MEDELLÍN
Con unos tres
millones y medios de habitantes, Medellín pasó de ser la ciudad más violenta de
Colombia (el centro de operaciones de Pablo Escobar, quien ofreció al gobierno
pagar la deuda externa con USA a cambio de derogar los tratados de extradición)
a ser declarada en 2013 la ciudad más innovadora del mundo. Su Fiesta del Libro
y la Cultura, que este año celebraba entre el 9 y el 18 de septiembre su décima
edición bajo el lema “Nuevos Mundos”, está considerada como la cuarta más
importante de América Latina, contando este año con escritores invitados de
Estados Unidos, Argentina, Dinamarca, Chile, México, Ecuador, Bolivia y España.
El viaje desde el
aeropuerto Olaya Herrera, situado en el interior de la ciudad, al hotel Poblado de Alejandría duró bastante
más que el vuelo, pues el conductor desconocía la forma de llegar, nada extraño
en una ciudad laberíntica. En contra de lo que suele ser habitual, nos
encontrábamos en los barrios del sur, el área más acomodada de Medellín, con
chalés y bloques de gran altura en medio de amplias zonas verdes. El propio
hotel tiene quince plantas con gimnasio y jacuzzi en la azotea, el único lugar
amueblado con un cenicero: en las habitaciones un aviso a navegantes amenaza
con sumar 150000 pesos en concepto de suplemento de limpieza en caso de que se
fume en el interior.
La Fiesta,
celebrada en el Jardín Botánico, ha recibido unos 420300 visitantes y más de
350 invitados entre los que se encontraba la Secretaria General de Cultura, Miriam Díaz Cabezas, al frente de la delegación extremeña (junto con Antonio
Parral, alcalde de Medellín), pues Extremadura era la región invitada a la
feria (hasta el último momento compitió con Nueva York). Por su pabellón, en el Patio de las Azaleas, que incluía dos exposiciones fotográficas y una muestra
bibliográfica de escritores extremeños, pasaron unas setenta mil personas a lo
largo de la feria. Enviaron sus libros a la muestra la Editora Regional de Extremadura, la Diputación Provincial de Badajoz, los ayuntamientos de Don Benito y de Medellín, la Asociación Torre Isunza, la
Universidad de Extremadura…, pero también editoras nacionales como Visor,
Planeta, Alfaguara, Siltolá, Aristas Martínez, Periférica o De la Luna libros…
Todos los ejemplares, no destinados a la venta, fueron donados a bibliotecas
públicas de la ciudad.
Con el lema
“Medellín en Medellín”, unas cuatrocientas personas asistieron a charlas y
mesas redondas impartidas en el Orquideorama por los escritores Susana Martín Gijón, Yolanda Regidor, Efi Cubero, José Manuel Díez, Antonio Gómez, Manuel Simón Viola, Alonso Guerrero, Irene Sánchez Carrón y Antonio María Flórez.
En la
programación académica participaron Tomás García Muñoz (sobre el origen de “Medellín”: “Historia y razones de un
nombre”, con mucho éxito de público), Eduardo Moga, director de la Editora
Regional de Extremadura, Mario Quintana
(editor) y Ramón Pérez Parejo, profesor de la Universidad de Extremadura. En el
apartado artístico hubo conciertos de Luis Pastor y Lourdes Guerra, Chloe Bird, Mamen Navia y Juan María
García, y se proyectaron películas extremeñas como El país del miedo (de Francisco Espada), Venidos del cielo, Malpartida Fluxus Village, así como los
cortometrajes del Catálogo Jara. Incluso hubo un lugar para demostraciones
gastronómicas de cocina extremeña (tortilla de patatas, chacina ibérica,
gazpacho, sangría…) con más éxito que las conferencias, ofrecidas por el
cocinero dombenitense Domingo Álvarez Zambrano.
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