UN VIOLÍN
PARA CHAGALL
Juan Manuel
Roca
Bogotá, Uniediciones, col. Textos Cautivos, 2018, 105 págs.
Juan Manuel Roca (Medellín, Colombia, 1946)
es poeta, ensayista, periodista cultural
y crítico de arte que ha desarrollado múltiples actividades culturales. Su
producción poética se acoge en un principio a los postulados del surrealismo,
pero luego encuentra su tono y temas personales. Algunas de sus obras son Memoria del agua (1973), Luna de ciegos (1976), Los ladrones nocturnos (1977), Cartas desde el sueño (1978), Fabulario real (1980), Ciudadanos de la noche (1989), Pavana con el diablo (1990), Monólogos (1994), Memoria de encuentros (1995), La
farmacia del ángel (1995) y Las
hipótesis de Nadie (2005). Su obra poética ha sido recogida en las
antologías Luna de ciegos (1994), Antología de poesía amorosa (1997), Los cinco entierros de Pessoa (2001) y Cantar de lejanía (2005). En 2016
publicó su poesía reunida, Silabario del
camino.
Entre los numerosos reconocimientos que han
consolidado su trayectoria poética como una de las más valiosas de Colombia (el
de la Universidad de Antioquia de poesía y de cuentos, el Simón Bolívar, el
José Lezama Lima…), Juan Manuel Roca recibió el IX Premio Casa de América de
poesía americana por Biblia de pobres,
que, además, logró el premio Estado Crítico al mejor libro de poemas publicado
en España en 2009, año en que aparecería en la editorial Visor (más tarde vería
la luz en Colombia y en México).
Su último libro es Un violín para Chagall, en donde el poeta ha recogido composiciones
inéditas y aparecidas en otros libros enhebradas por el tema de la pintura, el
mismo de dos textos que cierran la obra: un cuento (“En el café”) y un ensayo (“El
beso de las Gioconda”), en el que se detiene en las afinidades e influencias mutuas entre pintura y poesía,
entre la obra de ciertos pintores y poetas casi siempre coetáneos: Apollinaire
y Braque o Picasso, Henri Michaux y Paul Klee, Rainer Maria Rilke y Paul
Cezanne, Antonin Artaud y Van Gogh, Blaise Cendras y Marc Chagall… Todos los
poemas giran en torno a la obra de pintores clásicos y modernos, como
Velázquez, Lucas Cranach, Goya, Edgar Degas, Bacon, Munch, Gauguin, Hopper…
Reproducimos el texto dedicado al pintor bielorruso Marc Chagall, que presta
título al libro.
UN VIOLÍN PARA CHAGALL
En Vitebsk todo vuela: un viejo judío de negro sacón,
una choza aerostática, un caballo fugado de las caballerizas de Giotto. Vuelan
las vacas, los novios, los días y un violinista en el tejado.
¿Qué toca en la noche sobre la planicie de nieve? ¿Con
qué tonada arrulla la aldea y apaga íconos y espantos’
No dejen caer el violín, testigo de bodas y de
entierros. No lo dejen callar. ¿Es un violín gitano inventado por el diablo?
¿Es un violín para orientar viajeros en las grandes estepas? ¿Violín roto de la
trágica Rusia?
Nadie sabe qué lleva en el costal, en su burdo saco,
el viejo judío del gabán. ¿Acaso esconde un libro que narra el combate de Jacob
con el ángel? Si es un violín, que caiga en manos de Chagall. Entonces todo
vuela, los rojos tejados, los candelabros, las manos de cera del rabino, la luz
parpadeante de la sinagoga.
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