedad terminal, me drogo y amargo la vida de los que me rodean, sufro maltrato y no sé cómo evitarlo... pero al final se reducen a una única razón: no puedo afrontar la vida y la única salida es morir. Ahí se encierran todas y cada una de las razones de los suicidas desde que el mundo es mundo. No soportan más la vida, la muerte se revela como el único remedio permanente a los problemas, aunque sean pasajeros. No sé si estás enfermo, o si has perdido dinero o a tu familia, si te abandonó tu amante, te persigue tu pasado o la policía... Da igual, la vida te abruma tanto, que prefieres acabar. No hay razones, hay una única razón y es la que te digo.

         -Sí, quiero dejar de respirar, dejar de hacerlo para siempre. Desisto de vivir.” [pp. 32-33].


viernes, 14 de abril de 2023

Putitos

PUTITOS

Ángel Borreguero

Madrid, El Sastre de Apollinaire, 2023, 81 págs.

Prólogo de Luis Antonio de Villena

Epílogos de Mario Martín Gijón y Elvira Navarro 

   Ángel Borreguero (Badajoz, 1996) es graduado en Literatura General y Comparada por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Investigación en Humanidades (sección de Estudios Clásicos) por la Universidad de Extremadura, donde ha trabajado sobre la obra póstuma de Jesús Alviz. Soltero y solo en la vida (Pombo dixit), vive en Cáceres.

   Putitos, su primer libro, contiene singulares composiciones en prosa que se sitúan en un terreno fronterizo entre lo narrativo y lo lírico (entre el microrrelato y el poema) que “quizás no es poesía, tampoco prosa: es un turbión, una concatenación de imágenes –solo imágenes distintas- que debe leerse como greguerías líricas, obscenas, sucias y brillantes” [Prólogo]. Edificado sobre un sustrato lector amplísimo, con preferencia por las vanguardias históricas y actuales, el libro nace impulsado por un espíritu transgresor tanto en los aspectos formales (mestizaje de géneros, mezcla de registros estilísticos) como en el temático. Y es que la interminable galería de homosexuales jovencísimos (que ya anuncia el diminutivo del título) rompe con la imagen clásica del hermoso efebo adolescente al presentar unas figuras humanas entre tiernas, grotescas e incluso repulsivas, en cuya descripción se reiteran en las numerosísimas enumeraciones elementos como pecas, culos, verrugas, granos, mocos, baba y otros fluidos, entre colores y olores “infantiles” a chicle, gominolas, doritos, fresas o yogures. El resultado final “traduce un sentido de la vida tan transgresor como llamativo, anunciando a un escritor de juventud irrepetible” [M. Martín Gijón. Epílogo]. Reproducimos una de las composiciones que contiene muchos de los rasgos citados: perspectiva casi esperpéntica, imágenes degradantes (rostro: yogur caducado; cara: berza amarilla)… 

POR DENTRO ES OLEOSO, como por fuera. Hay blanduras, alguna cosa suelta, un gordino que dice okey con la mano. La camiseta marinera, el rostro guapo como un yogur caducado.

El líquido rosita por la boca, la cara rubia y ancha, llena de manchas escarlatas. En la casa del árbol, rodeado de cómics, muñecos con la cabeza de goma, la luz de la mañana, el jardín y los olores (la cara como una berza amarilla): a circo, a limo de las acequias, a cosa brillante y deseable, extrañamente pulida.

Es una escena algo desvaída, como en tonos pastel: el muchacho rubio y alto, la minúscula cabeza tintada, una fosforescencia en medio del campo, y un casco naranja de brillos, vomitonas coloradas con pecios deliciosos, cosas siderales.