ESCRITOS GERMINALES DE
FRANCISCO VALDÉS
Publicados en Bética
Revista Ilustrada (1914-1916)
Antonio María Flórez
Don Benito, Trejo, 2018,
157 págs.
Antonio María Flórez (Don Benito, 1969) ha
publicado hasta el momento varios libros de poesía, galardonados con premios de
reconocido prestigio: El círculo cuadrado
(1987), En cámara lenta, junto con el
escritor Flobert Zapata (1989), Epigolatría
(1993), ZOO (poemillas de amor
antiecológicos) (1994) y El bar de
las cuatro rosas en “Colección
Poesía Dombenitense de fin de siglo” (1995). A este libro le siguieron títulos
como El arte de torear (202), Desplazados del paraíso (premio nacional
de poesía “Ciudad de Bogotá” de 2003), Marquetalia
(Un pueblo que rabia) (2003), Corazón
de piedra (2011), Tauromaquia
(Antología Trema) (2011), Bajo tus
pies la ciudad (2012), En las
fronteras del miedo (finalista del premio nacional de poesía del Ministerio
de Cultura de 2015), La muerte de
Manolete. Crónica en escena (Don Benito, 2015) y Sueños eróticos de una adolescente empedernido (Madrid, Playa de
Ákaba, 2016), pero el escritor también ha cultivado el ensayo en títulos como Estrechando círculos. Antología de
narradores extremeños y caldenses (1999), Dalí. El arte de escandalizar (2004) o Transmutaciones. Literatura colombiana actual (2009). A este ámbito pertenece Escritos germinales de Francisco Valdés,
con el que logró el premio “Santiago González Murillo” de 2016, una rigurosa
aproximación a los años jóvenes del escritor que inicia su trayectoria
literaria. A una introducción preliminar en que analiza varios aspectos (vida,
estampas como género predilecto, relación del escritor con la revista Bética y
con sus colaboradores), siguen dieciocho artículos reproducidos de modo
facsimilar y en edición anotada de los textos. El conjunto constituye una
aportación de notable valor para conocer la obra de uno de los autores más
atractivos de los años veinte y treinta de la literatura española. Reproducimos
un fragmento de uno de los bloques del estudio liminar.
“En este conjunto de artículos se condensa,
fundamentalmente, lo que será la sustancia de su obra futura: las estampas, las
resonancias y sus notas de lector atento y sensible. Aquí se sientan las bases
de su regionalismo extremeño y de su sensibilidad por los temas sociales y su
preocupación por las tragedias íntimas del hombre vulgar, aquí se moldean o se
expresan algunos de sus gustos literarios; aquí se ventilan algunos de sus pareceres
ideológicos que, curiosamente, en un principio participan de las ideas
regeneracionistas y noventayochistas y años más tarde viran hacia posiciones
conversadoras cada vez más dogmáticas; aquí se intuyen algunas de las razones de su melancolía y su abatimiento
existencial; aquí vemos ya cómo su prosa se refina y alardea de impresionismo,
cómo se eleva poéticamente, cómo va migando hacia una mayor sencillez
sintáctica y precisión idiomática, cómo se enriquece de un amplio caudal de
registros sintácticos y léxicos donde coexisten con naturalidad cultismos,
arcaísmos, localismos, americanismos e, incluso, algunos neologismos de
creación personal” p. 31].
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