jueves, 4 de noviembre de 2021

Solo Inclasificable

SOLO INCLASIFICABLE

Efi Cubero

Sevilla, La Isla de Siltolá, 2021, 136 págs.

 

   Nacida en Granja de Torrehermosa en 1949, Efi Cubero es ensayista, poeta y narradora que ha colaborado con artículos, estudios ensayísticos y entrevistas a personalidades de la literatura y el arte en numerosas revistas (Arquitectura y Humanidades de la UNAM, Letralia, Mitologías, Analecta Literaria, Cuaderno Ático,  Estación Poesía,  El ático de los gatos, Frontera, Cromomagacine, Papel Salmón, Alga, Norbania, Destiempos, En sentido figurado, Turia, Tinta China…). En 2019 la editorial sevillana La Isla de Siltolá publicó Esencia, una compilación de ensayos sobre creadores visuales (de modo preferente, pintores: El Greco, Caravaggio, Goya, Picasso…)

   Como narradora, Efi Cubero ha escrito numerosos relatos (“Huida”, “Grafitti en el vacío”, “La estatua”, “Un poco de ceniza”, “Huellas”, “El cardo”, “Proyecciones”, “La ova”...) incluidos en antologías como Estrechando círculos. Antología de escritores extremeños y caldenses (Don Benito, 1999), La narración corta en Extremadura. Siglos XIX y XX (Badajoz, Diputación Provincial, 2000) y Ficciones (Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2001)

   Su obra poética, incluida en numerosas antologías y traducida al portugués, francés e inglés, se inicia con Fragmentos de exilio (Badajoz, 1992), al que siguieron Altano (Badajoz, Alcazaba, 1995), Borrando márgenes (Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2004), Estados sucesivos (Architecthum Plus, S. C, México, 2008, con prólogo de Federico Martínez Reyes), Ultramar. Libro de Artista en colaboración con Paco Mora Peral. Castilla-La Mancha, 2009), Condición del extraño (Sevilla, Isla de Siltolá, 2013, con estudio introductorio de Jesús Moreno Sanz) y Punto de apoyo (Mérida, La luna libros, 2014).

   Ahora la editorial sevillana La Isla de Siltolá publica su último libro de versos, Solo Inclasificable, que agrupa los poemas en torno a términos musicales (solo, acordes, contrapuntos) y movimientos de una sinfonía (allegro, andante, adagio) como confirmación de la cita inicial de Walter Pater: “Todo arte aspira constantemente a la condición de la música”. Ya la dilogía del primer término del título otorga a la palabra “solo” una doble condición de adjetivo (único, solitario) y sustantivo (pieza musical). Organizados así, los poemas, de distinto perfil (desde las extensas composiciones de metros amplios como “Desenfocado” o “Compás de ¾” a poemas mínimos como “Tarde”: “Ya era tarde. / Tan solo era la tarde. / Pero ardías”), se ajustan levemente al ritmo del movimiento musical en el que se incluyen, pero es común a todos ellos un hondo impulso emocional comunicado mediante una expresión formal sobria, extraordinariamente cuidada. Sobre motivos reiterados como la luz, el manantial, la tierra, el silencio o los pájaros, encontramos temas como el regreso (“Deseas ser el humus o el mantillo. / Has vuelto a tu raíz para quedarte”, “Firmeza”), la reflexión sobre la propia creación: (“Hay que obrar como el agua, / también por erosión, / sedimentando”, “Erosión”),  supervivencias del mundo de la niñez: (“Erguida queda / la que me abrigó en noches invernales”, “Chimenea”), pero domina en el último apartado el recuerdo del ser amado (“Aquí mientras te nombro inútilmente”, “Fotografías”) resuelto en la voluntad de un vivir íntegro tras la pérdida: (“Para eludir la muerte / atestiguar la vida”, “Soledad”). Reproducimos una composición de este último bloque.

 

ELEGÍA

 Ser manantial tan solo,

huir de los espejos,

pues aquel que conoce los exilios

siente que en el principio se halla todo

que todo vuelve siempre a comenzar

ya que todo final es insaciable.

Siempre este espacio de revelación

de un agua especular que apenas sacia

nuestra sed de infinito.

¿Dónde abolir el límite y desdoblar honduras

lo mismo que la estrella que ha muerto y sin embargo

alumbra nuestro insomnio en las noches de cuarzo

dando cuenta del sueño que vivimos

conscientes de que todo nos ignora

ya que formamos parte de lo perecedero,

del frágil equilibrio de la perpetuidad

de esta elegía?

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario