Un detective en apuros
(Partes del cuerpo humano, 15)
Desde hace algún tiempo recibo cada mes una misteriosa carta amenazadora que siembra zozobra en mi vida tediosa de detective sin casos. ¿De dónde vendrá? Empiezo a apuntar en mi vieja agenda el comportamiento de todos: del vecino de enfrente que no hace jamás nada, del poeta londinense del tercero, del actor solitario del ático, de la vecina pelirroja de melena rizada, del médico donostiarra de mi planta, del que decora zonas comerciales... Preocupado, bajo a la tasca de Ramón y pido un vino rojo y oloroso que bebo rodeado de tipos malencarados que miran torvamente. Menudo espectáculo, me digo a mí mismo, ¿será alguno de ellos?
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