MICRORRELATOS DOMÉSTICOS
Elías Moro
Sevilla, Takara Editorial, 2017.
Nacido en Madrid
en 1959, Elías Moro reside en Extremadura desde 1982, y aquí ha escrito una
obra literaria que se ha sentido atraída por los géneros narrativos (Óbitos súbitos, Editora Regional, 2000)
y por los textos breves de Me acuerdo
en colaboración con Daniel Casado (Mérida, De la luna libros, 1999, con una
segunda edición en 2009 en la editorial Calambur), pero el grueso de su
producción literaria se halla en el terreno de la producción poética con
títulos como Contrabando (Mérida, Editora
Regional, 1987), Casi humanos. Bestiario
(Valencia, Germanía, 2001), Palos de
ciego (un cuaderno de tirada reducida publicado en Mérida por ediciones El
Ermitaño, 2003) y La tabla del tres
(Mérida, De la Luna libros, 2004). En 2009 vio la luz en la Editora Regional de Extremadura En piel y huesos, una
antología poética de su obra al cuidado del profesor Miguel Ángel Lama.
En 2010 vio la luz en la editorial madrileña Calambur El juego de la taba, “un cuaderno de notas aforismos, de breves textos sin mucha conexión entre ellos, de apuntes líricos, de filias y de fobias”. Un año más tarde apareció 99 morerías (Ed. De Salvador Gómez, 2011, reeditado con el título de Morerías por Ediciones Liliputienses en 2016). En 2013, lo haría Manga por hombro (Sevilla, La isla de Siltolá), y en 2015 verían la luz dos libros: un poemario, hay un rastro (Mérida, De la Luna libros), y un libro de aforismos, Algo que perder (Sevilla, La isla de Siltolá). Recientemente, han aparecido Álbum de sombras (León, Eolas Ediciones, 2017) y Microrrelatos domésticos (Sevilla, Takara Editorial, 2017), un conjunto de pequeñas narraciones elaboradas sobre motivos del entorno cotidiano más próximo, del que reproducimos el titulado "Zapatos".
En 2010 vio la luz en la editorial madrileña Calambur El juego de la taba, “un cuaderno de notas aforismos, de breves textos sin mucha conexión entre ellos, de apuntes líricos, de filias y de fobias”. Un año más tarde apareció 99 morerías (Ed. De Salvador Gómez, 2011, reeditado con el título de Morerías por Ediciones Liliputienses en 2016). En 2013, lo haría Manga por hombro (Sevilla, La isla de Siltolá), y en 2015 verían la luz dos libros: un poemario, hay un rastro (Mérida, De la Luna libros), y un libro de aforismos, Algo que perder (Sevilla, La isla de Siltolá). Recientemente, han aparecido Álbum de sombras (León, Eolas Ediciones, 2017) y Microrrelatos domésticos (Sevilla, Takara Editorial, 2017), un conjunto de pequeñas narraciones elaboradas sobre motivos del entorno cotidiano más próximo, del que reproducimos el titulado "Zapatos".
Zapatos
Nacimos el mismo día, tenemos idéntico color
de piel, somos iguales hasta el último detalle, y sin embargo… ¡somos tan
distintos!
Como es un cabeza hueca a él le encanta
salir por ahí de jarana, que lo saquen a diario de paseo, pisotear alegremente
parques, terrazas, avenidas… Y luego,
claro, llega como llega, hecho un desastre, lleno de suciedad y barro, con
colillas y chicles pegados a la suela (que luego no hay quien los quite) cuando
no apestando a pis de gato o caca de perro.
A mí, en cambio, me gusta más quedarme
tranquilito en casa, de charla con mis otros colegas, bien a salvo de esas
marranadas.
Tenemos nuestras buenas discusiones a cuenta
de eso, porque siendo gemelos pareciera que siempre tengamos que ir juntos a
todos lados, nos guste o no.
Cuando estamos enfadados él mira hacia la
derecha, yo hacia la izquierda.
Podemos pasar horas porfiando sobre el
asunto sin ponernos nunca de acuerdo, sin dar nuestro brazo a torcer.
Disputas y rencillas inútiles que quedan
zanjadas de cuajo en cuanto llega ese tipo, nos calza a cada uno en su pie
correspondiente y nos lleva a donde le da la real gana sin pedirnos opinión ni
nada.
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