RITOS FUNERARIOS
Hannah Kent
Barcelona, Alba Editorial, 2014, 366 págs.
Traducción de Lucía Vidal
Nacida en
Adelaida (Australia) en 1985, Hannah Kent fue cofundadora y subdirectora de la
revista Kill You Darlings. Con su
primera novela, Ritos funerarios, la
escritora logró varios premios prestigiosos de narrativa (el otorgado a
manuscritos no publicados de 2011 y el premio del público de los Victorian
Premier Literary Awards de 2014) y vio su novela traducida a más de veinte
idiomas.
Ambientada
en Islandia durante el primer tercio del siglo XIX, Ritos funerarios es una narración basada en hechos reales que
relata la historia de Agnes Magnúsdóttir, la última mujer ejecutada en
Islandia, cuando la isla pertenece aún al reino de Dinamarca, acusada de
participar, junto con dos cómplices, en el asesinato del médico Natan Ketilson
y su amigo Pétur Jónsonn en marzo de
1828 en la península de Vatnsnes, en el norte de la isla, y de haber incendiado
la vivienda para borrar cualquier huella. Puesto que por entonces Islandia
carece de cárceles, la mujer es confinada por las autoridades en la granja de
un matrimonio y sus dos hijas, que acogerán a la sospechosa entre reacciones que
van del horror a la conmiseración. Björn Blöndal, comisionado de la comarca,
accederá a la petición de la mujer de ser atendida en sus últimos días por el
reverendo segundo Porvadur Jónsson, la única persona de quien tiempo atrás
recibió un gesto de afecto. Será a él a quien Agnes relate su historia de niña
abandonada por sus padres y de criada en distintas granjas en medio de una
naturaleza hostil de nevadas, vendavales, oscuridad y trabajos extenuantes. Agnes
ha vivido en un mundo gélido y oscuro en que las condiciones de vida de los
seres humanos y del ganado apenas difieren, sometida, además, a la arbitrariedad
y al poder depredador de sus amos. Mientras confía en que pueda ser presentada
una apelación a las autoridades para eludir la decapitación, una fría burocracia
de hombres poderosos urde a sus espaldas los detalles de la ejecución.
“Al
vicegobernador de Islandia Nororiental.
[…]
En
respuesta su carta permítame informarle de que B. Henriksson, el herrador a
quien le fue solicitado que confeccionara el hacha que deberá usarse en la
ejecución, cifró el coste de su trabajo y los materiales en cinco dólares de
plata del reino, atendiendo a mis sugerencias en cuanto a la manufactura y
tamaño del hacha del 30 de diciembre del pasado año. Después de recibir la
carta de su excelencia, sin embargo, pensé, de acuerdo con su excelencia, que
sería mejor adquirir un hacha más ancha en Copenhague por el mismo precio, y
por esa razón procedí a pedir a Simonsen el comerciante que la encargara de mi
parte.
Este verano
el hombre en cuestión, Simonsen, vino a verme con el hacha y, aunque ha sido
confeccionada siguiendo exactamente las instrucciones, me sorprendió saber por
Simonsen que constaba veintinueve dólares del reino. Al examinar la minuta
comprobé que dicha suma era correcta y comprensiblemente me vi obligado a pagar
a Herr Simonsen el montante de los fondos asignados a este caso por su
excelencia.
Ahora, una
vez explicado el saldo deudor de estos fondos, le pregunto humildemente si esta
suma no debería en realidad haberse sacado del dinero presupuestado para este caso que,
entre otros gastos, sirve para costear la manutención de los prisioneros.
Asimismo solicito a su excelencia que me indique cómo debemos proceder con el
hacha una vez haya sido utilizada en las ejecuciones.
Siempre su
más humilde y obediente servidor.
BJÖRN BLÖNDAL
Comisionado de la comarca de Húnavatn”. [pp.
107-108].
No hay comentarios:
Publicar un comentario