En su último número, la Revista de Estudios Extremeños (2019, Tomo LXXV, nº II, pp. 173-189) incluye un
artículo sobre la revista segedana Ángelus, “La revista Ángelus. Una aportaciónal estudio de la poesía de posguerra en Extremadura”.
viernes, 29 de noviembre de 2019
viernes, 22 de noviembre de 2019
Suroeste 9
SUROESTE 9
Revista de literaturas ibéricas
Antonio Sáez Delgado [Dir]
Mérida Editora Regional de Extremadura, 2019, 164 págs.
Ilustraciones de Ángela Sánchez
y Luis Costillo
Diseño de Luis Costillo
Con la financiación de la Consejería de
Cultura e Igualdad y la colaboración de la Fundación Godofredo Ortega Muñoz ve
la luz el número nueve de la revista Suroeste, dirigida por el profesor Antonio Sáez Delgado, que, como en números anteriores, publica textos inéditos escritos en
las cinco lenguas habladas en la península (portugués, gallego, vasco, catalán
y castellano) agrupados en cinco bloques: poesía, narrativa, ensayo y
entrevistas y escaparate de libros. En poesía, los colaboradores de esta
entrega son Hilario Barrero, Ignacio Cartagena, José Cereijo, Antoni Clapés,
Catarina Santiago Costa, Fernando Echevarría, Asunción Escribano, Andrea C.
Faria, Zetho Cunha Gonçalves, Hasier Larretxea, Jesús Montiel, Juan Vicente
Piqueras, Luis Pires [Dos Reys/Donis de Frol] Guilhade, Antonio Rivero
Taravillo, Kirmen Uribe y Miguel Veyrat. En narrativa, se incluyen
colaboraciones de Mario Cláudio, Miguel Filipe Mochila, Paulo M. Morais, Antoni
Munné-Jordá, Isabel Rio Novo y Cristina Almeida Serodio. Siguen tres ensayos de
César Iglesias, Gabriel Insausti y Jordi Juliá y una entrevista a Francisco
Castro realizada por Noemí Basanta y Pedro Dono. En la sección “Escaparate de
libros” colaboran Eloísa Álvarez, María Estela Guedes, María Luisa Leal, Miriam
Ruiz-Ruano Rísquez, Gabriel Magalhaes, Amador Palacios y Marías Jesús
Fernández.
La revista va acompañada de un suplemento en
homenaje al diseñador de la revista, Luis Costillo (Rosal de la Frontera, 1956),
fallecido el pasado mes de mayo en Badajoz, con numerosas colaboraciones de
distinta naturaleza (textos en prosa, fotografías, poemas, poemas visuales…).
jueves, 21 de noviembre de 2019
domingo, 17 de noviembre de 2019
Rigurosa etiqueta
BIBLIOTECA FELIPE TRIGO
Volumen II Rigurosa etiqueta
Sor Demonio, La clave
Badajoz, Departamento de publicaciones de la Diputación Provincial de Badajoz, 2919, 280 págs.
Edición, textos introductorios y notas de Luis Sáez
Delgado
Tras “El
héroe de nuestro tiempo”, un volumen que incluía las novelas En camisa rosa, En la carrera y El médico
rural aparecido en 2016, año del centenario de la muerte de Felipe Trigo,
ve la luz ahora el segundo volumen de la biblioteca Felipe Trigo, titulado
“Rigurosa etiqueta”, que incluye las novelas Sor Demonio (1909) y La clave
(1910) y ha preparado, como aquellos títulos Luis Sáez Delgado (Cáceres, 1966).
Actual Director de la Editora Regional de Extremadura, Sáez Delgado es autor de
ensayos como “Muchos años después” (en Reflexiones sobre la novela),
“La república nómada. Viaje y viajeros en la literatura contemporánea de
Extremadura” (en Invitación al viaje), “La novela extremeña hacia
el futuro” (en Extremadura-Portugal. Escribiendo el siglo XXI) y de
libros como Animales melancólicos. La invención literaria de la
identidad (2001), Un duelo privado. Notas sobre el
exilio como literatura de viajes (2005) y Literatura en
Extremadura, siglo XX (2003), en colaboración, este último, con el
profesor Miguel Ángel Lama.
Reproducimos
un fragmento de la nota inicial sobre Sor Demonio (“Rigurosa etiqueta”), en que
el editor subraya las similitudes y diferencias entre estas dos novelas, tan
próximas en el tiempo.
“Este estado
de ánimo, de lo individual a lo colectivo, es de malestar, el diagnóstico europeo de todo el mal de entresiglos, que
el médico social Felipe Trigo define y quiere tratar. El origen está en la
rigurosa etiqueta que ahoga la vida sentimental de la sociedad de su tiempo, un
código de sanciones, ventajas y normas que desde el pasado se prolongan hasta
el presente. En este volumen desde el Lorasán de Sor Demonio hasta el Arlés de La
clave, puntos cardinales de la misión redentora de Trigo: hacia el pasado,
los usos salvajes del machismo; hacia el presente, la imposibilidad de romper
instituciones que, en la práctica, todos respetan.
En la ciudad
de provincias perdida en el tiempo o en la próspera población que incluso
entrega una avenida a Edison sufren Isabel y Gloria, sufren las mujeres en
general, sufre pacientemente un pueblo que se siente maltratado, cautivos todos
de la violencia pero también de una sensibilidad que les impide el cambio. El
diagnóstico preciso del malestar sirve como categoría: es la enfermedad española, la semilla de esta aflicción que trasciende
la sensualidad habitual de los conflictos de Trigo para llegar más allá, porque
Sor Demonio y La clave serán, sobre todo, dos novelas profundamente políticas,
acaso porque tratan de problemas sentimentales, o dos novelas completamente
sentimentales porque abordan al fin problemas políticos. En Sor Demonio los que derivan de una
Restauración gangrenada., que alimenta en sus comicios prescindibles, en la
eternidad del carlismo ultramontano, un germen de impiedad y violencia; la
falsedad de la Restauración es la de Honorio, su protagonista, un esperpento
del sufragio. En La clave porque, en
el desconcierto que producen los estertores de la segunda revolución
industrial, España sacrificará a sus hijos en el altar de la última colonia
posible; la zozobra de Julio no se distingue de la de todo el país: la política
del presente, principio de incertidumbre
del orden mundial, es el capitalismo
descarnado, frente a una nación que cree que no la quieren y que no se quiere a
sí misma. Como si la biopolítica que trata de explicar nuestro cambio de siglo
sirviera de sustento de estos textos y el momento borrascoso que dibujan, el de
cualquier tiempo de transición y sus monstruos, aquí presentes en el sexo
violento y el deseo sumiso como expresión amorosa y coartada política”. [“Rigurosa
etiqueta”, pp. 11-12].
viernes, 15 de noviembre de 2019
Mar de fondo
MAR DE FONDO
(POEMAS 2002-2017)
Daniel Casado
Mérida, Editora Regional de Extremadura, Col. Poesía, 2019,
203 págs.
Introducción (“Mar de fondo o la existencia consciente”)
de Antonio Salguero Carvajal
Daniel Casado (Trujillo, 1975) es poeta, músico y gestor
cultural. Su trayectoria poética arranca en 2003 con El largo andar tan
breve (Vitruvio, 2003, premio “Ciudad de Mérida”), al que siguen El
viento y las brasas (Pre-textos, 2004), El proyector de
sombras (Editora Regional de Extremadura, 2005), Oscuro pez del fondo (Rialp, 2010), El creador del espejo (De la luna libros, 2012), Secretos que contar (Amargord, 2015) y La segunda mirada (Amargord, 2017). En 2010 fue elegido La
voz + joven por la Obra Social de Caja Madrid. Su obra ha ido
apareciendo, además, en varias plaquettes (Ensayo de la pobreza, 1998; Me
acuerdo, 1999; A vista de las aguas, 2001; Tabula raza, 2003; El sueño
invadido, 2008, o Mar de sábanas, 2009) y aparece recogida en antologías
como Compañeros de viaje (Biblioteca de Extremadura), Cuatro poetas en un tobogán (Littera Libros), Literatura
en Extremadura (Editora Regional), Antología 30 (Pre-textos) o Panorama
poético de Extremadura (Fundación Delgado Valhondo). El propio Daniel Casado es el autor de otra antología, Piedra de toque, 15 poetas emergentes en Extremadura (Editora Regional, 2016).
Ahora, la Editora Regional de Extremadura publica una amplia selección de sus poemas al cuidado
del profesor Antonio Salguero Carvajal, que recoge composiciones de los títulos
citados a los que se suman varios texto inéditos reunidos bajo el epígrafe de
“Extravíos”. Tras trazar un recorrido por su trayectoria poética, el
prologuista concluye en una visión panorámica: “Así Daniel Casado sin prisas
viene conformando una obra poética con unas características personales que le
han procurado una voz propia entre las primeras hornadas de poetas del siglo
XXI: temas muy arraigados en la conciencia del ser humano, voz armónica que es
y suena auténtica, fortaleza emocional para enfrentarse y ahondar en su
esencia, base intelectual, amplio abanico de asuntos, tono consolidado,
equilibrio estilístico, pulcra elaboración y capacidad de evolución y de
adaptación a una poesía propia de nuestro siglo” (Prólogo, p. 32).
Reproducimos una
de las composiciones de La segunda mirada
(2017).
MUSEO ROMANO
Veréis antes de nada la imponente
construcción que lo alberga,
el rústico ladrillo acorazando
los mosaicos y columnas, las tablillas,
las ofrendas, los indolentes retratos
en piedra que la vanidad firmó
sobre el humo. Hoy solo son pedazos
rescatados del olvido.
Veréis también,
al franquearse la noble arquitectura,
tras muchas pátinas de lodo,
los mosaicos y sus dioses,
las monedas sin su efigie…
Todo cuanto aquí hallaréis
será una vana ensoñación.
También nuestras palabras
fueron eso: sueño, dulce
desvarío, inmensidad creciente
de conocimiento y rebeldía,
la misma que ahora os mueve
sin descanso.
Ya descendéis hasta la cripta,
solos, como siempre viene,
el alma a conocerse.
Ya palpáis, bajo el silencio
de cada inscripción,
tan solo tierra, negra tierra.
Escuchad el nutrido silencio
del tiempo sin medida
y afirmad que la muerte no existe.
Es cuanto puede revelaros
nuestra huella, tal es el secreto
que la memoria escatima
al vómito incesante
de los yacimientos.
jueves, 14 de noviembre de 2019
Ricardo Menéndez Salmón en Don Benito
El pasado miércoles Ricardo Menéndez Salmón impartió una charla abierta al público en el Museo Etnográfico
de Don Benito que se prolongó en un extenso e interesante coloquio entre el
público asistente y el escritor. Algo similar sucedió al día siguiente, en el
salón de actos del IES Donoso Cortés en el que las preguntas de los chicos
ocuparon un tiempo mayor que el de la intervención del novelista, que se centró
en este segundo caso en un recorrido por su trayectoria desde sus primeros
libros aparecidos en ediciones regionales asturianas, leídos en círculos restringidos, hasta que despertó el interés
de una editorial como Seix Barral en la que, desde La ofensa (2007) han aparecido todos sus libros posteriores. En
ambos lugares, el escritor reflexionó sobre numerosos motivos: su formación
filosófica como generadora de temas narrativos, la obra literaria como un
proceso en marcha atento a su entorno, la presencia del mal en nuestras
sociedades y a su constante mutación, a la vertiginosa velocidad con que se
producen los cambios de modo que cualquier narrativa de anticipación parece pronto sobrepasada por la realidad, a la cultura como simulacro, a la
esperanza como una actitud errónea pues invita a la omisión de cualquier
actividad transformadora, a las artes concebidas como un refugio o a su insobornable vocación de creador ya desde muy pronto: "Hasta donde recuerdo siempre quise ser escritor. Como la caries, mi vocación fue temprana. De niño llenaba ya cuadernos con historias que me ayudaban a soportar mi soledad, aquella vida sin hermanos y, en la mayoría de las ocasiones, sin padres que llevé hasta la adolescencia, cuando mi horizonte se ensanchó con otros juegos y con otros jueces" (El corrector, p. 18).
Ricardo Menéndez Salmón fue
el autor que abrió las actividades del Aula Guadiana en el presente curso
académico. Los demás autores invitados en esta ocasión son:
Irene Sánchez Carrón (23/24 de enero. Casa de Cultura)
Juan Bonilla (6/7 de febrero. Casa de Cultura)
Alberto Olmos (5/ de marzo. Casa de Cultura)
miércoles, 13 de noviembre de 2019
Aula Literaria Guadiana, 2019-2020
Hoy, trece de noviembre arrancan las
actividades del Aula Guadiana de este curso académico con la visita de Ricardo Menéndez Salmón (Gijón, 1971), que hablará de su obra en el Museo Etnográfico
de Don Benito a las 20,00 de la tarde. Perteneciente a la red de Aulas
Literarias de la Asociación de Escritores Extremeños, el Aula Guadiana viene
realizando su actividad desde su fundación en 2002, sostenida por varias
instituciones de la región: la Asociación de Escritores Extremeños, la
Dirección General de Cultura de la Junta de Extremadura, la Concejalía de
Cultura del Ayuntamiento de Don Benito y los centros participantes: Colegio Claret, IES Cuatro Caminos e IES Donoso Cortés. Mañana, jueves. a las doce
horas, los alumnos de bachiller de estos centros podrán escuchar al escritor en
el salón de actos del IES Donoso Cortés.
Nacido en Gijón, en 1971, Ricardo Menéndez Salmón es
licenciado en Filosofía por la Universidad de Oviedo. Escribe en los diarios El País, La Vanguardia y La Nueva
España.
Autor de un libro de viajes, Asturias para Vera (Imagine,
2010: Premio Llanes), ha publicado los libros de relatos Los caballos azules
(Trea, 2005: Premios Juan Rulfo y de la Crítica de Asturias) y Gritar (Lengua
de Trapo, 2007), y las novelas La filosofía en invierno (KRK, 1999), Panóptico
(KRK, 2001), Los arrebatados (Trea, 2003), La noche feroz (KRK,
2006: Premio Casino de Mieres), la denominada Trilogía del mal —que
incluye La ofensa (Seix Barral, 2007: Premios Qwerty de Barcelona
Televisión y Sintagma XXI), Derrumbe (Seix Barral, 2008: Premio de la
Crítica de Asturias) y El corrector (Seix Barral, 2009: Premio de la
Crítica de la Feria del Libro de Bilbao)—, La luz es más antigua que el amor
(Seix Barral, 2010: Premio Cálamo «Otra mirada»), Medusa (Seix
Barral, 2012: Premios Quim Masó y Serra d’Or a su versión teatral por la
compañía La Virgueria), Niños en el tiempo (Seix Barral, 2014: Premio
Las Américas), El Sistema (Seix Barral,
2016: Premio Biblioteca Breve) y Homo
Lubitz (Seix Barral, 2018).
Su obra ha sido traducida al alemán, catalán,
francés, holandés, italiano, portugués y turco.
Hasta el momento, han pasado por el aula los
escritores siguientes:
FÉLIX GRANDE, DULCE CHACÓN,
JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD,
IGNACIO MARTÍNEZ DE PISÓN,
SANTIAGO CASTELO, ESPIDO FREIRE,
LUIS ALBERTO DE CUENCA,
JUAN CARLOS MESTRE, JOSÉ VIÑALS,
ANDRÉS SOREL, JUAN MANUEL DE PRADA
ROSA REGÁS, ANTONIO HERNÁNDEZ,
CÉSAR ANTONIO MOLINA, RAMÓN BUENAVENTURA,
JESÚS SÁNCHEZ ADALID, ANTONIO MARÍA FLÓREZ,
JAVIER REVERTE, LUIS MATEO DÍEZ,
MARÍA ROSA VICENTE OLIVAS,
LUIS ANTONIO DE VILLENA,
JOSÉ ANTONIO MORENO JURADO,
FERNANDO MARÍAS, ALFONSO ARMADA,
ALONSO GUERRERO, CLARA JANÉS,
JORDI DOCE,
MAURICIO WIESENTHAL,
GUSTAVO MARTÍN GARZO, OCTAVIO ESCOBAR,
JOSÉ ANTONIO RAMÍREZ LOZANO,
FRANCISCO JAVIER IRAZOKI, FERNANDO ARAMBURU,
JULIO LLAMAZARES, JOSÉ ANTONIO ZAMBRANO,
JUAN ANTONIO GONZÁLEZ IGLESIAS,
JOSÉ MARÍA GUELBENZU, ANDRÉS TRAPIELLO,
ANTONIO OREJUDO, RAFAEL REIG
LUIS LANDERO, VICENTE MOLINA FOIX
ÁLVARO VALVERDE, MIGUEL D’ORS,
MARTA SANZ, LAURA FREIXAS,
JUAN VICENTE PIQUERAS, JOSÉ LUIS GARCÍA MARTÍN,
MANUEL VILAS, JAIME SILES, LORENZO SILVA,
EDUARDO MOGA, AURORA LUQUE,
SUSANA MARTÍN GIJÓN,
JACOBO CORTINES, KIRMEN URIBE,
OMAR PIMIENTA, GONÇALO M. TAVARES,
SERGIO DEL MOLINO,
JOSÉ LUIS BERNAL y JESÚS CARRASCO.
domingo, 10 de noviembre de 2019
Piedras negras
PIEDRAS NEGRAS
Eugenio Fuentes
Barcelona, Tusquets, 2019, 365 págs.
Eugenio Fuentes (Montehermoso, 1958) ha
recibido numerosos reconocimientos como articulista (el premio “Francisco
Valdés”, el “Carmen de Burgos”, el “Julio Camba” o el “Manuel Azaña”) y es
autor, asimismo, de tres ensayos literarios publicados por la Editora Regional
de Extremadura: La mitad de Occidente (2003),
Tierras de fuentes (2010) y Literatura del dolor, poética de la bondad
(2013). Pero su mayor aportación es la narrativa. En este campo, se dio a
conocer con Las batallas de Breda
(premio Cáceres de Novela Corta, 1988, publicada por la I.C. "El
Brocense" en 1990). Más tarde, en 1993, vería la luz El nacimiento de Cupido (1993, premio internacional de novela
“Ciudad de San Fernando”) y los relatos de Vías
muertas (Editora Regional, 1997), año en que aparece también Tantas mentiras (premio “José Antonio
Gabriel y Galán”, Mérida, ERE, 1997), una novela histórica ambientada en los
años de la revolución mexicana.
En El
interior del bosque (premio “Alba-Canarias” de 1999, publicada un año más
tarde) asistimos a una sucesión de asesinatos ocurridos en la reserva natural
del Paternóster, que un detective privado, Ricardo Cupido, se propone
investigar. Será el primer título de un ciclo de novelas que, excepto La sangre de los ángeles (Alba Editorial,
2001), han sido publicadas por Tusquets: Las
manos del pianista (2003), Venas de
nieve (2005, premio “Extremadura a la creación”), Cuerpo a cuerpo (2007), Contrarreloj
(2009), Si mañana muero (2013) y Mistralia (2015). En 2018 apareció en la
misma editorial un ensayo histórico, La
sangre de los inocentes, que recoge las distintas formas de intolerancia y
violencia a lo largo de la historia.
Ahora, la editorial Tusquets publica su última
novela, Piedras negras, cuya trama
arranca con la muerte en Tolouse de Marta Medina, una anciana profesora de
música. Su nieta, Marthe, que ha heredado de la abuela su nombre y su pasión
por la música, recibe una carta en que la anciana le desvela un secreto que no
ha querido compartir con nadie: en febrero de 1938 dio a luz en un hospital de
Ciempozuelos a un niño de una relación con un miliciano que conoció en Breda,
pero el niño le fue arrebatado en circunstancias que ella no se encontraba en
condiciones de aclarar. Quiere que su nieta encuentre a su hijo y le pida perdón. La joven
viaja en automóvil a Breda (no en tren: nos encontramos en mayo de 2004 tras
los recientes atentados de Atocha) y pide ayuda a un investigador privado,
Ricardo Cupido. A pesar de las dificultades, ambos encuentran pronto al niño
robado. Se trata de Alejandro Garcilaso, miembro de una poderosa familia dueña
de viñedos, bodegas y edificios antiguos en la ciudad de Toledo, que se
encuentra inmersa en proyectos inmobiliarios y turbios asuntos financieros. El
anciano apenas si presta atención al relato y despide de malos modos al
investigador, pero cuando su hija Alejandra es asesinada en la sede de la
Fundación le pide su ayuda para esclarecer una muerte acaecida en unas
circunstancias horribles. La novela desarrolla de este modo dos tramas protagonizadas,
una por los derrotados de la guerra, víctimas de todo tipo expolios (que
llegaron al robo de recién nacidos) y empujados al exilio, y otra por los vencedores
que al término de la contienda conservaron su posición social y pudieron
incrementar su patrimonio siempre en la cúspide del poder.
Como en novelas anteriores, nos encontramos
ante una trama absorbente que mantiene, con una prosa certera y cuidada, una
tensión indeclinable, pero también ante una novela realista perfectamente
documentada, que refleja desde una perspectiva crítica y testimonial las lacras
de una sociedad dominada por una ambición desmedida, inmersa en una absurda
explosión inmobiliaria, tanto privada como pública (con lujosos palacios de
congresos sin congresos y aeropuertos sin aviones) y una generalizada carencia
de ética (destrucción del patrimonio histórico, evasión de capitales tras el
cambio de gobierno…), muy lejos del perfil de tantas novelas negras concebidas
como meros artefactos narrativos lúdicos.
Reproducimos un fragmento en que el exmarido
de la joven asesinada arroja sus cenizas al río Tajo (solo su perro parece sentir su ausencia).
“-Yo me encargaré de hacerlo –había dicho
Enrique para zanjar la cuestión.
Con la
correa de Zoco en una mano y en la
otra una bolsa con la urna, más pesada de lo que había imaginado, bajó sin
prisas por el paseo del Carmen, donde los muros traseros de los conventos se
agarraban al suelo para no resbalar hacia el río.
Era de
noche cuando se apoyó el pretil del puente. Una luna llena e inocente, una
superluna avanzaba a zancadas por el cielo, apagando a la osa mayor, que se
arrastraba fatigosamente hacia el polo.
Esperó a
que pasaran unos viandantes mientras contemplaba las encajonadas aguas del río,
que mostraba en algunos recodos una orla blanca, como si fuera pus. Le hubiera
gustado que todo estuviera más silencioso y oscuro para que las cenizas cayeran
sobre las tinieblas sin testigos ni huellas, pero la ciudad derramaba
demasiados reflejos y emitía un sordo bordoneo, como si a lo lejos
entrechocaran los huesos de la noche. Abrió la bolsa y Zoco, que se había quedado tranquilo, comenzó a gemir de nuevo.
Comprobó que no pasaba nadie y desenroscó la tapa de la urna. Solo olía a humo,
pero Zoco intensificó sus gañidos.
Enrique se inclinó sobre el petril y echó las cenizas que fueron cayendo desde
lo alto del arco sobre las aguas negras. Eso era todo, de Alex ya no quedaba
nada. Su DNI sería borrado de las bases de datos, se cancelarían sus cuentas
bancarias, sus números de teléfono se adjudicarían a otros usuarios y alguien
de África vestiría su ropa cuando la donara. Entonces dio la espalda al vacío. Zoco había empezado a gruñir y le
enseñaba los colmillos amenazadoramente. [pp. 213].
miércoles, 6 de noviembre de 2019
El contador de gotas
EL CONTADOR DE GOTAS
Francisco Javier Irazoki
Madrid, Hiperión, 2019, 113 págs.
Francisco Javier Irazoki (Lesaka,
Navarra, 1954) fue periodista musical en Madrid, en donde colaboró en revistas
como Disco Express (bajo la dirección de Erwin Mauch) y El
Musiquero (dirigida por José María Iñigo). Formó parte de CLOC, grupo
de escritores surrealistas. Desde 1993 reside en París, donde ha cursado
estudios musicales: Armonía y Composición, Historia de la Música, etc.
Como escritor, sus primeros poemarios
editados fueron Árgoma (Estella, 1980) y Cielos
segados (Universidad del País Vasco; Leioa, 1992), que incluía los
tres volúmenes de versos escritos hasta esa fecha: Árgoma (1976-1980), Desiertos
para Hades (1982-1988) y La miniatura infinita (1989-1990).
Más tarde, Irazoki publicaría Notas del camino (Javier Arbilla
Editor; Pamplona, 2002, con fotografías de Antonio Arenal), el libro de poemas
en prosa Los hombres intermitentes (Hiperión; Madrid, 2006) y,
recientemente, La nota rota (Hiperión; Madrid, 2009),
cincuenta semblanzas de músicos de épocas muy variadas, desde el Renacimiento y
el Barroco hasta los mejores creadores e intérpretes del jazz. A estos títulos
siguieron el poemario Retrato de un hilo (2013) y los libros
de poemas en prosa Orquesta de desaparecidos (2015) y Ciento noventa espejos
(2017), ambos aparecidos en la editorial Hiperión. Durante cuatro años escribió
su columna Radio París en El Cultural, suplemento del diario El mundo, donde en la actualidad es
crítico de poesía.
Por afinidades temáticas y formales, El contador de gotas, que
ahora publica la editorial Hiperión,
forma parte del grupo o bloque de los dos libros anteriores. Les une la
elección del mismo subgénero lírico (el poema en prosa de extensión reducida) y
la naturaleza de los motivos que lleva al territorio de estos cuarenta y cuatro
textos: los recuerdos infantiles y juveniles, sin desarrollo narrativo, los
paisajes urbanos de la ciudad de París, las estampas de los marginados
(inmigrantes del sur en el País Vasco, gitanos rechazados en todas partes,
exiliados del este de Europa en París, creadores (poetas malditos, músicos en
las estaciones de metro…) no reconocidos en su época o perseguidos por el poder
(como sucede en “Casas libres”: Ósip Mandelstam, Anna Ajmátova y Varlam
Shalámov, acosados por los comunistas). Una mirada solidaria, profundamente
ética, marca estas evocaciones que en ocasiones se dirigen al propio “yo” y en
ocasiones salen al exterior para “narrar” la persecución, el desarraigo, la soledad
y el terror de los otros. Formalmente, sobresale una expresión pulcra y
contenida, con una marcada tendencia a la yuxtaposición de impresiones sin
nexos subordinantes (muchos de los poemas permitirían su reproducción en verso
libre) y una expresión metafórica que alcanza, con frecuencia, a los títulos: “Las
aduanas” (el lugar del mestizaje cultural), “Soledad transhumante” (aventura
del exiliado), “Espejos que pedalean” (ciclistas), “La belleza expulsada” (los
gitanos), “Casas libres” (lugares de reunión de los disidentes)…
Reproducimos una de estas composiciones en que puede apreciarse una de
esas identificaciones metafóricas expresas ya desde el título.
UN POETA ATADO
El zorro es mi poeta maldito.
Mi niñez lo contempla colgado de una tranca. Me detengo frente a su
pelaje rojizo, sus pies negros y su astucia inmóvil. Un cazador lo transporta
sobre los hombros y recibe treinta monedas en las casa de los campesinos.
De noche, el zorro ha merodeado las viviendas de los adultos y las
pesadillas de los niños. En los sueños infantiles, su boca muerde roedores,
topos y animales de corral o gotea jugos de frutas. Su hocico olisquea miedos.
Su poema está creado lejos del grupo. No imita al perro sumiso ni al
lobo gregario. Cruza sin compañía externa los hayedos, robledales y desmontes.
Su manada es interior y la prudencia con oído de músico dirige su jerarquía.
Leo las líneas de una silueta nocturna con grito humano. El zorro camina
atado a su soledad omnívora. [pp.18-19].
martes, 5 de noviembre de 2019
Luis de Morales
BADAJOZ, 1925: MONUMENTO Y EXPOSICIÓN DE LUIS DE MORALES
Fernando Cortés Cortés
Badajoz, Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento, 2019, 354 págs.
Tras cursar Magisterio, Fernando
Cortés Cortés (Montijo, 1944) es en la actualidad Doctor en Filosofía y Letras
(en la sección de Historia) y Doctor en Pedagogía por la Universidad de
Extremadura además de Catedrático de Geografía e Historia. A su tarea como
profesor de enseñanza primaria y media ha sumado numerosos cargos institucionales
(Inspector de Educación, Director General de Ordenación, Renovación y Centros,
Cronista Oficial de la ciudad de Badajoz, Director de la Revista de Estudios
Extremeños…). Como investigador,
Fernando es autor de una vastísima trayectoria de publicaciones, que no se
doblega a los resúmenes, que ha transitado de
modo preferente por la historia de la Baja Extremadura y Andalucía
occidental, las relaciones fronterizas entre España y Portugal (numerosos trabajos
han aparecido en el país vecino) y el
estudio del estado de la educación en Extremadura en diferentes tramos de su
pasado. Una relación completa de sus obras pueden encontrarse en su blog de Regiondigital.
Ahora, el servicio de
publicaciones del Ayuntamiento de Badajoz publica Badajoz, 1925: monumento y exposición de Luis de Rosales, un
documentadísimo estudio del proyecto de erección de un monumento que recordara
la figura de uno de los más insignes hijos la ciudad. Con un precedente lejano
en 1865, la propuesta de erigir un monumento a Luis de Morales (Badajoz, 1509 –
Alcántara, 1586, pero ninguna de las dos fechas está documenta) fue presentada
por un edil en el pleno de la Corporación Municipal de Badajoz en abril de
1917. La proposición iba acompañada de sendos escritos de Aurelio Cabrera (que
se ofreció a entregar un proyecto) y José Rebollo, directores de las Escuelas
de Artes y Oficios de Toledo y de Badajoz respectivamente. En el mes de mayo de
ese mismo año, el Museo del Prado celebra una exposición nacional de su obra
(de motivos preferentemente religiosos, fue conocido en su época como el
“Divino”).
A partir de esta fecha,
Fernando Cortés rastrea el recorrido de esta iniciativa por la prensa regional
hasta la erección del monumento en el mes de junio de 1925. En Noticiero Extremeño, Nuevo Diario de Badajoz y Correo de la Mañana se suceden los
artículos, casi todos unánimes en el apoyo al proyecto, de escritores, artistas
e intelectuales como Antonio Juez (uno de los más entusiastas), Luis Bardají,
Aurelio Cabrera (cuyo proyecto fue desestimado por su alto coste), Adelardo
Covarsí, José Antonio Sánchez Borayta o José López Prudencio (que suele
denunciar en sus artículos el olvido en el que duermen los artistas regionales
del pasado). Tras barajar otros nombres de escultores regionales (Exuperancio
Pérez Ascunce, Pérez Comendador, Torres Isunza), el proyecto fue encargado
finalmente a Gabino Amaya.
Más allá del interés
específico del asunto central del estudio, por las páginas del libro de
Fernando Cortés desfilan comisiones, instituciones públicas, entidades públicas
y privadas pues el proyecto se financió con aportaciones de Cajas de Ahorro,
Ateneo, Diputación, Ayuntamiento, establecimientos comerciales y numerosas
personas a título personal, que reflejan la vida cultural de la ciudad pacense
en un tramo temporal del siglo pasado.
Reproducimos un fragmento que
recoge una intervención de López Prudencio (director del Correo de la Mañana; el
artículo apareció el 12 de mayo de 1922).
“En esta línea podría
situarse un nuevo artículo de José López Prudencio, quien una vez más incide en
la personalidad y en la obra pictórica de Luis de Morales, comparando su
producción pictórica con la de Zurbarán y con artistas extremeños de su momento
–Hermoso, Covarsí- pero, sobre todo, presentando, recalcando y reforzando la
idea de que el monumento a Morales, además de saldar una vieja deuda hacia el
artista era el instrumento con el que comenzaría la regeneración de Extremadura
y los extremeños recuperando los viejos valores que en tiempo bien pretérito –en
la personal concepción que se pretendía divulgar y difundir- habían adornado a
un pueblo y un pasado que se veía -y se soñaba- con unos caracteres en su
acontecer histórico cuando menos bien alejados de la que había sido su auténtica
realidad. López Prudencio lo declaraba de forma enfática.
‘Sabemos
que se trata, no solo de un homenaje a determinada eminencia, como se trató en
el caso de Moreno Nieto, sino de iniciar un movimiento de consciente examen de
las energías y merecimientos de la raza mediante reconocimiento, estudio y
presencia rememorativa de sus grandes representantes, y esto hay necesidad e
comenzarlo por uno, por alguien, por el que sea, están en igual condición, en
todos los grandes hombres de Extremadura, cualquiera que sea el terreno en que
se movilizaran, el campo en que florecieron, aunque en uno sean distintos que
en otros los rasgos predominantes y aunque hay algunos en que todos esos rasgos
se cursan con igual vigor’”
lunes, 4 de noviembre de 2019
Laberinto
LABERINTO
Anatomía
del presente
Marino
González Montero
Mérida, De la Luna Libros, 2019, 79 págs.
Fundador de la
revista de creación La Luna de Mérida
y director de la editorial De la Luna Libros, Marino González Montero (Almaraz,
1963) es coautor del libro Puentes de
Extremadura, de la edición ilustrada de La
vida del Lazarillo de Tormes y autor de versiones de textos de Shakespeare
(La tempestad), Plauto (Cásina, El Persa, Truculentus) y de
Terencio. Como poeta, ha publicado Tangos
extremeños (2006), Incógnita del tiempo y la velocidad (2014) y Un estanque de carpas amarillas (2015) que ahora ve la luz en la misma
editorial emeritense. Como narrador, es autor de libros de relatos como En dos tiempos (finalista del premio
Setenil al mejor libro de relatos publicado en 2004), Sedah Street (If Ediciones,
2001), Diarios miedos (2009) y Sed (2011), ambos en la editorial De la
Luna libros. En 2016 apareció Rollos y picotas de Extremadura (De la Luna libros) y en 2018 el poema épico
dramático La bella Magalona.
Ahora, Del la
Luna libros publica Laberinto, cuya
trama reúne en un lugar simbólico (una iglesia abandonada utilizada después
como lugar de representaciones teatrales) a tres personajes, el Hombre, la Mujer y la diosa ciega
Tyche, encarnación mitológica del destino y de la fortuna. En densos diálogo,
no exentos de humor, los tres personajes conversarán sobre motivos de la
existencia humana en un entorno protagonizado por las imágenes simbólicas
(confesionarios y reclinatorios, cabezas de alambre huecas, maniquíes), la
poesía y la música.
Reproducimos un
fragmento en que aparecen algunos de los motivos citados.
“Ahora, EL HOMBRE y LA MUJER colocan los
confesionarios cara al público y TYCHE se sitúa en medio de los dos, algo más
adelantada, junto al proscenio.
EL HOMBRE: Yo tengo una pregunta.
TYCHE: (Que no se
fía) A ver…
EL HOMBRE: ¿Quieres decir que los dioses han
desaparecido?
TYCHE: O que vamos camino de ello. Que estamos en retirada, como bien ha escrito uno de
los vuestros.
EL HOMBRE: ¿Por qué?
TYCHE: Eso digo yo, por qué…
LA MUJER: No lo entiendo. ¿Y cómo te llamas?
TYCHE: (Respondiendo
a uno y a otra. Sin mirar atrás) Supongo que ya no os hacemos falta. Tenéis
otras cosas que adorar. Soy Tyche, la diosa Fortuna.
EL HOMBRE: Imagino que la ciencia, la tecnología… os
están… matando.
LA MUJER: ¿Vives aquí?
TYCHE: (Algo triste).
Imagino… La IMAGINACIÓN perdiendo terreno ante la RAZÓN. Por eso… estoy aquí…
cumpliendo órdenes de mis superiores… Tenía que ser este sitio.
EL HOMBRE: (Muy extrañado) ¿Una iglesia? ¿Tyche… la diosa
Fortuna… en una iglesia?
LA MUJER: Pero, esto no fue también un teatro?
TYCHE: (Algo
mareada de tanta pregunta doble) Me lo tengo merecido por suplicaros las
preguntas. (Suspira) Tenía que ser este sitio. Iglesia… teatro… la misma cosa
son. Mirad el suelo que pisáis. Estamos juntos en la nave de crucero de lo que
fue una iglesia. ¿Qué veis?
LA MUJER: (Tras
mirar detenidamente) Parece el dibujo de algo parecido a un laberinto.
EL HOMBRE: Parece…
TYCHE: (Decidida.
Moviéndose agitada por todo el escenario) ¡Es… un laberinto! ¡Un DÉDALO! La
representación en mármol del camino que hay que recorrer para llegar a Dios… a
vuestro dios… cualquiera que sea. Esta iglesia, como todas las iglesias
conocidas, se construye como el GRAN TEATRO DEL MUNDO, el escenario de piedra
donde el sacerdote escenifica y proyecta las palabras del GRAN AUTOR; mientras
los fieles… -el público- siguen atentos sus indicaciones
LA MUJER: ¿Y el teatro?
TYCHE: En eso se convirtió después. Me temo que estaba
escrito en las paredes. EL TEATRO es una gran IGLESIA, originariamente de forma
semicircular, de modo que todas las miradas converjan en un solo punto”. [pp.
38-40].
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