José Saramago (Azinhaga, 1922) falleció en Lanzarote el pasado diecinueve de junio a los 87 años de edad. A raíz de la aparición de su última novela, Caín, declaraba a El País: “Cumpliré pronto 87 años. La vida es como una vela que va ardiendo, cuando llega al final lanza una llama más fuerte antes de extinguirse. Creo que estoy en el periodo de la última llamarada, antes de la extinción”. La última frase de su última narración fue: “A história acabou, não haverá nada mais que contar”
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