martes, 24 de enero de 2017

Palabrero


PALABRERO

Bogotá, Intermedio Editores, 2016, 294 págs.
  
   Nacido en Cali (Valle del Cauca, Colombia) en 1958, Philip Potdevin ha cultivado tanto la narración corta (Magister Ludi y otros relatos, 1994; Estragos de la lujuria, 2010) como la novela, género en el que recibió con su primera obra, Metratón (1995), el premio nacional de novela del Ministerio de Cultura en 1994. A esta narración siguieron Mar de la Tranquilidad (1997) y La otomana (2005).
   Ahora, la editorial bogotana Intermedio publica su última novela, Palabrero (término que podríamos “traducir” como mediador en los conflictos), que sitúa su trama en una entorno real, la península de La Wajira, en el extremo nororiental de Colombia. En ella se levanta la Sierra Nevada de Santa Marta y fluye el río Ranchería junto a ciudades como Riochacha y aldeas como Albania, Distracción, Barrancas o San Juan del César. Es la tierra ancestral de los indios wayuu, los paraujanos y los kusina, aunque en el presente las diferencias se han atenuado  y todos hablan una misma lengua. Con una larga historia de oposición a los colonizadores españoles, en el presente la comarca es explotada por una compañía de capital extranjero que, con la complicidad de jueces y políticos, extrae carbón para su exportación, dispuesta a modificar el curso del río Ranchería para continuar la extracción bajo su lecho. Ha llegado el momento de enfrentarse a una poderosa organización que no dudará en recurrir a la corrupción, a la extorsión y al asesinato para mantener su situación de dominio sobre la población indígena.
   Nos encontramos, por todo ello, en el terreno literario del compromiso, que denuncia una situación de injusticia generalizada en que se confabulan políticos, jueces y empresarios frente a unas poblaciones autóctonas, herederas de antiguas y hermosas tradiciones culturales, a las que en la narración se les ofrece el protagonismo que le negaron los conquistadores españoles en el pasado y los nuevos colonizadores, con armas aún más innobles, en el presente.

 “Edelmiro. Edelmiro Epiayú. Edelmiro Epiayú Epiayú. “Nacido un 31 de diciembre”, dice la cédula de ciudadanía. “Manifiesta no saber firmar”, dice también. La foto en el documento, difusa, es casi de un niño, un joven, no mayor de trece, catorce años, a lo sumo quince. Pero no es cierto. No nací un 31 de diciembre, sí sabía firmar y leer cuando la expidieron, y no había cumplido la mayoría de edad para que me dieran la cédula. Un engaño, una afrenta. No es posible que casi toda nuestra gente haya nacido un 31 de diciembre, Ni tampoco que hubiéramos alcanzado la mayoría de edad cuando las entregaron. Patrañas de políticos para asegurar sus elecciones. A mí no me cambiaron el nombre; a muchos sí. Durante mucho tiempo el Estado no rectificó el daño hecho hace doce, quince años cuando la Registraduría Nacional del Estado Civil expidió documentos de identidad a decenas, a cientos, a miles de wayuu con nombres oprobiosos e información falsa. Es una de tantas deudas que adquirió con nosotros; pero no la más importante, A unos le pusieron en la cédula, por nombre, Teléfono, a otros Mariguano, a otros Raspahielo […] Esas cédulas, que confiscan cada dos años en vísperas de elecciones, incluso las corregidas, para elegir y reelegir alcaldes, congresistas, gobernadores; todo a expensas de la dignidad, la inocencia el indígena wayuu, el otrora guerrero, indómito y no reducido –como se nos señala- habitante de estas tierras wajiras” [pp. 19-20]

jueves, 19 de enero de 2017

Carlos Medrano



DONDE PODER VOLVER

Carlos Medrano
Don Benito, Vberitas 2016, separata de Ventana Abierta, 2016, 27 págs.

   Bajo la dirección de Juan Ricardo Montaña, el colectivo Vberitas ha dedicado la separata central del último número de Ventana Abierta a Carlos Medrano (Salamanca, 1961), que residió en Don Benito durante su infancia y adolescencia. Hasta la fecha, Medrano ha publicado Corro (Badajoz, Diputación Provincial, 1987) y en esta misma editorial, en la colección Alcazaba, Las horas próximas (1989), finalista del premio “Ciudad de Badajoz”. Más tarde, en la colección La Centena de la Editora Regional de Extremadura aparecería A lo breve (1990) y en 1996, Imágenes encuentros (Valladolid, P.O.E.M.A.S.). En 2013 fue incluido en una antología publicada en Valladolid por la Fundación Jorge Guillén titulada Sentados o de pie, 9 poetas en su sitio (con prólogo de Antonio Piedra, director de la Fundación). Una nota final a Donde poder volver informa de que “el título de esta selección de poemas está tomado de esta nota, recogida en el blog isla de lápices, de donde proceden todos ellos: “Al escribir, también se indaga o se reconstruye la belleza -se retorna a una fuente-, y se activa un disfrute -donde poder volver- menos perecedero, más constante”. Reproducimos una de las composiciones que deja constancia de la proximidad afectiva del poeta a otros autores de la región (Ángel Campos, Álvaro Valverde, Santiago Castelo), unos “amigos de la que he considerado siempre mi tierra”.

CUATRO EMBLEMAS

Ángel Campos Pámpano

Cómo lámina el río a la luz de la tarde,
así el verso en el aire a salvo de la muerte.

Álvaro Valverde

También el sur te llama.
En la ciudad antigua
las calles son poemas
que escribes y recorres.

Santiago Castelo

En ti deseó el verano
saciar sus plenitudes
y el claro corazón buscó una fuente.

Carlos Medrano

Quise estar con vosotros.

Seguro de esos ojos,
esperé a que se abriesen.


Ventana Abierta 2016


VENTANA ABIERTA

Asociación de Amigos de la Cultura Extremeña
Don Benito, I. Trejo, 2016, 164 págs.
Coordinación de Juan Ricardo Montaña

   Con la presentación del volumen por parte de la presidenta de la Asociación de Amigos de la Cultura Extremeña, Verónica Inés Bravo Parejo, se abre el último número de Ventana Abierta presentado el pasado mes de diciembre. Como en números anteriores, la revista agrupa las numerosas colaboraciones en los apartados “Investigación”, “Personajes”, “Vberitas 2016” (separata dedicada en esta ocasión a Carlos Medrano), “Artículos”, “Literatura”, “Ventana a la creación” (que recoge varias muestras pictóricas) y “¿Sabías que…?” (sobre historia local). Portada y contraportada, diseñadas por Juan Ricardo Montaña y A. Javier Ortiz Calderón, están dedicadas, oportunamente, a Miguel de Cervantes, como homenaje al escritor en el cuarto centenario de su muerte.

miércoles, 18 de enero de 2017

Aurora Luque en el aula Guadiana



   El próximo día 3 de febrero, en el curso de la actividad del el aula Guadiana, visitará Don Benito Aurora Luque, quien leerá sus textos a alumnos de bachiller del IES Cuatro Caminos, IES Donoso Cortés y Colegio Claret. Por la tarde lo hará en la Casa de Cultura a las ocho treinta de la noche. Aurora Luque (Almería, 1962) es, ante todo, poeta, aunque practica actividades en campos aledaños vinculados siempre a sus tres líneas principales de interés: el mundo clásico, la literatura de mujeres y la traducción. Vivió su infancia en Cádiar, en la Alpujarra granadina, y cursó estudios de Filología Clásica en la Universidad de Granada. Entre sus libros de poemas destacan los títulos Personal & político (colección Vandalia, Fundación J. M. Lara, Sevilla, 2015); La siesta de Epicuro (Premio Generación del 27, 2007, Visor, Madrid, 2008); Haikus de Narila (col. El Castillo del Inglés, Antigua Imprenta Sur, Málaga, 2005); Camaradas de Ícaro (Premio Fray Luis de León, Visor, Madrid, 2003); Transitoria (finalista del Premio Rafael Alberti y Premio Andalucía de la Crítica, Renacimiento, Sevilla, 1998); Carpe noctem (Premio Rey Juan Carlos, Visor, Madrid, 1994); Problemas de doblaje (Accésit al premio Adonais, Rialp, Madrid, 1990); Hiperiónida (Zumaya, Premio Federico García Lorca de la Universidad de Granada, 1982). Sus poemas están presentes en numerosas antologías. 

martes, 17 de enero de 2017

Diccionario de Autores



   Paso a paso y nombre a nombre crece el Diccionario de Autores, una iniciativa de la actual dirección de la Asociación de Escritores Extremeños, presidida por Juan Ramón Santos, que está a cargo de José Manuel Vivas. Junto con otras actividades (aulas literarias, talleres, revista El Espejo, EscaparateBoletín de novedades literarias…), el Diccionario se está convirtiendo en una herramienta de notable valor para todos los interesados (no siempre es fácil acceder a la obra completa de autores de la región). Siempre en el pelotón de los últimos, como corresponde a mi primer apellido, puede consultarse mi ficha.


Pertenecemos a lo invisible


PERTENECEMOS A LO  INVISIBLE

Juan Manuel Barrado
Gijón, Ediciones Trea, 2016, 50 págs.
  
   Nacido en Huertas de Ánimas (Cáceres) en 1962, Juan Manuel Barrado ha publicado los libros Cuarteto (Editora Regional, 1994), Teatro azul del Café Rocco (Diputación Provincial de Badajoz, 1997), Diario de un poeta de provincias (I. C. El Brocense, 1999), Suite Celan (autoedición, 2002), La buhardilla del carpintero Zimmer (Editora Regional, 2002), ¿Y si te llamaras isla? (Diputación Provincial de Badajoz, 2003), Fragmentos de cal (El Gaviero Ediciones, 2008), y Trece de nieve (Editora Regional, 2012). Su obra poética experimental ha sido recogida en  los catálogos de la Galería Dasto (Oviedo, 2002) y del Instituto Español (Lisboa, 2008), e incluida en la antología Poesía visual española (Calambur, Madrid, 2007).
   Pertenecemos a lo invisible, que ahora publica la editorial asturiana Trea, recoge en cuatro bloques composiciones de tono confesional que se cierran con un extenso poema elaborado mediante la enumeración de un repertorio de pérdidas que en su día formaron parte de nuestra educación sentimental, una modalidad moderna de un motivo clásico, el Ubi sunt?

Qué fue de Bob Marley, los libros clandestinos,
el cine de Pier Paolo a quien mataron en una playa.
Qué fue de aquel niño, alter ego del propio Truffaut,
sufriendo los cuatrocientos golpes de la vida;
qué de Kubrick, el mago,
que filmó con delirio la comedia humana,
qué fue de Marilyn, a solas con los barbitúricos,
dulcísima flor de los orfanatos, yo te amo,
qué de Fassbinder –genio atrabiliario- que hizo suyas
las amargas lágrimas de Petra von Kant,
y qué de las películas de David Lynch con extrañas atmósferas
–habitaciones separadas por un fino cristal,
sueños que se repetían como una obsesión-
para que a una hora cualquiera de mi juventud
arrojaran a los tigres la piedra de los sueños.

Y había doncellas de neón en el centro de Tokio,
como en ese club donde Sacarlett Johansson y Bill Murray
coincidían con su soledad de disidentes,
y había anuncios de televisión en los hoteles de carretera,
aterrizaje de aviones en el aeropuerto internacional,
taxis amarillos portando a prostitutas y boxeadores hasta Mulholland Drive
bajo la luna convexa de las alucinaciones. […]

sábado, 14 de enero de 2017

El habla de Mérida y sus cercanías


EL HABLA DE MÉRIDA Y SUS CERCANÍAS
Alonso Zamora Vicente
Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2016, 148 págs.
Prólogo de Antonio Viudas Camarasa

   Profesor titular de la Universidad de Extremadura y miembro de la Real Academia de Extremadura, Antonio Viudas Camarasa (San Esteban de Litera, Huesca, 1949) es presidente de la Asociación Cultural para el Estudio y Divulgación del Patrimonio Lingüístico extremeño y autor, entre otros muchos trabajos, de Diccionario Extremeño (Cáceres, 1880), Dialectología hispánica y Geografía lingüística en los estudios locales. El habla en Extremadura (1997, en colaboración Manuel Ariza y Antonio Salvador Plans) y Diario de un académico de provincias (2004). Él ha sido el encargado de preparar esta edición facsímil de El habla de Mérida y sus cercanías acompañada del prólogo que Zamora Vicente escribió para la segunda edición de la obra. En una introducción prologal, Viudas Camarasa traza el recorrido biográfico y académico de una estudioso marcado por su participación en la contienda civil que, a diferencia de casos como Rodríguez-Moñino, logró rehabilitar su nombre y dejar, como catedrático de Universidad y miembro de la Real Academia Española, una obra que tendrían como modelo todos los dialectólogos posteriores.
   Como recuerda en el prólogo, Zamora Vicente dio clases en el instituto de segunda enseñanza de Mérida recién terminada la guerra, “en circunstancias dificilillas, allá por los años 1940-41”, y de ese entorno evoca los “dichos, sucedidos, anecdotario irrestañable, el desencanto total de la guerra y la conciencia clara de su total inutilidad… Cómo influían en su cháchara desengañada, con asombrosa naturalidad. Y aún se me pone de pie en la memoria el interminable, cambiante charloteo múltiple de las tabernas pueblerinas, humo, palabrones, heroicidades de guerra a troche y moche, tan enormes como falsas, siempre el erudito local malhumorado y próximo, acechando la ocasión de dejar en ridículo al advenedizo preguntón” [p. 36].
   Reproducimos un fragmento que describe, con léxico de la zona, un oficio hoy extinto.

   “55.- El carboneo.- Se corta la leña, se pica y se rodea con una zorra la más gruesa y con un carro la más menuda. Se coloca a rosca para encañarla, dejando la plaza o redondel propio de la carbonera. Se coloca primero la burra, palos más feos y podridos; después, la más gruesa, al cuadro; el parejo –leña menuda- y el varizo para el enrase del horno se colocan a hilo. Luego, la borda de rama, o cobija de jara y juncos. Después se atierra y se le da fuego por una boca o bujero. Se abren lumbreras a trayectos, según va abajando el fuego hasta desbordar. Abajo, en el pie, se abren bufardas (grandes focos o lumbreras). Cuando el fuego se asoma, se repleta el horno, tupiéndolo, y cuando se abre se ataca con leña corta. Cuando el aire es fuerte, se tapan las lumbreras del lado de donde sopla y hay que dar desahogo al fuego” [p. 52].

La vida, esa tirana tan hermosa


LA VIDA, ESA TIRANA TAN HERMOSA

Juan Calderón Matador
Vigo, Ediciones Cardeñoso, 2016, 27 págs.

   Nacido en Alburquerque en 1952, Juan Calderón Matador es un creador y promotor cultural que ha transitado por distintos caminos de la creación artística: pintura, poesía (con títulos como Agonía de las estaciones, 1994, La voz (de Dios) entre el romero, 1997, Eco de niño con voz de hombre, 2003; Divertimento, 2205; Mirar el arte en clave de poesía, 2006, Los vientos y la guerra, 2006; El destino nos ata y nos desata, 2011 y Sirenas de pecho herido, 2013), música, teatro (seis obras estrenadas), narrador (La noche que murió Paca la Tuerta, 2008;, El señorito Antonio, 2009; Veinte historias amables más un garbanzo negro, 2010, y Cuando duerme Guardamar, 2015, todos ellos aparecidos en la editorial viguesa Cardeñoso), codirector de la plataforma cultural Raíces de papel y director de varias colecciones literarias de Ediciones Cardeñoso. Ahora, la misma editorial en que colabora publica un librito titulado La vida, esa tirana tan hermosa que reúne dieciocho poemas de estructura clásica (con predominio del soneto) que abordan temas universales como el amor, el paso del tiempo, los paisajes de la niñez o poemas a amigos y personas admiradas.
   Reproducimos la primera composición del libro, escrita en una curiosa forma estrófica, la “decilira”, que mezcla rasgos de la lira (empleo de heptasílabos y endecasílabos) y de la décima (rima consonante distribuida de este modo: ABBAACCDDC), un experimento resuelto con cierto decoro.

LA NIÑA Y CARONTE
Para mi querido amigo Juan Ruiz de Torres,
creador de la decilira.

Escuchó la llamada
cuando la primavera sonreía
y perdió su alegría
al verse señalada.
Subió a la barca, que esperaba anclada
donde el río hace queda la corriente.
El barquero, impaciente,
con su de farol de olvidos,
tachó en la lista nombre y apellidos;
luego zarpó indolente. 


miércoles, 11 de enero de 2017

la vida es lo que llueve



la vida es lo que llueve
Pilar Galán
Mérida, de la luna libros, col. Lunas de oriente, 2016, 67 págs.

   Licenciada en Filología Clásica por la Universidad de Extremadura, Pilar Galán (Navalmoral de la Mata, 1967) es una profesora de enseñanza media que, además, ha dirigido talleres de escritura, colabora en Canal Extremadura (“Los sábados al sol”) y en El periódico de Extremadura con la columna (“Jueves sociales”).
   Como narradora, ha publicado los libros de cuentos El tiempo circular (Editora Regional de Extremadura), Túneles (Alcancía), y Manual de ortografía, Diez razones para estar en contra de la perestroika, Paraíso posible, todos ellos en de la luna libros y Tecleo en vano (Norbanova Narrativa). Ha publicado asimismo las novelas Pretérito imperfecto, Ocrán-sanabu, Ni Dios mismo y Grandes superficies, en la misma editorial, y dos obras de teatro, Los pasos de la piedra y Miles gloriosus.
   Todos estos títulos conforman una trayectoria reconocida con numerosos premios de narrativa (aunque también ha logrado el “Francisco Valdés” de periodismo), como el certamen de narraciones convocado por la UNESCO o el internacional “Miguel de Unamuno”.
   Ahora, la editorial emeritense de la luna libros publica en su colección lunas de oriente, relatos la vida es lo que llueve, una compilación de 32 narraciones breves, con frecuencia microrrelatos, de diversos motivos y perfiles, atraídos por los personajes cotidianos de entornos próximos, que vienen a confirmar que no hay vidas que no merezcan ser contempladas y recreadas, como ejemplos de las múltiples apariencias de la condición humana. Reproducimos un relato, titulado con un verso de la “Canción del pirata” de Espronceda, en que una anciano hospitalizado cruza la frontera que separa el sueño de la realidad (un sueño piadoso y una realidad despiadada).

TU RUMBO A TORCER ALCANZA

   A finales de agosto, cuando hace viento y los toldos golpean la barandilla de la terraza como velas enloquecidas, él sueña con aquel crucero que nunca hicieron juntos.
   Como las noches de verano son eternas, sobre todo para él, que duerme a ratos, le da tiempo a trazar la línea del horizonte, la primera puesta de sol en el océano, la lluvia sobre el estrecho de Magallanes, el color violeta de la tempestad que estalló de repente y el naranja rabioso del bote salvavidas que los llevó a tierra.
   Ya casi de madrugada, consigue arrastrar tierra adentro lo poco que el mar ha devuelto a la orilla de la isla desconocida donde ella llora sin consuelo. Tarda poco en levantar la cabaña con hojas enormes de palmeras, menos aún (ya casi amanece, se da prisa) en encontrar agua potable y la manera de abrir cocos sin esfuerzo. Ella le recompensa con una sonrisa que deja adivinar algo más para la noche que se extenderá cubierta de estrellas.
   Con las primeras luces del día, él esboza un gesto feroz en la cara de los indígenas que se disponen a atacarlos, y dibuja las armas improvisadas y su valentía y los besos de ella restañando las señales de la batalla, y sus brazos rodeando su cuerpo, apretando cada vez más, hasta casi dejarle sin respiración, sofocado, vamos abuelo, no sea perezoso, otra vez se nos han pegado las sábanas, hora de tomarse las pastillas, y ahora sí, ahora vuelve el dolor de las heridas, el olor de la sangre, las flechas envenenadas quizá con curare, pero no quiere abrir los ojos aún, no todavía, suplica, aunque ya las velas se han convertido en toldos, el rumor de las olas en burbujeo de bomba de oxígeno, siente el peso del pañal mojado entre las piernas, y la nostalgia de todas las cicatrices que ella no podrá besar nunca. [Pp. 50-51].

sábado, 7 de enero de 2017

La edad del paraíso


LA EDAD DEL PARAÍSO

Julio César Galán
Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col. Escena Extremeña, 2016, 109 págs.

   Nacido en Cáceres en 1978, Julio César Galán, doctor en Ciencias de la Educación, ha sido lector de español en la Universidad de Argel, profesor en la Universidad de las Islas Baleares y, en la actualidad, en la Universidad de Extremadura. Bajo heterónimos como Luis Yarza, Pablo Gaudet, Óscar de la Torre o Jimena Alba ha publicado libros como Gajo de sol (Abezetario, 2009), ¿Baile de cerezas o polen germinado? (Ediciones Idea, 2010), La llanura (premio de poesía “Vicente García de la Huerta”, 2016), Introducción a la locura de las mariposas (Tigres de papel, 2015) y Limados. La ruptura textual en la última poesía española (Amargord, 2016).
   Julio César Galán ha firmado con su nombre poemarios como Tres veces  luz (La Garúa, 2007), Márgenes (Pre Textos, 2014), Inclinación al envés (ERE / Pre-Textos, 2014) y El primer día (Isla de Siltolá, 2016).
   La edad del paraíso es un texto teatral intensamente experimental que desborda el cauce del propio género mediante todo tipo de “infracciones”: notas al margen, citas de heterónimos, intervenciónes del autor (Gil de Biedma es entrevistado por dos periodistas, Julio y César), escenas sin diálogo, reducción de los personajes a símbolos impronunciables… para construir un texto concebido como “proceso, variación y modulación incesante de sus actos lectores (espectadores), como mise en abyme, como matrioska, en donde se juntan lo mismo y lo distinto, lo autobiográfico y lo ficcional, lo establecido y lo posible; que refleje una serie de versiones, revisiones, rupturas, parodias, intertextualidades, metatextualidades y paratextualidades escénicas” [Nota del autor].
   Reproducimos una escena en que Jaime Gil de Biedma, enfermo de SIDA y acompañado de Carlos Barral, acude al hospital para una prueba médica más.

NUDO V
LA BLANCURA

(Sótano. Luz suave, amarillenta, ajena al día. Blanco de azulejos temblorosos, de nieve pobre. En mitad el escenario una gran ventanilla que mira al público. Del fondo surgen Jaime y Carlos, que poco a poco se acercan a la cristalera. Esperan).

Jaime: En estos sitios nunca hay nadie.
Carlos: Trabajan demasiado, seguro que están tratando de resolver el enigma de Dios.
Jaime: ¿Es posible que en un hospital se hagan las consultas y revisiones a su hora?
Carlos: Hemos entrado en una temporalidad diferente, aquí todo se hace más (habla pausadamente) len-to-y-pe-sa-do. Estamos dentro de los relojes reblandecidos. Ahí viene una bata.
Bata: Buenos días.
Jaime: Buenos días, tengo cita a las diez para una prueba…
Bata: (Mira unos papeles, saca maquinalmente unos impresos). Apunte aquí su nombre[1], apellidos DNI y si está de acuerdo con lo que dice, firme.
Jaime: De acuerdo (comienza a leer).
Bata: Ahora mismo vuelvo para recogérselo.
Carlos: Qué alegría de mujer, tiene cara de acelga recocida.
Jaime: (Firma). Me he convertido en el número: 72.250.
Carlos: Has leído bien lo que dice.
Jaime: En resumen: Que hay posibilidad de morir.
Carlos: Le dijiste a Josep…
Jaime: Aún no, esta noche se lo diré. (Pausa). Tengo miedo. Empezará a llorar, yo lloraré… Estoy viviendo mi propia temporada en el infierno, pero sin posibilidad de regreso. (Silencio). ¡Cuándo empezarán a enseñarnos a afrontar este tipo de situaciones!
Carlos: De algún modo todos creemos que somos inmortales, aunque en nuestro caso algo de nosotros quedará. (Pausa). La ciencia avanza deprisa: pronto encontrarán la vacuna contra esta enfermedad…
Jaime: He llega a pensar en la muerte, pero nunca la había sentido. Es una sensación extraña. Todo se muestra en presente, estás fuera de todo.
Carlos: De algún modo ya has conseguido vivir en un poema.
Jaime: ¿Qué?
Carlos: Convertirte en un…
Bata 2: Jaime Gil de Biedma.
Jaime: Sí, soy yo… (Para sí mismo). Tómate esto con una gran pausa.
   (Jaime se acerca a la enfermera. Entra en otra sala, se pierden entre agujas y un frío olor químico. La figura de Carlos queda como una interrogación).




[1] Un espectador: La máscara se  llamó persona. Experimento al personaje. La simetría de la enfermedad que son todas enfermedades. Cuanto más te acerques al nombre, a la máscara, más te acercarás al escenario.

domingo, 1 de enero de 2017

Sueños eróticos...


SUEÑOS ERÓTICOS DE UN ADOLESCENTE EMPEDERNIDO

Antonio María Flórez
Madrid, Playa de Ákaba, 2016, 97 págs.

   Hijo de madre extremeña y padre colombiano, Antonio María Flórez (Don Benito, 1969) pasa su infancia en Marquetalia (Colombia), pero recibe su formación académica de grado medio en los centros docentes de Don Benito, ciudad en la que inicia su trayectoria junto con un grupo de jóvenes entre los que se encuentran Carlos Medrano, María Rosa Vicente, Paco Señor y los hermanos Gómez Canseco. Circunstancias biográficas posteriores le han llevado a alternar estancias en Colombia y España, lo que lo ha convertido en privilegiado testigo del panorama cultural de los dos países.
   Además de varios ensayos (Dalí. El arte de escandalizar, 20004; Transmutaciones. Literatura colombiana actual, 2009), ha publicado hasta el momento los siguientes libros de poesía, galardonados con premios de reconocido prestigio: El círculo cuadrado (1987), En cámara lenta, junto con el escritor Flobert Zapata (1989), Epigolatría (1993), ZOO (poemillas de amor antiecológicos) (1994) y El bar de las cuatro rosas  en “Colección Poesía Dombenitense de fin de siglo” (1995). A este libro le siguieron títulos como El arte de torear (202),  Desplazados del paraíso (premio nacional de poesía “Ciudad de Bogotá” de 2003), Marquetalia (Un pueblo que rabia) (2003), Corazón de piedra (2011), Tauromaquia (Antología Trema) (2011), Bajo tus pies la ciudad (2012), En las fronteras del miedo (finalista del premio nacional de poesía del Ministerio de Cultura de 2015), y La muerte de Manolete. Crónica en escena (Don Benito, 2015).
   Con fotografía en portada de Daniel Mordzinski y dos poemas visuales en la apertura y cierre, la editorial Playa de Ákaba publica ahora Sueños eróticos de una adolescente empedernido, un poemario inserto en una larga y nobilísima tradición literaria (griega y latina, renacentista e ilustrada, española e hispanoamericana), que reivindica el amor y el deseo “porque en estos tiempos de interconexión extrema es cuando más solos nos sentimos y, por eso, debemos concordar con Álvaro Mutis que “Hay que inventar una nueva soledad para el deseo”. Y este libro nos ayudará a eso, porque habla precisamente de deseo, de sentimientos, de sueños, de eróticos anhelos que acompañan el trasegar cotidiano de esos seres empeñados en amarse en todo momento con el furor de siempre” [Texto de contraportada].
   Reproducimos el poema visual con que se abre el libro.