martes, 28 de abril de 2015

Jueves sociales


JUEVES SOCIALES

Pilar Galán
Cáceres, Asociación Cultural Norbanova, 2015, 122 págs.
Prólogo de Miguel Ángel Muñoz

   Licenciada en Filología Clásica por la Universidad de Extremadura, Pilar Galán (Navalmoral de la Mata, 1967) ha recibido numerosísimos premios por su obra narrativa, que incluye las novelas Pretérito imperfecto, Ocrán-Sanabu, Ni Dios mismo y Grandes superficies. Paralelamente, ha desarrollado una singular trayectoria de libros de relatos con títulos como El tiempo circular, Túneles, Manual de Ortografía, Diez razones para estar en contra de la Perestroika, Paraíso posible o Tecleo en vano. Ahora, la Asociación Cultural Norbanova en su colección “Norbanova narrativa” publica Jueves sociales, una selección de las columnas aparecidas en El Periódico Extremadura agrupadas bajo tres bloques (“Gestos”, “Estados de perplejidad” y “Palabras de ida y vuelta”) con un prólogo del director actual del diario, Miguel Ángel Muñoz Rubio, en que considera: “Los Jueves sociales son muy parecidos a lo que soy yo. Son uno y cientos a la vez. Unos días hablan de mis pocos pecados capitales, otros de mi infancia, de mi adolescencia, algunos de mi espléndida madurez, incluso de cómo me veré de unos años allá”.
   Reproducimos el cierre de una de estas composiciones ("Gestos", que recibió en 2010 el XIII premio “Francisco Valdés” de periodismo).

“Gestos que compartimos o que son solo nuestros, o al menos eso creemos para sentirnos distintos y a la vez cercanos; gestos que marcan transiciones en la vida, como acunar a un niño, teñirse las primeras canas, leer con miedo el resultado de unos análisis. Y por último, gestos que te enfrentan con el espejo, como esa noche, quizá ayer mismo, en que arropas con cuidado el cuerpo castigado por los años de quien te arropaba en su infancia. Hay en ese momento un tributo callado al paso del tiempo, una entrega de testigos en la carrera agotadora, dichosa y extrañamente circular que constituye la vida” (16.04.2009)

jueves, 23 de abril de 2015

miércoles, 22 de abril de 2015

La creación del sentido



LA CREACIÓN DEL SENTIDO
Basilio Sánchez
Valencia, Ed. Pre-Textos, 2015, 234 págs.

    Nacido en Cáceres en 1958, Basilio Sánchez consiguió con su primer libro, A este lado del alba, un accésit del premio Adonais de Poesía en 1983 (el libro vería la luz el año siguiente). Después de un periodo de silencio de nueve años, en 1993 edita su segundo libro, Los bosques interiores, en el que se perfilan ya nítidamente el tono y los rasgos que singularizan su obra de madurez.   El resto de su obra poética está compuesta por los siguiente títulos: La mirada apacible (Pre-Textos, 1996), Al final de la tarde (Calambur, 1998), El cielo de las cosas (Editora Regional de Extremadura, 2000), Para guardar el sueño (Visor, 2003), Entre una sombra y otra (Visor, 2006), Las estaciones lentas (Visor, 2008) y Cristalizaciones (Hiperión, 2013). Ha publicado, también, un libro de narrativa que recorre el territorio de la memoria: El cuenco de la mano (Littera Libros, 2007). El conjunto de su obra poética está recogido en el volumen Los bosques de la mirada. Poesía reunida 1984-2009 (Madrid, Calambur, 2010).
   Ahora la editorial valenciana Pre-Textos publica La creación del sentido, una obra miscelánea que agrupa textos en prosa de distinta condición: relatos autobiográficos, entradas de un diario, poemas en prosa… De uno de sus bloques (“Semillas para pájaros”) reproducimos tres breves fragmentos que reflexionan sobre la propia creación literaria.

   “Después de varias horas escribiendo, uno sale a la calle como si abandonase una caverna: con las manos manchadas, frotándose los ojos en la luz primitiva" [p. 95]

   “Las lavanderas han convertido el río en un lugar de culto para los defensores de la palabra clara, sin retórica. Es, en su transparencia, como puede el poema reconocer las cosas en sí mismas. Es, en su transparencia como a veces consigue, pese a mi pensamiento itinerante y mi palabra errática, circunscribirse a lo concreto" [pp. 95-96]


   “Madura el sol las uvas delante de la casa: todo lo que el otoño tenía que habernos dicho, ya está dicho; todo lo que el otoño tendría que haber hecho, ya está hecho. Si lo que pedimos a la vida es naturalidad, ¿quién nos dice a nosotros que el poema nos exija otra cosa” [p. 192]

Náufragos


lunes, 20 de abril de 2015

jueves, 16 de abril de 2015

Aula Literaria Guadiana



  Contemplado el asunto desde ahora, tal vez el aula literaria Guadiana sea (a pesar de las incomodidades propias de la organización de cualquier actividad cultural) la tarea más gratificante en la que uno ha participado. Desde 2002 han pasado por diferentes centros de enseñanza medía  de Don Benito y Villanueva de la Serena cuarenta y siete escritores, desde Félix GrandeDulce Chacón, por desgracia ya fallecidos, hasta Laura Freixas y Juan Vicente Piqueras, que nos visitaron este año. Aquí puede verse un sencillo montaje de la actividad realizado por Felipe Pulido.

jueves, 9 de abril de 2015

Hay un rastro


HAY UN RASTRO

Elías Moro
Mérida, De la Luna libros, Col. “Luna de Poniente”, 2015, 68 págs.
  
   Llega a su última entrega la colección de poesía “Luna de Poniente” de la editorial emeritense De la Luna libros, dirigida por el propio Elías Moro y el director de la editora, Marino González Moreno. Nacido en Madrid en 1959, Elías Moro reside en Extremadura desde 1982, y aquí ha escrito y publicado una obra literaria que se ha sentido atraída por los géneros narrativos (Óbitos súbitos, Editora Regional, 2000), por los textos breves de Me acuerdo, en colaboración con Daniel Casado (Mérida, De la Luna Libros, 1999), el dietario (La tabla del tres, Mérida, De la Luna Libros, 2004) o los aforismos de Algo que perder (Sevilla, La Isla de Siltolá, 2015), pero el grueso de su producción literaria se halla en el terreno de la creación poética con títulos como Contrabando (Mérida, Editora Regional, 1987), Casi humanos, Bestiario (Valencia, Germanía, 2001), Palos de ciego (un cuaderno de tirada reducida  publicado en Mérida por ediciones El Ermitaño, 2002), Poemas de los colores (Mérida, edición del autor, 2003). En 2009 vio la luz en la Editora Regional de Extremadura En piel y huesos, una antología poética prologado por el profesor Miguel Ángel Lama.
   Ahora ve la luz Hay un rastro, de cuyo último bloque (“Los muertos hablan”) reproducimos un poema que expresa el compromiso solidario del poeta con las víctimas de cualquier forma de violencia y de muertes injustas.


Yo fui el que vino al abrigo del sol,
al socorro del frescor del agua,
el envuelto en el disimulo de la niebla
tras la polvareda de las cosechas

yo fui el que te quiso hermano,
mujer, amigo, compañera,
el que tejía palabras en la nieve
contra la lumbre del egoísmo,
el que dormía sin rencor ni  pesadillas,
aquel que amó sin sosiego
la arquitectura turbia y verde
de tus ojos

y aquí estoy, hecho jirones
de ropa y sangre resecas

miércoles, 8 de abril de 2015

El tesoro de la isla


EL TESORO DE LA ISLA

Juan Ramón Santos
Mérida, De la Luna libros, 2015, 254 págs.

   Codirector del aula literaria “José Antonio Gabriel y Galán” (y coordinador de las demás aulas literarias de la región), Juan Ramón Santos (Plasencia, 1975), se dio a conocer con una compilación de textos breves titulada Cortometrajes (Mérida, Editora Regional, 2004), al que siguieron El círculo de Viena (Gijón, Llibros de Pexe, 2005), Cuaderno escolar (Mérida, Editora Regional, 2009) y Palabras menores (Mérida, De la Luna libros, 2011), además de colaborar en libros colectivos como Relatos relámpago (2007) y Por favor, sea breve (2009). En 2010, la editorial pacense Del Oeste Ediciones publicó su obra más ambiciosa, Biblia apócrifa de Aracia. En 2014 De la Luna Libros publicó un poemario, Cicerone.
   Ahora, la misma editorial publica su segunda novela, El tesoro de la isla, cuya trama, de tensión indeclinable, arranca en una tarde de junio cuando Santi Alcón y sus amigos penetran en el edificio en ruinas de su antiguo colegio y descubren la sala de la biblioteca repleta de libros polvorientos. Este hallazgo sorprendente le llevará a conocer un ámbito invisible para la antigua ciudad provinciana y a unos personajes singulares que parecen haber surgido de las páginas de un libro al que la novela ha decidido homenajear ya desde el título (La isla del tesoro, pero el número de referencias literarias expresas o tácitas es muy alto): Juan Plata el Largo (Long John Silver), los piratas sedentarios absortos en su autodestrucción, y en Labriegos, a Beatriz y Constante, todos ellos, marginados sociales, cuyo infortunio acaba convirtiéndose, al modo romántico, en símbolo de libertad. En el curso de sus aventuras, el protagonista irá comprendiendo, en la vida y en los libros, que el mundo es mucho más complejo que el que reflejaban sus preferencias infantiles. Reproducimos un fragmento en que una de las lecturas da al joven una lección impagable.


   “sin saberlo, acababa de dar con la clave de El desierto de los tártaros. Así comprendí que el teniente Drogo se parecía a Constante, a Beatriz, a mí, a todos y cada uno de los hombres, que la Fortaleza se parecía no ya a Labriegos o a ninguna otra comarca o lugar, sino al mundo entero, que el desierto era el futuro, el ataque de los tártaros, una de las innumerables figuras en las que a menudo se manifiesta la esperanza, y que, a fin de cuentas, como la interminable estancia del teniente en la frontera, la vida muchas de veces, si no la mayor parte de ellas, no era más que un paréntesis vacío, una larga espera sin sentido ni fin, y quizá fue también entonces, en ese brevísimo instante de lucidez en medio de la oscuridad, cuando empecé a vislumbrar que la Literatura era mucho más que mis admirados relatos de aventura y de misterio, y que los libros, además de una fantástica forma de entretenerse, era una poderosa herramienta para acercarse al mundo y a la vida, para contemplarlos y tratar de comprenderlos, una herramienta que, como poco a poco iría descubriendo, quería aprenderá a manejar a toda costa” [p. 210]

martes, 7 de abril de 2015

Sesión continua en el salón Indien


Sesión continua en el salón Indien

Juan Antonio Bermúdez
Mérida, De la luna Libros, 2015, 54 págs.

   Nacido en Jerez de los Caballeros en 1970, Juan Antonio Bermúdez es licenciado en Periodismo y máster en Escritura Creativa por la Universidad de Sevilla. Periodista, programador cinematográfico y dinamizador cultural, ha publicado hasta el ahora dos poemarios, Compañero y enemigo (Libros de la Herida, 2007) y Lumbres, vislumbres (Palimpsesto 2.0, 2013). Ahora, la editorial emeritense De la luna Libros publica  en su colección “Luna de poniente” Sesión continua en el salón Indien, un libro de homenaje al cine dividido en cinco bloques (“Matinall en el cine Balboa”, “Sesión de tarde en el Rialto”), “Nocturna en el Nuovo Sacher”, “Sesión golfa en el Atrium Beba-Palas” y “Sesión continua en el salón Indien”). Reproducimos un soneto en versos blancos del segundo apartado.

A partir de los planos iniciales de M/M, el vampiro de Düsseldorf
(Fritz Lang, 1931)

EL GLOBO ENTRE LOS CABLES DE TELÉGRAFO

El globo entre los cables del telégrafo;
la pelota que rueda solitaria;
la cuchara y el plato sobre el hule;
el silencio y la sopa, que se enfrían.

Tanto como en la carne o en el luto,
la muerte está en pequeños abandonos,
en la estéril presencia sin provecho
de los objetos huecos que perduran.

Los resecos fantasmas del alambre
columpian su destino a sol y sombra;
los espacios desnudos se desguazan.

Por patios interiores, por el vano
de las destartaladas escaleras,
se resbala ya un grito para nadie.

El tesoro de la isla


Antonio María Flórez en el Aula de la Palabra