SIN PRONUNCIAR TU NOMBRE
ANTOLOGÍA POÉTICA (1976-2015)
Pontevedra, Ed. Urutau, col. Avis
Rara, 2020, 131 págs.
Selección y prólogo de Carlos
García Mera
Graduado en Historia y Ciencias de la Música en la Universidad Autónoma
de Madrid y máster en Crítica y Argumentación Filosófica, Carlos García Mera publicó su primer poemario en 2014, Acercanza
(Beturia). Desde entonces, ha colaborado en antologías poéticas como Aire
por Aire. A Santiago Castelo (Vberitas, 2015, coordinada por Juan Ricardo
Montaña), Basta. Voces extremeñas contra la violencia de género
(Diputación de Badajoz, 2018), o En el vuelo de la memoria. Antología para
Ángel Campos Pámpano (Editora Regional, 2018). Recientemente, ha visto la luz en la Editora Regional de Extremadura El contorno del eco. Ha sido coordinador de la
revista de la AEEX, El espejo, y colabora mensualmente en el diario
digital CódigoPúblico.
Ahora, la editorial gallega Urutau, en colaboración con la Residencia de
Estudiantes de Madrid, publica una antología de Santiago Castelo (Granja de Torrehermosa,
1948 – Madrid, 2015), que recoge por primera vez composiciones de todos los
libros publicados, desde Tierra en la carne (1976) hasta La sentencia
(2015), quince poemarios que fueron apareciendo con regular periodicidad. Pero,
además de estos títulos, su obra fue antologada en varias ocasiones: Como disponga el olvido
(1986), al cuidado del profesor Juan Manuel Rozas, Antología extremeña
(1995), preparada por Alejandro García Galán, y La huella del aire
(2004), elaborada por Manuel Simón Viola. Ahora, Carlos García Mera entrega
esta antología en que aparecen representados, como decimos, todos los libros del
poeta granjeño, “un hombre –considera el prologuista- del que brotaba la
amistad sin celo. Una avis rara en la vorágine de luchas e intereses
egoístas en los que este mundo parece estar inmerso. Sus manos fueron una
constelación de bendiciones duraderas, paternas y leales, acumuladoras de una
generosidad incalculable […] En su mirada, clara y precisa, aún guardaba el
recuerdo de su infancia en Granja de Torrermosa. Una niñez colmada de trigo y
azaleas, de luz que brotaba de patios y jardines. Aquella realidad labriega,
aquel trasunto mágico en el campo extremeño, lo acompañaría hasta el último de
sus días” [Prólogo, p. 10].
Reproducimos uno de los poemas incluidos en la antología perteneciente a
Memorial de ausencias.
CAMPOSANTO DE GRANJA
A la memoria de
Manuel Machado
Nube, sierra, campo,
vida, sueño, muerte...
Cuando acabe todo
aquí está mi suerte.
Aquí bajo un viento
preñado de luces
con el eco tibio
de la serranía
aquí tengo un huerto
sembrado de cruces
y un ciprés de sombra
y melancolía...
Aquí lo más cierto
y lo más seguro...
Iré por la vida,
seré lo que sea.
Al final me queda
un ancho futuro
de habares y lilas,
de trigal y azalea...
Una rosa al aire
y un vencejo al vuelo...
Mi cuerpo en mi tierra
y mi risa al cielo.
Juego de ambiciones
echado a esta carta:
Un corto camino
y una estrella alta.
Nube, sierra, campo,
vida, sueño, muerte…
Cuando acabe todo
aquí está mi suerte.
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