POESÍA COMPLETA Y TEATRO
ESCOGIDO EN OCASIÓN DEL QUINTO CENTENARIO DE LA PROPALLADIA (1517)
Bartolomé Torres Naharro
Mérida, Editora Regional de Extremadura, Serie Rescate, 2018, 376 págs.
Edición de Julio Vélez Sainz
Director del Instituto de Teatro de Madrid y
profesor titular de la Universidad Complutense, Julio Vélez Sainz es doctor por
las universidades de Chicago y Salamanca y, además de su profesión como docente
en que ha sido profesor invitado en varias universidades europeas y
estadounidenses, es autor de cuatro monografías, seis ediciones críticas, un
diccionario sobre distintos aspectos de literatura española y universal y
numerosos artículos, capítulos de libros y reseñas.
Con ocasión del quinto centenario de la
publicación de La Propalladia, de
Bartolomé Torres Naharro (Torre de Miguel Sesmero, Badajoz, h. 1485), el
profesor Vélez Sainz ha preparado una edición de la poesía completa del
escritor y de dos de sus obras dramáticas: una comedia de costumbre o “a
noticia”, Comedia Tinelaria, y una
comedia “a fantasía”, Comedia Himenea.
Tras un riguroso estudio preliminar, una bibliografía completa y una relación
de estudios sobre su obra poética y dramática, se reproducen anotados los
textos líricos y dramáticos del escritor pacense considerado como uno de los
precursores del teatro del siglo de oro.
Reproducimos un fragmento de la Comedia Himenea, deudora en su
desarrollo argumental de La Celestina,
como confirma en el fragmento que reproducimos el comportamiento de los criados
de Himeneo, quien les ha encargado que mientras visita de noche a su amada,
guarden la calle (y le guarden las espaldas). Al igual que los criados de
Calixto, Sempronio y Pármeno, los de Himeneo no hacen sino planear la fuga si
sienten la más ligera amenaza.
BÓREAS
¡Oh, que haga mal viaje
quien en tan fuerte jornada
y en tal congoja me mete!
Pues hombre de mi linaje
nunca supo qué era espada,
ni broquel ni cosalete.
Yo también soy más que loco
por venir en tal lugar,
pues que no quiero matar,
ni que me maten tampoco.
ELISEO
Cuerdo eres;
hagamos lo que quisieres.
BÓREAS
Que no esperemos batalla,
sino que luego nos vamos
por no ser muertos aquí.
ELISEO
Pues, ¿si sale y no nos
halla?
BÓREAS
No faltará que digamos
si dejas hablar a mí.
ELISEO
Pues para todo hay remedio
sin porqué no nos andemos;
cuando nada sentiremos
meteremos tierra en medio.
BÓREAS
¡Qué placer!
¿Y quien no puede correr?
ELISEO
¿Cómo no?
BÓREAS
Porque no puedo;
que son las armas pesadas
y dejallas no osaré.
También porque con el miedo
tengo las piernas cortadas,
que moverme no podré.
ELISEO
Pues deja, hermano Boreas,
las armas con que te hallas,
porque quizá por salvallas
perderás cuero y correas,
y verás cuán sin pena
correrás.
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